26 de mayo de 2009

Arqueología del Irán persa: Bam


Arg-e-Bam es una famosa ciudad iraní ubicada en la provincia de Kerman, hecha con adobe, arcilla y troncos de palmera. Fundada por los persas sasánidas (224-637) sobrevivió gracias a las construcciones que se erigieron en época Safávida, entre comienzos del siglo XVI y 1722. Su prosperidad está ligada a la presencia de peregrinos que visitaban el santuario del fuego de Zoroastro, que data del período sasánida, y a su papel como centro comercial y de mercado en el trayecto de la Ruta de la Seda.
Mostramos dos panorámicas generales de las ruinas de la ciudad, que hace unos años sufrió los embates de un sismo que la afectó notablemente.
Prof. Dr. Julio López Saco

25 de mayo de 2009

Arqueología del Oriente Próximo: Jericó

Jericó fue una ciudad cananea del valle del río Jordán, cerca de la costa norte del Mar Muerto, cuyos orígenes se encuentran en el Protoneolítico, concretamente en el período Natufiense, hacia 9000 a.n.e. Sus primeros excavadores fueron Ernst Selin y los miembros de la sociedad Deutsche Orientgesellschaft, entre 1907 y 1909, quienes trabajaron en un túmulo denominado Tell es-Sultan. Fueron continuadas posteriormente por John Garstang, en los años 30 y a comienzos de los cincuenta por Kathleen Kenyon y las escuelas de arqueología del Reino Unido y EE. UU. La ciudad, frecuentemente mencionada en la Biblia, fue conocida como la ciudad de los palmerales.
La imagen que aquí se muestra procede del Biblical Archaeology Review 1990, nº. 3, p. 48.
Prof. Dr. Julio López Saco

22 de mayo de 2009

Arqueología Hitita: Hattusa




La ciudad de Hattusa fue la capital del Imperio Hitita desde mediados del siglo XVII a.n.e hasta 1200 a.n.e. Ubicada al norte de la Capadocia, cerca de la actual Bogazkoy, en Turquía, estaba totalmente fortificada, rodeada por una doble muralla y reforzada por diversos torreones para defenderse de las esporádicas incursiones de los pueblos nómadas gascas. Fue la residencia de los reyes hititas y un relevante centro administrativo y cultual. Su descubrimiento se produjo en 1874 de la mano del arqueólogo Ch. Texier.
Presentamos dos fotografías de los restos de la ciudad, una de ellas referida a los cimientos del palacio, y una hipotética reconstrucción que nos muestra cómo se vería la ciudad en su época de máximo esplendor.
Pro. Julio López Saco


21 de mayo de 2009

Textos Asia 2009: Taoísmo y Confucionismo

A. “ El curso es vacío que mana,
más su uso no alcanza plenitud.
Abismal,
diríase el antepasado de todos los seres.
Mella lo agudo, deslía lo enredado, templa lo luminoso,
se confunde con el polvo.
Profundo,
diríase perpetuo.
No sé de quien es hijo,
parece anterior al emperador.
El espíritu del valle no muere,
se dice de la hembra oscura.
La puerta de la hembra oscura
se dice de la raíz del cielo y de la tierra.
Infinitamente sutil, parece perpetua.
Se usa sin que se consuma”.

Lao zi (Dao de jing), IV y VI, edic. Anne-Héléne Suárez, edit. Siruela, 1998

B. “En el cuerpo del hombre existen unos dioses que en un momento determinado suben al cielo para informar sobre los actos buenos y malos. A partir de 120 faltas el hombre puede caer enfermo. 180 faltas es imperfección: el hombre no logrará criar animales domésticos. (...). Por encima del espacio entre las dos cejas, en el interior de la frente, están, a la derecha, el Pórtico Amarillo, y a la izquierda, la Terraza Escarlata, que se erigen para guardar el espacio de una pulgada. Entre ellos pasan los grandes dioses de los Nueve Palacios en sus entradas y salidas. Los dioses guardianes de la Terraza y del Pórtico dejan entrar y salir a los funcionarios divinos de los Nueve Palacios, así como a los que llevan las órdenes del Señor de lo Alto, los Adolescentes de Jade y los carros imperiales que van y vienen. (...). En el Cielo existe el Misterioso Uno en el Gran Yang, lo llaman Perla Moviente. Es la puerta de todo lo maravilloso. En el hombre hay Tres Unos que no viven siempre en el mismo lugar, el que sea capaz de guardarlos llegará a ser rey de los Inmortales. Uno está en el Gran Precipicio del Polo Norte; delante está la Sala de Gobierno, debajo está el Palacio Escarlata, más arriba está el Dosel Florido con su pabellón de Jade de diez mil pisos. (...). Desde su infancia sabe hacer venir la Esencia del yang para que la médula no se coagule. Usted sabe también hacer gimnasia, alimentarse de soplo, tomar los rayos del sol, tragar la Burbuja de jade. Y ya no tiene necesidad de ayudar al crecimiento del Embrión mediante el procedimiento interno del cinabrio yin. Pero como los Tres Gusanos aún no han sido destruidos, todas esas prácticas no pueden producir su efecto. Primero hay que ingerir píldoras que nos curen de los Gusanos, con el fin de matar a los Gusanos producidos por los cereales”.


