20 de agosto de 2016

Cerámica decorada griega regional (IV): Grecia oriental




Imágenes (de arriba hacia abajo): ánfora de estilo Fikellura, con un hombre corriendo. Hacia 530 a.e.c. British Museum; otra ánfora, de figuras negras, de Clazómene. Entre 540 y 525 a.e.c.; también en el Museo Británico y; enocoe del sur de Jonia, de Estilo del Macho Cabrío Salvaje, datado entre 630 y 620 a.e.c. Institut für klassische Archäologie.

En el espacio de la Grecia oriental, las categorías mayores de cerámica figurada son el Estilo del Macho Cabrío Salvaje, Fikellura y las figuras negras. De lo poco que se conoce de la cerámica Geométrica Tardía del este de Grecia, existen ejemplos con esquemas decorativos en metopas y con paneles centrales divididos en frisos.
Los meandros, pájaros, ocasionalmente el árbol de palma, así como otros motivos geométricos, son relativamente habituales. Una escena de prothesis se puede ver sobre un cántaro samio. Aunque las escenas figurativas no son comunes, se ha constatado un cazador de un león sobre un fragmento de crátera de Quíos y una hilera de danzantes masculinos sobre otra pieza hallada en Mileto.
Las formas más comúnmente decoradas son las cráteras, enocoes, kotylai y esquifos. Algunas jarras para ungüentos de las islas de Cos y de Rodas son notables porque derivan de prototipos chipriotas y fenicios y aparecen decorados con motivos geométricos y esquemas derivados del este (aunque existe algún ejemplo con figuras). 
Desde el primer cuarto del siglo VII a.e.c. los rasgos orientalizantes, que habían aparecido a finales del siglo anterior, se incrementan. Las figuras, primariamente animales e híbridos, son bastante raros. Se conoce algún ejemplar con figuración humana.
El Estilo del Macho Cabrío Salvaje, trazado desde los comienzos del siglo VII a.e.c., se desarrolló en el sur de Jonia. Mileto es el centro principal de producción, si bien Éfeso y Samos también pudieron ser referentes importantes. La fase Antigua (corresponde a la fase Jónica Arcaica Meridional Ia), se conoce gracias a la presencia de enocoes y ánforas, además de algunas cráteras. Las piezas presentan animales confrontados y las figures humanas son raras. Las vasijas muestran una zona figurada, mientras que el resto es decorado con motivos geométricos y curvilíneos. El último cuarto del siglo VII vio el advenimiento de la fase Media del estilo (coincidente con el Jónico Arcaico Meridional Ib y c). Se mantiene el enocoe, pero hay también otras formas, que incluyen la crátera, el dinos, las copas, el ánfora piriforme y lekánides tardías. El enocoe puede llevar ahora un segundo friso con animales bajo la zona posterior. El primero, sin embargo, sigue siendo el campo primario. A menudo lleva elementos florales centrales a cada lado de los cuales se localizan varios animales e híbridos heráldicos. En ocasiones, se muestra un felino con su presa sin vida. La segunda zona figurada puede llevar perros que acosan a varios herbívoros, o una serie de cuadrúpedos-
En las últimas piezas del Estilo del Macho Cabrío Salvaje Medio II (y del III), en el primer cuarto del siglo VI a.e.c. (Jónico Arcaico Meridional Id), el segundo friso de animales puede ser reemplazado por una serie de bandas horizontales. El fin de esta tradición estilística  acontece en la mencionada sexta centuria antes de nuestra era. Sufrió una transformación que conllevó la creación del estilo Fikellura.
Recientes descubrimientos han demostrado que las fases más antiguas del Estilo del Macho Cabrío Salvaje se produjeron también en el norte de Jonia. En esta región las vasijas combinaban los frisos con la técnica del Macho Cabrío con la de figuras negras corintia. A pesar de su denominación como Macho Cabrío Tardío (Jónico Arcaico Septentrional Id), el estilo es paralelo a las últimas formas del Jónico Medio Meridional. Incluye cráteras, dinos, copas, platos y enocoes. El estilo admite frisos con animales e híbridos, con la presencia de alguna figura humana y divina. Algunos platos, probablemente votivos, muestran una Potnia Theron, mientras que fragmentos de un enocoe excavado en Egina enseñan una serie de figuras femeninas, tal vez danzando y cantando. Se trata de un motivo que luego sería muy popular en las cerámicas de figuras negras del norte de Jonia. 
