25 de noviembre de 2015

La mitología del gnosticismo y del maniqueísmo

El gnóstico entiende que la verdadera realidad espiritual del hombre es el Sí real y ontológico, consustancial con la propia sustancia divina. El conocimiento (que transmite un revelador-salvador) y que una tradición esotérica garantiza, salva por sí mismo. La iluminación-revelación suele acompañarse de una instrucción por la que el adepto se inicia en los misterios de la gnosis. La misma se fundamenta en comunicar de modo esotérico un relato mítico que es respuesta a los interrogantes existenciales, asociados a una concepción pesimista del mundo y de quien lo crea, el demiurgo, que sería una interpretación en negativo del Dios creador veterotestamentario, dios malvado, ignorante, frente al “bueno”, trascendente e incognoscible* (salvo a través de la revelación de la gnosis).
Un núcleo dualista, entonces, tanto de carácter cosmológico, pues opone el mundo neblinoso creado por el demiurgo, al superior y lumínico del pléroma o plenitud divina, como de tono antropológico, en virtud de la oposición entre principio espiritual latente (pneuma) y el compuesto psíquico y físico generado por el demiurgo que aprisiona la realidad divina. Desde el principio se distingue la plenitud de un mundo divino, pero un incidente (habitualmente un pecado cometido por el último eón emanado por la pareja inicial, identificado con Sophia) propicia el origen de un mundo deficiente, de vacío humano y cósmico. Estamos ante una mitología de autorreflexibilidad y ante una dialéctica interna que es una forma de proceso autorredentor. Autorreflexibilidad porque la mitología narra los aconteceres del Anthropos pleromático (una deidad especial), y autorredentor porque el proceso salvador llevado a cabo por la gnosis es un proceso de autoconocimiento (entiéndase “conocimiento” de la realidad divina**).
La mitología gnóstica incluye también una teología, una teogonía, una teosofía, una cosmogonía, una antropogonía y hasta una escatología. Las dos primeras, en función de que la mitología narra el nacimiento eterno de un dios desconocido; una teosofía porque con el mito se puede escudriñar el misterio que rodea tal nacimiento; una cosmogonía porque contiene una versión anti bíblica de la génesis de este mundo (lugar del mal por responsabilidad del demiurgo); una antropogonía, pues el demiurgo y sus malvados ángeles son los creadores del compuesto psicofísico transitorio humano, en el que el demiurgo inunde, sin embargo, el pneuma transmitido por la Sophia extrapleromática; y una escatología porque el mundo material que configura el artífice divino tiene como destino su destrucción, y solamente sobrevivirá la materia espiritual, capaz de “reconocer” su auténtica, verdadera naturaleza y origen.
La mitología gnóstica, en consecuencia, habla de las vicisitudes del dios concreto que es el gnóstico. Señala sus orígenes, menciona aquello que lo precipita en las tinieblas y en la muerte y precisa, finalmente, como la gnosis hace viable la vía de la salvación.
El mito maniqueo, por su parte, se fundamenta en la doctrina que se ha llamado de los dos principios y los tres tiempos. Desde el origen, dos fuerzas, Bien y Mal, se oponen, y se mantienen separadas, pero en el mundo humano, decadente, se entremezclan, y únicamente al final de los tiempos se separarán de modo definitivo.
En un primer tiempo hay una radical y completa separación de la Luz y la Tiniebla, ambos principios eternos, no engendrados. El primero, el Reino de la Luz, se encuentra en lo alto y es al casa del Padre de la Grandeza. Aquí, el Espíritu con su soplo, expande luz (vida) a los cinco elementos que configuran esta esfera y a los doce espíritus que la habitan. Mientras, el segundo, el Reino de las Tinieblas, se ubica abajo, y se conforma con cinco abismos superpuestos, cada uno de ellos presidido por un arconte. Estos cinco arcontes tienen formas diversas, de animales (león, pez, águila, serpiente) y de demonio. Este reino (que representa la mentira, la materia, los errores), tiene un “jefe”, un Príncipe de las Tinieblas, que simboliza el mal olor, la bajeza moral, los celos y la fealdad.
Hay varios momentos en el segundo tiempo o tiempo medio. En el primero, en el transcurso de una enorme batalla cósmica el Padre evoca a la Madre de los seres vivos y, a través de un proceso emanativo, hace que surja el Hombre Primordial (el alma del Padre), que encabeza la lucha contra el mal, al mando de cinco hijos (viento, aire, agua, fuego, luz). En la refriega resulta herido y cae a manos de los arcontes del mal. Así, se produce la mezcla mítica de tinieblas y luces; el resplandor divino cae en la materia. El Espíritu viviente liberará al Hombre Primordial, lo que establece el prototipo de la salvación. El Espíritu, aliado de la luz, comandando cinco hijos, da el grito salvador en el Reino de las Tinieblas que provoca la respuesta del Hombre Primordial. Se juntas las manos de ambos y el Hombre Primordial es rescatado.  Esta Salvador-Salvado, modelo de la salvación de las almas, se ubica con el Padre. En un segundo momento, el Espíritu viviente castiga a los arcontes, atándolos y desmembrándolos. Con la piel de los mismos configura la bóveda celestial, con su carne la tierra y con sus huesos las montañas. Como demiurgo liberador, el espíritu, libera parte de la luz (y así crea las estrellas, el sol y la luna). Para liberar todavía más luz, el Padre de la Grandeza envía al Tercer Enviado, Virgen lumínica que se encarga de excitar a los arcontes, con cuyo esperma crea la vegetación y los animales. Nace, al final, la primera pareja humana, Adán y Eva que son, en realidad, criaturas de la “mezcla”.
El tercer momento es el de los mensajeros gnósticos, cuando el Padre emana a Jesús, ser cósmico y trascendente, que crea el Gran Pensamiento (cuyo mensaje es la Gnosis, hija del Gran Pensamiento), y transmite a Adán el mensaje de liberación. Hay varios mensajeros (Sem, Abraham, Buda, Jesús, Zaratustra). En la última fase se liberan las últimas partículas de luz. Pero para que esto ocurra de forma absoluta hay que esperar a los últimos tiempos. En ese momento, habrá una batalla definitiva, y Jesús, como juez, separará a los salvados de los condenados lo que generará la completa derrota de las fuerzas del mal.