Extractos de: El Libro del Sello del Jade, Libro del Bosque de Jade Rojo del Servicio de los Inmortales de la Gran Pureza y El Libro de los Tres Cadáveres del Muy Alto.

C. “La virtud más destacada de los hombres meridionales consiste en la paciencia para instruir a sus semejantes y en la comprensión para con los necios que se rebelan contra la razón. Esta es la virtud característica del hombre sabio. La virtud más destacada de los hombres del norte es su austeridad. Esta es la virtud del hombre valeroso. Con todo, mucho más sublime es la virtud del noble, que vive siempre en paz con los hombres y no se deja arrastrar por las pasiones. Muy superior es la virtud del que se mantiene con perseverancia en el camino recto, siempre igualmente alejado de los extremos. Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien, aunque el país se halle carente de leyes y sufra una deficiente administración. Quien desea para los demás lo mismo que desearía para sí, y no hace a sus semejantes lo que no quisiera que le hicieran a él, este posee la rectitud de corazón y cumple la norma de conducta moral que la propia naturaleza racional impone al hombre. Existen cinco deberes fundamentales comunes a todos los hombres, y tres facultades para practicarlos (...). Las tres facultades naturales para practicar estos deberes son: la conciencia, o luz de la inteligencia, por la que distinguimos el bien del mal; la voluntad, por la que tendemos hacia el bien; y la virtud, que es la fuerza del alma, por la que superamos los obstáculos. En este mundo sólo los hombres totalmente perfectos pueden conocer su propia naturaleza, la ley de su ser y los deberes que de ello se derivan. Gracias a su inteligencia superior, cooperan con el cielo y con la tierra al mantenimiento y mejora de todos los seres. Al cooperar con el cielo y con la tierra en el mantenimiento y mejora de todos los seres, se constituyen en un tercer poder junto al cielo y la tierra.”



Da Xue, Gran Ciencia, extraído del Lijing, Libro de los Ritos y Ceremonias

Prof. Julio López Saco

20 de mayo de 2009

Arqueología en Sudamérica IV: Moche




La cultura Moche o Mochica se desarrolló entre 100 a.C. y 700. Eran agricultores con importantes ingenios hidráulicos, ubicando cada cultivo en su microclima particular y con cultivos industriales. Fueron criadores de animales como cuyes y patos, y también grandes navegantes. Parece que tuvieron una deidad suprema, con faz humana y dientes de felino, con un tocado con cara de felino; solo o en escenas temáticas se le llama dios Ai-Apaec. Es una sociedad estatal con clases jerarquizadas, con una clase de sacerdotes-guerreros con control de gobierno, y otra de campesinos y sirvientes. En su arquitectura se destaca un complejo, cerca de Trujillo, formado por la Huaca del Sol, para funciones administrativas, y la de la Luna, verdadero templo, además de las viviendas, organizadas en bloques articulados a lo largo de caminos y callejones. Los santuarios estaban enlucidos, de color rojo o amarillo, y decorados con relieves que representaban escenas míticas o ceremoniales. Huaca Cao Viejo, nombre del recinto, es una estructura piramidal escalonada, con plataformas superpuestas, con decoración pictórica mural en paredes levantadas en distintos planos. Se destacaban colores amarillo, rojo y negro. Se remarcan las escenas de sacrificio, el denominado degollador antropomorfo, personajes asidos de la mano, guerreros y prisioneros. El ejemplo que mostramos es un mural policromado con Ai-Apaec con tentáculos de pulpo. La muy reconocida y magnífica cerámica moche es artística, en su mayoría concebida para ser depositada como ofrenda a los muertos. Se caracteriza por su bicromía y moldeado a presión. Son vasijas escultóricas, con presencia de hombres, divinidades, animales, frutos, templos, pirámides, escenas de la vida sexual, militar, cacerías rituales y escenas cotidianas. Como ejemplos destacamos unos guerreros en combate, uno de ellos recibiendo un golpe (segunda imagen), y un navegante (primera ilustración), conduciendo prisioneros en un bote de totora en forma de pez.
Prof. Julio López Saco