La cerámica pintada de Eolia es relevante a partir del siglo VII a.e.c. Tras un período Subgeométrico, la producción eolia (Eolio Arcaico I), puede dividirse en dos categorías principales: la cerámica del Estilo del Macho Cabrío Salvaje y la del Estilo Punto. 
El inicio del Estilo del Macho Cabrío Salvaje eolio se localizan en el tercer cuarto del siglo VII, y finaliza hacia mediado el VI a.e.c. Aunque sus formas habituales son los enocoes, dinos, platos, stamnoi, lekánides y cráteras-esquifos, su forma más significativa es el ánfora, que presenta un campo primordial que puede contener animales, formas humanas e híbridos en cada uno de sus lados. Las más antiguas ánforas pueden llevar intrincados patrones en las zonas decorativas del cuello y de la parte inferior de la vasija. En las fases media y tardía del estilo esas áreas llevaban motivos geométricos más simples o bandas horizontales.
En el Estilo Punto, las escenas figuradas de animales son excepcionales, en tanto que  abundan los motivos geométricos y florales, que dependen de los prototipos del estilo del Macho Cabrío Salvaje. 
Los pintores sobre vasos eolios de los siglos VII y VI a.e.c. representaron algo más la figura humana que sus contemporáneos jonios. Un grupo de dinos dio nombre al Grupo A de Dinos de Londres. En este grupo, un determinado número de fragmentos muestran figuras humanas. Incluso se ha identificado una escena como el juicio de Paris. Los talleres eolios principales se localizaban en Cime y en la región colindante.
La cerámica de Quíos tuvo también una fase del Macho Cabrío Salvaje Antiguo y Medio. Se conocen enocoes con cuello en la forma de una cabeza de bovino, y también formas como los cántaros, fiales y platos. La decoración de figuras negras, con ciertos rasgos corintios, en las que se ejecutan técnicas miniaturistas y se retratan animales e híbridos en frisos, aparece en torno a 600 a.e.c. Los cálices más simples, con uno o dos animales, y con humanos ocasionalmente, se continúan produciendo hasta más o menos 530 a.e.c. La primera mitad del siglo VI a.e.c. conoce la producción de una serie de cálices decorados con figuras, a menudo en escenografía mitológica, con procesiones rituales y danzantes. Entre los rasgos característicos de este estilo se encuentra el uso extensivo de la policromía, quizá por influencia de la pintura mural monumental.
La pintura vascular de Quíos incluía, primariamente, frisos simples con ornamentos de hojas y bandas. En Cnidos y en Rodas muchos fragmentos de platos portan representaciones en silueteado de barcos, un tema muy apreciado en los asentamientos marítimos. De la región doria oriental, a pesar de su inscripción en alfabeto argivo, es bien conocido el plato Euforbo, en el que se representa el duelo entre Menelao y Héctor acerca del cadáver de Euforbo, si bien no es la versión conocida de la Ilíada. La policromía del plato y su figuración son reminiscentes de los desarrollo cicládicos contemporáneos. Por otra parte, el motivo del par de ojos sugerentes entre los dos guerreros combatientes es un rasgo destacado.
Las sítulas se atribuyen al área doria oriental. Las formas deben sus orígenes a Egipto, y también egipcios son los ecos que se identifican en algunas escenas que se observan en las ellas. Las piezas más antiguas conocidas, que se fechan entre los siglos VII y VI a.e.c., fueron excavadas en Samos y estaban decoradas en el Estilo del Macho Cabrío Salvaje Medio. La mayoría de los ejemplos son tardíos y están decorados en figuras negras, a menudo con temáticas mitológicas. Los ejemplos tardíos llevan en la parte inferior zonas oscuras en las cuales hay motivos florales incisos. Esta técnica es conocida como Vrouliana y es observable en copas y ánforas atribuidas a Rodas.
Un grupo de cerámicas finas con rojos y blancos como colores básicos llevan la denominación de Vasijas Efesias. Sus ejemplares principales proceden de Éfeso y Sardes. Lidia también produjo su propia y específica versión del Estilo del Macho Cabrío Salvaje, adoptado entre fines del siglo VII y comienzos del VI a.e.c., y conocido en enocoes y stamnos. Se trata de un estilo claramente provincial.