*Deus absconditus, Primer Principio. Sustancia infinita y desconocida (no puede ser conocida por vía negativa porque no toma decisiones). Trasciende el ente, del que es su origen. Existencia absoluta y exclusiva, de la que nadie participa. Ni es principio de algo ni padre de alguien, por eso está en perfecta auto subsistencia. Esta perfección autosuficiente, no obstante, se interrumpe, pues es infecunda, por lo que se requiere una auto contemplación fecundante, de modo que Dios se identifica con el agua de vida, la sustancia pneumática femenina que lo rodea. Entonces, se manifiesta a sí mismo su propia semejanza. Es un nacimiento eterno, el de un Hijo, un acto de gracia que conlleva el misterio de la libertad divina. La “generación” como manifestación de la potencialidad latente en la naturaleza divina, propiciará el inicio del camino de la salvación.
** La influencia cristiana en textos gnósticos (Basílides, Valentino), propició la construcción de una soteriología, en la que es crucial el elemento de la gracia divina y su talento salvador.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas. 25 de noviembre del 2015

Las culturas Erlitou y Xiaqiyuan: ¿inicios de las primeras dinastías chinas de la antigüedad? (II)

La formación del estado de Erlitou incluyó una rápida expansión territorial colonizando las regiones adyacentes, zonas periféricas en el sur de Shanxi, Hubei y Shaanxi, en donde abundan ricas fuentes naturales, especialmente sal y metales. Tal expansión “cultural” fue fruto, muy probablemente, de migraciones de población dirigidas por un estado “centralizado” para procurarse fuentes materiales vitales. La expansión de la cultura material Erlitou en distintas direcciones pudiera sugerir, en consecuencia, diversos intentos de alcanzar un dominio político y de“colonizar” una periferia rica en fuentes primordiales. De hecho, Erlitou mantuvo contactos, directos o indirectos, con lejanos lugares con la intención de adquirir bienes exóticos. Es el caso de los caracoles, cuyo posible origen debió encontrarse en la región oceánica de India, así como de los motivos decorativos que presentan características de culturas centroasiáticas, como se evidencia en algunos enterramientos elitescos de Erlitou. La relación entre el centro y la periferia de la entidad Erlitou apunta al desarrollo de un control económico y político centralizado, hacia la nuclearización de la población que acompaña el urbanismo y a una expansión política y militar.
Cuando la cultura Longshan se desarrolló en la Erlitou, se produjeron una serie de cambios en los modelos de asentamiento y en la cultura material. Decreció el número de sitios arqueológicos y se nuclearizaron los asentamientos, haciéndose mucho más grandes y, en consecuencia, la estructura política cambió, de la coexistencia de múltiples entidades políticas en competencia, a una sola en la cual un único gran centro dominó otros más pequeños y a un número significativo de villas en una región muy extensa. Apareció también una nueva categoría de símbolo de estatus, el moldeado del bronce, en forma de armas y vasos rituales*; los estilos cerámicos alteraron su diversidad (de las seis variantes dela cultura Longshan, se pasó a una cierta uniformidad, a través de las dos variantes de Erlitou), un hecho, probablemente, relacionado al crecimiento de la centralización económico-política. La supresión de pequeñas entidades políticas, un mayor y más libre movimiento de los artesanos en las zonas controladas por el estado, y la expansión de la influencia cultural Erlitou, pudieron ser factores que expliquen la reducción de la variabilidad estilística.