Arqueología en Sudamérica III: Tairona




La cultura Tairona colombiana se divide en dos períodos, Nahuange, del 200 a.n.e. al 900, y Tairona, de 900 a 1600. Desde 200 a.C., se constatan aldeas ubicadas en el litoral, lugar de residencia de ceramistas, orfebres, agricultores, pescadores y mineros de sal, identificados arqueológicamente como poblaciones Nahuange. Con el tiempo, estos pueblos se movilizaron hacia las zonas altas de la sierra y, hacia 900, la población de la vertiente norte de la serranía aparece ya dirigida por poderosos líderes políticos y religiosos, habitando ciudades y poblados pétreos, conectados por caminos, conformando las sociedades de habla chibcha con las que se encontraron los españoles: se trata del horizonte denominado Tairo o Tairona, una sociedad de fuerte orientación teocrática. Entre 600 y 900 hubo un importante desarrollo de nuevos sistemas de poblamiento; las aldeas dispersas por la costa fueron reemplazadas por complejos urbanos en las montañas, rodeados por cultivos intensivos de matiz, yuca y varios frutos. Una red de caminos enlosados servían para la comunicación y el intercambio de los productos entre la montaña y la costa. Para hacer zonas planas para construir viviendas, se levantaron terrazas apoyadas en muros de contención, comunicadas entre sí por caminos y puentes que salvaban el desnivel y que se utilizaban, también, para drenar las aguas de la lluvia. Con cimientos de bahareque, madera o palma, las edificaciones se sostenían con postes de madera. El más destacado ejemplo al respecto es la denominada ciudad perdida (Buritaca 200, ilustración 3), una urbe de piedra, con terrazas superpuestas.
Desde el siglo I existió, por otra parte, una gran producción metalúrgica. En el período Nahuange predominaron piezas elaboradas por martillado, elaboradas con aleaciones de cobre y oro (tumbaga), que le dan un aspecto rojizo (quizá como un referente o código social y político-religioso) a las piezas. Entre los diversos objetos se destacan las águilas doradas. Los orfebres elaboraron águilas tan diversas que parecieran representaciones únicas, inimitables; algunas tienen dos o tres cabezas y cinturas decoradas con aves o con franjas de triángulos que parece representan serpientes. Muchas de las cabezas se recargan de adornos. La relación entre aves y serpientes supone la contradicción entre el vuelo y la quietud. Es muy probable que las águilas hayan servido como identificadores de los grupos de parentesco o de diferencias de jerarquía religiosa o, incluso, que fueran usadas como emblemas de poder entre las diversas poblaciones de la Sierra Nevada. En el período Tairona, las imágenes compuestas por humanos y animales sugieren la representación de chamanes, que fundamentan su poder en su capacidad de transformarse en seres cuyas cualidades adquirirían: fuerza, audacia, agudeza visual, capacidad del vuelo o de desplazamiento subacuático. Naturalmente, es una transformación que tiene lugar en el pensamiento, bajo los efectos de sustancias psicotrópicas, bailes rituales, ayunos y otras privaciones. El chamán así, viaja por regiones desconocidas del cosmos y adquiere poderes y conocimientos para ayudar a un individuo o a la comunidad entera. Una emblemática representación es la del hombre-murciélago. El atuendo suele ser una visera con prolongaciones que simulan las membranas de las orejas del animal, nariguera cilíndrica doble y adornos sub-labiales para simular las carnosidades de algunos murciélagos y otros animales. La producción de objetos metálicos se orientó hacia los adornos personales, aunque ciertos emblemas sólo fueron prerrogativa de las elites, como los grandes pectorales con figuras de hombres-animales. Esta sociedad orfebre, como otras de la zona colombiana, sostuvieron la idea, reflejada en los pectorales, de un Cosmos integrado por varios niveles o mundo superpuestos, conectados e interdependientes, cada uno con peculiaridades y seres propios, a los que se asociaban colores, olores, animales, plantas y espíritus. El Universo se componía, entonces, de una dimensión material visible y de otra espiritual-inmaterial, muy poderosa y oculta para la mayoría. Los pectorales repujados del período Nahuange presentan personajes masculinos en posición desplegada, ataviados con adornos y grandes tocados en abanico, y son llevados en andas por figuras humanoides o animalescas: murciélagos, aves, reptiles. En uno de los pectorales que aquí mostramos (ilustración 2, período Nahuange), se observa un personaje que, para algunos estudiosos, representa la deidad solar en su desplazamiento anual por el horizonte entre los dos solsticios. Los animales (cánidos) que lo trasladan pueden vincularse con ordenaciones cosmológicas. En términos generales, las aves se asocian a los niveles superiores, aéreos, y los murciélagos al inframundo. En el otro pectoral (primera fotografía, también del período Nahuange), vemos una figura, quizá representado al sol en su desplazamiento, con varios animales en la parte inferior y un gran tocado en la cabeza. Las cosmologías dictaban las normas para las relaciones con la naturaleza; solía ser un rasgo común que el hombre se considerara a sí mismo parte de su medio; es decir, sociedad y entorno natural conformaban una unidad. Muchas veces, en este sentido, la cacería se asimilaba a un acto de seducción del cazador hacia su presa, o hacia una relación de reciprocidad, según la cual el cazador, al capturar la presa, debe dar una retribución, en forma de cantos, bailes u ofrendas de diverso tipo. Tal relación ritual es observable también en poblaciones de Norteamérica, sobre todo entre los Inuik.
Prof. Dr. Julio López Saco