Algunos hallazgos carios emparejan los frisos figurados del Estilo del Macho Cabrío Salvaje con zonas modeladas características del Estilo Fikellura (Jónico Meridional-Milesio Arcaico II). Las piezas excavadas en Mileto muestran que esas piezas carias reflejan desarrollos originados en los talleres milesios. Hacia 560 a.e.c. el Estilo Fikellura es reconocible ya como independiente. Aunque primariamente conocido a través de escenas ejecutadas en pequeña escala, también existen vasos decorados con miniaturas en los hallazgos en Mileto. El estilo finalizó con la destrucción aqueménida de Mileto en 494 a.e.c. 
En las vasijas más antiguas de Fikellura las escenas que representan primariamente humanos, pero también híbridos antropomórficos como un hombre con espada con cabeza de perro y varias figuras aladas con cabeza de falo, acompañadas de humanos, hombres y mujeres, son bastante comunes. Las escenas de komastes danzantes, y otras en las que se representan elegantes hombres reclinados en divanes y mesillas decoradas mientras beben y son acompañados de músicos, aportan conocimientos clave de las prácticas milesias. Los participantes en los banquetes y escenas de symposion pueden aparecer nombrados por inscripciones. Los temas mitológicos son relativamente importantes, como se evidencia por la presencia de sátiros y centauros, una Potnia Theron y, tal vez, un Heracles en lucha con Busiris en Egipto. Hubo una marcada tendencia a retratar figuras antropomórficas aladas volando.
Las cerámicas de Estilo Fikellura pueden estar decoradas en un buen número de diferentes maneras, tanto con zonas horizontales, con una o más llevando escenas figuradas y con una o dos figuras en campo libre, como con el cuerpo enteramente cubierto de ornamentos, tales como cadenas de volutas y palmetas, en especial sobre enocoes, que imitan el plumaje de las aves. En ocasiones, zonas secundarias de fondo oscuro pueden mostrar motivos discretos, del tipo de flores de loto o rosetas de puntos. Una pareja de ojos pueden aparecer representados en las vasijas. Con este motivo se las dota de ánimo y pone bajo escrutinio a sus usuarios.
El rango de las formas de Fikellura es bastante extenso: enocoes de varios estilos, ánforas, cráteras, dinos, copas, hidrias, stamnoi y cántaros. La mayoría de esas formas encuentran un lugar concreto en los symposia o banquetes. También se conocen los aríbalos esféricos usados para los arreglos personales. La mayoría de las piezas Fikellura provienen de excavaciones en Mileto, concretamente de santuarios.
Con posterioridad a las vasijas bilingües de Estilo del Macho Cabrío Salvaje y Fikellura, aparecieron estilos transicionales entre los estilos de figuras negras del Macho Cabrío Salvaje Tardío y del Jónico Septentrional Arcaico II. La producción de figuras negras del Jónico Septentrional parece haberse focalizado en Clazómene, aunque también en Ceos y en Esmirna.
Las figuras negras transicionales se datan hacia 560 a.e.c., y se aplicaron sobre dinos, enocoes, cráteras, píxides y aríbalos. Una temática común son los komastes, así como las carreras de carros y las hileras de jóvenes doncellas danzantes. En las décadas posteriores las filas de mujeres se convirtieron en la enseña de las figuras negras del Jónico Septentrional. Pueden ser contempladas como el equivalente femenino de las filas de jóvenes varones jinetes. Ambos temas pudieran representan ceremonias, en un presumible contexto religioso, en las que el énfasis eran puesto en la presentación de la juventud de la comunidad. En las etapas más arcaicas los animales aparecen con regularidad en las zonas secundarias. Las escenas míticas, por el contrario, no fueron prominentes[1].