En cualquier caso, no se puede asegurar si la distribución de la cultura material Erlitou coincidió con el territorio del “estado”, si bien la entidad política estableció una dominación económica y política sobre un territorio mucho más extenso que cualquier otra entidad neolítica. Como entidad centralizada, Erlitou puede caracterizarse como un estado territorial (Trigger, Liu, Li). El sistema político-económico Erlitou ha sido descrito también como un “sistema mundial”; es decir, la presencia de un centro dominante (urbano) con diversas regiones periféricas subordinadas, rurales (Frank, Kohl, Stein, Wallerstein). El estado pudo formar una red interregional focalizada en la producción y distribución de bienes de prestigio, sobre todo bronces. Tal red o armazón, incorporaría dos sectores interdependientes, que se han señalado como centro y periferia. El centro, dominante, controlaría la producción de esos bienes prestigiosos, mientras que la periferia, subordinada, proveería materias primas, como los lingotes de metal o la sal. La élite Erlitou, en el centro o núcleo, habría alcanzado el dominio a través de la fuerza militar, estableciendo puestosavanzados en la periferia para asegurar el flujo de materiales e informaciones. Este sistema-mundo sería sostenido ideológicamente por un sistema de creencias ya formado y centrado en los cultos a los ancestros.
Los tipos cerámicos de la cultura Xiaqiyuan son similares a aquellos de la cultura Erligang, vinculados con la dinastía Shang antigua. El límite entre las dos culturas se puede trazar en el río Qin y en una parte del río Amarillo. Al oeste del río Qin y  al sur del Amarillo encontramos la cultura Erlitou, mientras que al este del primer río y al norte del Huanghe encontramos la cultura Xiaqiyuan. Tal demarcación cultural, arqueológicamente confirmada, parece coincidir con el desarrollo del territorio de la dinastía Xia tardía.
La cultura Xiaqiyuan probablemente derivó de una tradición mixta vinculada a las culturas Longshan en el norte de Henan y en el Shanxi central**. Puede dividirse en dos variantes, Zhanghe y Huiwei. Se han identificado casi cuarenta sitios de esta cultura (Li Boqian, Zhang Lidong, Liu Xu, Zhao Zhiquan). Los arqueólogos han concebido la posibilidad de que la cultura Proto-Shang en Henan del norte, como sus predecesores Longshan, se caracterice como un sistema de jefaturas en competencia. Los textos de la antigüedad registran que Xia y Shang estuvieron frecuentemente engarzados en guerras con otra serie de grupos étnicos. Algunos autores han visto una correlación de la variante Zhanghe con Proto-Shang, mientras la variante Huiwei con el estado Wei***, que fue derrotado por los Shang (Zhang Lidong, Zou).
Así pues, si la cultura Xiaqiyuan se vincula con Proto-Shang, estos, difícilmente debieron haber sido un único grupo étnico o una simple entidad política, sino un número determinado de jefaturas probablemente en competencia con otra forma de dominación regional. Esta cultura Xiaqiyuan parece ser la red de unas entidades políticas de moderado tamaño más que una simple entidad política megalítica dominando un pequeño número de entidades. El estado Erlitou, por su parte, parece haber emergido de un conjunto de jefaturas y haber continuado coexistiendo con muchas de ellas (que mostrarían diferentes grados de complejidad social), llevando a cabo un proceso de expansión sobre el territorio. En definitiva, el estado fue creado, más que evolucionado, del contexto de grupos de jefaturas en competencia, cuando una de ellas adquirió poder sobre sus vecinos, a los que convirtió en provincias de una mayor entidad política.