18 de mayo de 2009

Pintura parietal en Europa: Lascaux II




Entre la iconografía de la cueva se destaca la Sala de los Toros, con diversos grupos de animales (caballos, toros y ciervos), destacándose el Lincornio; el Divertículo Axial, considerada la Capilla Sixtina de la prehistoria europea, organizado alrededor de los temas clásicos del bestiario prehistórico, como los toros, caballos, cabras y ciervos (en la entrada de esta galería), y al fondo, los bisontes, destacándose, además, los bautizados como tres caballos chinos y las vacas rojas; el Divertículo de los Felinos, con presencia de toros y seis felinos grabados; el ábside, con toros, cérvidos y caballos; la Nave, con paneles individualizados con cabras, caballos y bisontes, en donde se destaca la vaca negra, los bisontes adosados y unos cuadrados policromados, divididos internamente, denominados escudos y; finalmente, el pozo, donde encontramos representaciones antropomorfas, al lado de un bisonte, un rinoceronte y un ave.
Presentamos, en esta ocasión, el denominado Lincornio, una escena con figura antropomorfa ubicada en el pozo y una panorámica general de la Sala de los Toros.
Prof. Julio López Saco


Pintura parietal europea: Lascaux I




La cueva de Lascaux, en la Dordoña, suroeste de Francia, fue descubierta en 1940, y posee un repertorio iconográfico, en el que sobresalen animales y huellas humanas, datado entre 18000 y 15000 años antes del presente. Corresponde, en consecuencia, al período Magdaleniense del Paleolítico Superior. Presentamos aquí un conjunto de caballos al lado de un gran uro; uno de los tres caballos chinos (denominados así por su parecido estilístico con ciertos trazos de la pintura china, especialmente taoísta) y; los bisontes adosados, cuya postura confiere tridimensionalidad y profundidad a la escena.
Prof. Julio López Saco