Las figuras negras de Clazómene, datadas en el segundo y tercer cuarto del siglo VI a.e.c., se dividen en tres grupos estilísticos principales que son sucesivos en el tiempo. El más antiguo es el Grupo Tübingen, datado entre 560 y 540 a.e.c., notablemente representado por grandes ánforas. El campo decorativo mayor es ocupado por una cadena de jóvenes mujeres danzantes, mientras que los animales se encuentran, normalmente, en las zonas subsidiarias. En 540, y hasta 520 a.e.c., el grupo dominante fue el Grupo Petrie, especializado en ánforas de cuello alto. Series de jóvenes mujeres cubren comúnmente el panel principal, al igual que lo hacen las escenas de jinetes, con jóvenes varones desnudos, acompañados de figuras como ménades y sátiros. Todos ellos forman el tema principal. El cuello de las vasijas y la zona bajo el panel principal puede mostrar esfinges y cráneos. Finalmente, el Grupo Urla (540-510 a.e.c.) es conocido en formas como cráteras, ánforas, hidrias, dinos y píxides. El grupo, decorado con los característicos temas de la cerámica de Clazómene, como jóvenes danzantes, sirenas y gallos, se ha destacado notablemente por un ánfora que muestra una esfinge que confronta a un hombre barbado, a menudo identificado con Edipo. Recientes excavaciones en Clazómene han desvelado fragmentos de otra ánfora con una figura femenina en compañía de una o varias esfinges. El corpus clazomenio incluye también un pequeño número de escenas figurativas que se pueden asociar con la guerra de Troya y con el nostos de Odiseo.
Las ánforas ovales de la clase Knipovitch, datables en el tercer cuarto del siglo IV a.e.c., muestran paneles frontales en los que aparece un caballo alado. De modo análogo, las ánforas de la clase Enmann suelen mostrar sátiros y otros temas relacionados con lo dionisíaco, así como animales y composiciones con palmetas cruciformes de loto. Ambas formas son características de los hallazgos en la región del Mar Negro.
La cerámica de figuras negras todavía fue producida en varios centros en el último cuarto del siglo VI a.e.c. Ánforas y lekanis están entre las formas que fueron decoradas con series monótonas de sirenas y animales. La posterior cerámica figurada en la Grecia oriental parece confinada a inicios del siglo IV, en cerámicas rojas y blancas de Esmirna, las cuales llevan primariamente un estilo floral y retratos de monos y toros silueteados.
Los principales recipientes de la cerámica de la Grecia oriental allende la región se encuentran en Naucratis y en sitios del área del Mar Negro, sobre todo Berezan, Tocra y también Cirene. Las concentraciones de cerámica griega oriental del siglo VII a.e.c. en algunos sitios del Levante y de piezas de figuras negras de Clazómene en Tell Defenneh, en el delta del Nilo oriental se pueden atribuir a la presencia de mercaderes más que de comerciantes. Las cerámicas decoradas pudieron desplazarse también hacia el este, hasta Anatolia. Desde fines del siglo VIII y comienzos del VII a.e.c., los kotylai con pájaros de Jonia Septentrional llegaron hasta Sicilia.
Las vasijas con el Estilo del Macho Cabrío Medio, y también Tardío, específicamente enocoes y platos surjónicos, se encuentran en numerosas regiones del Mediterráneo, sobre todo en Egipto (esencialmente Naucratis), Rodas, Creta, Chipre, el Levante (en concreto Al Mina), Tarso en Cilicia, y en asentamientos del norte de la costa egea y de las costas del Mar Negro, en Cirenaica y Sicilia.
Piezas del Estilo Fikellura (particularmente ánforas y enocoes) también están bien  representadas en Naucratis y Tell Defenneh, y, en un número menor, en sitios del Levante, en Chipre, Cirenaica, así como en Sicilia y Anatolia.
Se ha sostenido que hacia la mitad de la sexta centuria antes de la era común se produjo un éxodo de artesanos de Grecia oriental y que un determinado número de jonios del norte encontraron una base en Etruria, en donde fabricaron vasijas del Grupo de Northampton, como los dinos campanos, la hidria Ricci y las hidrias ceretanas. Por el contrario, las piezas finas greco-orientales, conocidas por los restos que llevan motivos ornamentales y florales, se documentan principalmente en la región del Mar Negro y en el Helesponto.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. Feiap, Granada. Agosto de 2016.



[1] Una única ánfora que muestra cartuchos del faraón Apries, así como otros motivos vinculables con Egipto, se ubica en los años formativos de las figuras negras del Jónico Septentrional.  

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