*La producción de bronces pudo haber sido una “industria” controlada por el estado, que aseguraría así su monopolio de los objetos de bronce para uso ritual y militar.
**Las “llanuras centrales” (zhongyuan) es un término con un doble significado geográfico. En un sentido estricto se refiere a la región de Henan, pero en un sentido amplio, define el entero territorio que comprende el valle medio y bajo del río Amarillo. Habitualmente, la expresión se emplea para cubrir una región que incluye Henan y el sur de Shanxi, los lugares donde los primeros estados, Etlitou y Shang, se desarrollaron.
***No obstante, también se ha sugerido que la entidad política en el área Mengzhuang representó el estado Wei.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas. FEIAP-UGR.

12 de noviembre de 2015

Las culturas Erlitou y Xiaqiyuan: ¿inicios de las primeras dinastías chinas de la antigüedad? (I)

El establecimiento de la dinastía Xia (2100-1600 a.e.c.) simboliza la emergencia del estado chino más antiguo. Los restos de la cultura material de esa dinastía se ven representados por la cultura Erlitou (1900-1500 a.e.c), centrada, en esencia, en la cuenca del Yiluo, en el Henan occidental (Li Xueqin, Wang Lixin, Childs-Johnson, Zhao Zhiquan, entre otros). Incluso los arqueólogos apuntan a que el sitio de Erlitou fue la capital de la dinastía Xia tardía (Gao Wei). La entidad política que representó Erlitou no sería la única. Su rival contemporáneo habría sido Proto-Shang. Correspondan o no este Proto-Shang a un grupo étnico o a varios de ellos, lo cierto es que los arqueólogos chinos han señalado que la cultura Xiaqiyuan, o una porción de la misma, en el norte de Henan y el sur de Hebei, se relaciona con esta cultura Proto-Shang, que antecedería a la “dinastía” Shang (Li Boqian, Yang Guijin, Liu Xu, entre otros).
La cultura Erlitou recibió su nombre de un sitio de la Edad del Bronce nombrado Erlitou, localizado en Yanshi, en la provincia de Henan occidental, y cuya superficie fue de unas 300 hectáreas. Las excavaciones, llevadas a cabo desde finales de los años cincuenta del pasado siglo, han desenterrado una serie de restos culturales que incluyen fundamentos de palacios o templos, talleres para el trabajo del hueso y el bronce, cimientos de viviendas, piezas cerámicas, hornos, objetos rituales en bronce y jade y enterramientos de diferente estatus social*. El período cultural se divide, en función de los estilos cerámicos, en cuatro fases. Se han hallado unos doscientos sitios con conjuntos materiales Erlitou en las regiones de los valles medios de los ríos Yangzi y Huanghe. Aunque la mayoría de los yacimientos se concentran en el sur de Shanxi y en Henan, algunos aparecen difundidos en Shaanxi oriental y Hubei. Erlitou representa una jerarquía de asentamientos de cuatro niveles: un centro mayor, Erlitou; dos menores, Fucun y Shaochai, once grandes pueblos de entre quince y veinticinco hectáreas de superficie, y un elevado número de pequeñas villas de menos de trece hectáreas. Los más grandes sitios se concentran en el área nuclear cerca de Erlitou, en la mencionada región de Yiluo. Este modelo de asentamientos indica la presencia de un sistema socio-político altamente integrado y centralizado.