15 de mayo de 2009

Arquitectura shintoísta japonesa: Itsukushima


El santuario shintoísta de Itsukushima, en la localidad de Miyajima, al suroeste de Hiroshima, tiene la particularidad de que permanece en el mar. De hecho, la puerta del santuario (O-Torii), está en el agua, en tanto que el pabellón principal, con sus pilares rojos y albos muros, contrastan con el azul del agua y el verde de la vegetación. Las partes del recinto son seis: el templo principal, los cuatro edificios del santuario de Marodo y las galerías Oriental y Occidental. Tradicionalmente, se considera, según los textos, que Itsukushima fue fundado en 593, si bien únicamente se confirma su presencia a principios del siglo IX. Fue conocido como Santuario de la Provincia de Aki (occidente del departamento de Hiroshima), en el período Heian (fines del siglo VIII y 1185). El templo principal está consagrado a Ichikishima Hime-no-Makoto, Tagori Hime-no-Makoto y Tagitsu Hime-no-Makoto, divinidades marinas, protectoras de los marinos y sus embarcaciones. El conjunto adquirió sus dimensiones y estilo en virtud de la restauración llevada a cabo por iniciativa del shogun Taira no Kiyomori (1118-1181). Buscando obtener protección para su clan, amplió los donativos al santuario y ordenó confeccionar varios rollos decorados con el Sutra Heyke nokio. El culto auspiciado por Kiyomori a las divinidades locales se propagó entre los aristócratas de la corte imperial, y las personas con interés de hacer buenas obras y obtener méritos adquirieron la costumbre de rezar en el lugar. La última reconstrucción del templo principal se produjo en 1571. La arquitectura del complejo sigue los cánones del estilo Shindenzukuri, característico de los palacios aristocráticos del periodo Heian.
Presentamos aquí dos instantáneas del complejo del santuario.
Prof. Julio López Saco

Arquitectura budista japonesa: Todai-ji


El templo Todaiji (Gran Templo Oriental) en Nara (Heijo-kyo), construido a mediados del siglo VIII por orden del emperador Shomu, es considerado el edificio de madera más grande del mundo. Vinculado con la familia imperial, guarda en su interior un gran Buda en bronce, concretamente Mahavairocana, el buda cósmico (que será el Dainichi Nyorai del budismo esotérico japonés).
Prof. Julio López Saco

14 de mayo de 2009

Textos Asia 2009: antigüedad china

1. “Los arqueros avanzando, retirándose, volviendo o haciendo cualquier otro movimiento, deben conformarse a las reglas del ceremonial. Aquel cuya voluntad es recta y su postura irreprochable, mantenían su arco y su flecha con cuidado y con mano firme... Perfectos, hombres distinguidos, oficiales grandes y pequeños, nadie ha quedado en su casa. Todos se han reunido junto al príncipe para festejar y tirar al arco... Tiraban a fin de obtener el principado. Aquel que alcanzaba su objetivo obtenía un principado (...). El cielo ve y oye por los ojos de nuestro pueblo. El cielo expresa su desaprobación por medio de la desaprobación manifiesta de nuestro pueblo. Esta es la conexión que existe entre el mundo superior y el inferior (...). El príncipe sabio une su acción a la del cielo y la tierra y no forma más que uno con los espíritus al objeto de ordenar bien su administración. Se fundamenta en los principios que el cielo, la tierra y los espíritus guardan y el orden reina en las ceremonias y las costumbres. El ama a los que aman y el pueblo está contento y sumiso (...). Para la elección del día nosotros tenemos confianza en ti, ¡oh venerable tortuga! que sigue reglas constantes y seguras; nosotros tenemos confianza en ti, oh venerable hueso quebrado, que sigues reglas constantes y seguras (...). Shu ha ido a cazar subido en su carro de cuatro caballos. Las riendas son en tus manos como débiles cintas mientras los dos caballos de fuera se muevan como danzarines. Shu llegó a las marismas; las llamas todo lo alumbran. Con sus desnudos brazos doblega a un tigre y se coloca ante el duque. ¡Oh Shu!. No lo intentes de nuevo. ¡Precávete de ser herido!. Un consumado arquero es Shu y un buen conductor también.”

Lijing, Tratado de los ritos

2. “Las armas no son necesarias. Cada cual está tranquilo en su morada. El emperador ha pacificado a su alrededor las cuatro extremidades del mundo. Los reyes Wen y Wu dieron feudos a sus hijos y hermanos en gran número: en el correr del tiempo estas vinculaciones familiares fenecieron, pues las ramas se dividieron con remotos parentescos. Entonces los enemigos se atacaron mutuamente con guerras, mientras el Hijo del Cielo no podía controlarlos. Ahora toda la tierra dentro de los cuatro mares, gracias al divino genio de su Majestad, ha sido reducida de un modo uniforme a prefecturas y distritos militares. Los hijos de la familia imperial y todos los sujetos eminentes han sido ampliamente pagados con títulos, retribuciones, tasas por impuestos...”(...) Las historias oficiales deben ser todas quemadas. Salvo las personas que ostentan el cargo de letrados en el vasto saber, aquellos que en el imperio osen esconder el Shijing y el Shujing o los discursos de las Cien Escuelas deberán ir a las autoridades locales, civiles y militares para que aquéllos los quemen. Aquéllos que osen dialogar entre sí acerca del Shijing y del Shujing serán muertos y sus cadáveres expuestos en la plaza pública. Los que se sirvan de la antigüedad para denigrar los tiempos presentes serán ejecutados junto con sus parientes. (...) Los blancos huesos de los muertos están junto a los montones de piedra y los vivos huyen con temor. La tiranía y el terror se han extendido por todo el mundo y hasta los cuatro mares se suceden en torrente los males, que hasta los genios lloran y los demonios lamentan... La dama se arrodilla sobre la losa hundida en la pared, donde un nombre que ni el sol ni el viento puede borrar, ni la arena que carcome puede quitar, aparece vagamente. El corazón de Meng Shiang arde de amor como un paja devorada por la llama.”