La cultura se divide en dos variantes regionales, distintas según sus estilos cerámicos: la variante “Erlitou”, en los sitios en Henan, y la variante “Dongxiafeng” en los yacimientos del sur de Shanxi (Zhao Zhiquan, Zhao Qingchun). Los datos cerámicos y funerarios sugieren que la primera variante se desarrolló localmente desde la cultura Longshan, en el Henan central, a través de un período intermedio denominado fase Xinzhai (período entre Longshan tardío y Erlitou Fase I). Por el contrario, la continuidad de la cultura material de la cultura Longshan y Erlitou en la variante Dongxiafeng es muy escasa. Los restos cerámicos más antiguos Erlitou en el sur de Shanxi y el valle del río Qin, del norte de Henan, corresponden a la Fase II, un conjunto cultural que pareciera una combinación de las tradiciones materiales locales y de regiones vecinas. Como las tradiciones culturales locales Longshan en el sur de Shanxi desaparecieron en la variante Dongxiafeng, mientras una asociación en la cultura material entre Erlitou en el Henan occidental y esta variante, se documenta bastante bien, se ha señalado que el cambio de la cultura arqueológica en el Shanxi meridional puede haber sido el resultado de una expansión de la cultura Erlitou desde su área central nuclear a las regiones del noroeste (Li Boqian, Li Weiming). Henan central, que parece ser, en consecuencia, el origen de la fase Xinzhai**, es el foco del surgimiento del estado Erlitou.
Ahora bien, que el centro primario de Erlitou haya sido el valle del río Yiluo más que el Henan central, donde la mayoría de los sitios Xinzhai se localizan, es un verdadero misterio. Los textos antiguos dicen que los reyes Xia reubicaron su capital en diversos sitios, muchos de ellos identificados en el área nuclear de la cultura Erlitou en el centro de Henan, donde el conflicto intergrupal y los constantes cambios de centros políticos son características comunes predominantes de la cultura Longshan tardía. Es probable, entonces, que ciertas reubicaciones de la capital Xia fuesen consecuencia de guerras intergrupales, aunque también resultado de la adivinación o de la elección deliberada de un gobernante (Keightley, Chang).
El primer centro urbano en Erlitou surgió en dependencia de un terreno agrícola fértil, de la disponibilidad del medio ambiente natural para la defensa militar, y del fácil acceso a las regiones circundantes a través de vías de agua para el transporte de mercancías. Así, fue asociado a diversos tipos de producción artesanal (cerámica, bronce, artefactos manufacturados en hueso***). No obstante, el desarrollo del núcleo de Erlitou pudo ser el resultado de una migración poblacional desde algún lugar o el desenlace de una amalgama de diversas villas de la región (Liu, Li). Aunque el proceso de urbanización comenzó en la Fase II, su culmen fue en la III, momento en el que la población del recinto urbano pudo haber alcanzado entre veinte y treinta mil habitantes. Es en la Fase III cuando se construyó un complejo de palacio-templo, con más de treinta estructuras, distribuidas de forma que probablemente tuvieron distintas funciones administrativas.
Tras la Fase IV (período Shang antiguo), el núcleo se redujo en tamaño y la población disminuyó y se dispersó. Como en las regiones adyacentes a Erlitou no se han descubierto bienes de prestigio, como jades o bronces rituales, se supone que las relaciones económicas entre el asentamiento urbano y aquellos rurales debieron ser asimétricas, lo que sugiere un sistema tributario (Flannery, Wright).


*La práctica mortuoria en Erlitou muestra que algunos enterramientos de élite se localizaron dentro del recinto palacial, completamente separados de las inhumaciones de las gentes comunes.
**La región central de la fase Xinzhai se ubica en el lugar donde sitios de la cultura Longshan tardía (Wangchenggang, Guchengzhai y Wadian) se establecieron.
*** La producción de bronce fue notable, sobre todo bronces rituales en la forma de vasijas para beber y cocinar, que fueron usadas en las ceremonias del culto ancestral, simbolizando, además, poder y estatus social. La metalurgia del bronce se evidencia en dos centros regionales del período Erlitou, Nanguan y Dongxiafeng.


Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-Caracas. FEIAP-UGR, España