Sima Qian, Memorias Históricas (Shi ji)
Prof. Julio López Saco

Hallazgos arqueológicos: Venus en Alemania

La fotografía corresponde a una nueva “venus”, descubierta a finales del año 2008, en la cueva Hohle Fels, en Scheklingen, Alemania, en al área del sur del Danubio. La figura, de seis centímetros de altura, tallada en marfil y datada en 40000 años, presenta senos y vulva muy marcados, hecho que es notoriamente contrastante con la pequeñez de las extremidades y la cabeza, poco trabajados. Según los arqueólogos que reconstruyeron la figura, ésta presenta un pequeño orificio en la cabeza, lo que hace pensar que la misma pudo haber sido empleada como un colgante en el cuello, al estilo de un amuleto protector.
Puede verse al respecto http://www.elpais.es/ (13 de mayo del 2009)
Prof. Dr. Julio López Saco

13 de mayo de 2009

Mapas antiguos de Asia: "Tartaria"

Mapa de la Tartaria, de 1627. John Speed, Londres. La Tartaria es el antiguo nombre, probablemente originado en la Edad Media, que se le confirió a una enorme extensión de Asia, correspondiente, aproximadamente, a Mongolia, Manchuria, el antiguo Turquestán, Afganistán y Beluchistán, habitada por poblaciones turcas y mongolas desde el siglo VIII.
Prof. Julio López Saco

11 de mayo de 2009

Roma antigua: Tabula Peutingeriana

La imagen corresponde a la denominada Tabula Peutingeriana, que representa un itinerario o sistema de vías y calzadas del mundo romano más antiguo. En el fragmento que aquí presentamos se muestra la ciudad de Roma, y se destaca claramente el puerto de Ostia.
Prof. Julio López Saco

8 de mayo de 2009

Mapas antiguos de Asia: siglos XVI y XVII




Presentamos en esta primera imagen un mapa del continente asiático, de 1612, denominado Asiae Nova Descriptio. Abraham Ortelius. Su lugar de origen se desconoce. La segunda ilustración muestra un pintoresco mapa de Asia de 1588, denominado Asia secunda pars terrae in forma Pegasir. Heinrich Buenting. Finalmente, se reseña otro mapa de Asia, de André Thevet, París, datado en el año 1575.
Prof. Julio López Saco


4 de mayo de 2009

Mapas antiguos de los siglos XVI-XIX: Japón




Diversos mapas antiguos de Japón (ss. XVI al XIX). El primero corresponde a un mapa de Japón, datado en 1876. Se trata del Meiji Kaisei Dai Nippon Meisai Zenzu (Revisión Meiji de un detallado mapa de Japón), editado por Tatsunosuke Kabai y publicado por Maeda. Otro mapa del archipiélago nipón, esta vez de 1783, es denominado Octubre, Invierno del año Miznoto-U, tercer año de Tenmei (era japonesa, entre 1781 y 1789); el último mapa es de 1595, denominado Iaponiae Insulae Descripto. Abraham Ortelius.
Prof. Julio López Saco


Mapas antiguos de los siglos XVI y XVII: China




Diversos mapas antiguos de China, de los siglos XVI y XVII. El primero, denominado China Regnum, de 1593, en Antwerp. Cornelius de Jode; el segundo mapa de China, bajo el nombre Chinae olim Sinarum regionis, nova descriptio, es del año 1584, en Antwerp. Abraham Ortelius; el tercer, y último ejemplar, corresponde a un mapa denominado Regnum Chinae, datado en 1620, de Blenheim. Gerardus Mercator and Jodocus Hondius.
Prof. Dr. Julio López Saco