1 de junio de 2021

Poblaciones del antiguo norte de África: Garamantes y Númidas

En la época en la que los colonos fenicios y griegos alcanzaban las costas norteafricanas ya habitaban la región un pueblo denominado garamantes. A pesar de que hoy se trata de un terreno rocoso y árido, las fuentes grecorromanas mencionan su dieta, consistente en uvas, trigo, cebada e higos. En la zona norte de la región de los Garamantes, dicen estas fuentes, se encontraba una estrecha franja de tierra seca que era el único sitio en donde crecía la planta llamada silfio, que griegos y romanos buscaban ávidamente por sus propiedades gastronómicas y también medicinales. Según Heródoto los enemigos principales de los garamantes eran una población que moraba en cavernas (de ahí su denominación como trogloditas), a quienes combatían con lanzas desde sus carros. 

A partir de la presencia griega en tierras libias estas poblaciones acabaron por explotar los recursos mineros y el comercio. Se establecieron como intermediarios de bienes que transitaban la región trans-sahariana y el ámbito del Mediterráneo, comerciando con las gentes meridionales de África en busca de marfil, esclavos y oro.

Se sabe muy poco de su religiosidad. Silio Itálico, el escritor romano del siglo I, afirma que los garamantes consultaban a sus deidades en tumbas proféticas. Nombre como su principal divinidad un tal Ammon, denominación que tal vez esté en relación con el Amón-Ra egipcio (Amun). En época de la presencia romana los garamantes empezaron a urbanizarse. Entre sus asentamientos destaca el más extenso de ellos, de nombre Garama, en Libia. Desde ahí llevaban a cabo saqueos en provincias romanas ubicadas más hacia el norte, hasta que hacia 203 el emperador romano Septimio Severo dijo basta. Al final de la etapa romana, vemos a los garamantes desarrollando un sofisticado sistema de irrigación, aunque con el tiempo los niveles de los acuíferos bajarían y el sistema colapsaría por la falta del vital líquido. Finalmente desaparecen del registro histórico a comienzos del siglo VIII.

Numidia, cuyo nombre parece derivar de nómada a partir de la denominación griega, se configura como Estado en relación a Cartago. Estas gentes merodeaban en los alrededores de la colonia fenicia, ejerciendo como mediadores de las tribus seminómadas del desierto. Vivían como tribus autónomas con escasa presencia de lealtades entre ellos por parentesco. En cualquier caso, los cartagineses trataron con sus vecinos númidas como un simple grupo. Su diplomacia ayudó a crear dos confederaciones tribales hacia 200 a.e.c., que recibieron el nombre de Masilios (orientales) y Masesilos (occidentales). Entre ambos acabarían formando una nación que ocuparía buena parte de la actual Argelia, expandiéndose sobre Mauritania hacia el oeste y Túnez por el este.

Los númidas fueron parte integrante del fuego cruzado entre Cartago y Roma en sus enfrentamientos militares, específicamente en las dos primeras Guerras Púnicas (264-241 y 218-201 a.e.c.). Inicialmente, apoyaron a Cartago, ciudad con la que comerciaban y a la que servían, en ocasiones, como mercenarios, hasta que Masinisa optó por cambiar de bando (a la postre un cambio acertado, desde la perspectiva práctica del momento). Los victoriosos romanos convirtieron a Masinisa, como recompensa, en rey supremo de Numidia, gobernando casi medio siglo como aliado de Roma.

Bajo su liderazgo, los númidas se asentaron en ciudades, el Estado desarrolló la amonedación y floreció el comercio del aceite de oliva, en concreto a través del puerto de Cirta. Hacia 118 a.e.c. sería Yugurta quien, utilizando a su favor la corruptela de algunos senadores romanos y asesinando a sus rivales, llegaría al poder. A pesar de una inicial cercanía con Roma, los romanos atacarían su reino, en lo que se ha dado en denominar la Guerra Yugurtina (entre 112 y 105 a.e.c.), en principio signada por la corrupción,  incompetencia e ineficacia de los oficiales romanos, aunque ulteriormente la fuerza romana acabaría imponiéndose. Capturado Yugurta, sería ejecutado, lo cual vendría acompañado de una notable pérdida territorial de Numidia en favor de un Estado cliente de Roma, Mauritania.

Ya con César en el poder, el Estado númida sería dividido entre Mauritania y la provincia romana de África. Un tiempo después, el rey Arabio intentó revivir el reino de Numidia, en especial tras la desaparición de Julio César, aunque únicamente logró reinar cuatro años antes de perecer asesinado.  

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP-UFM, junio, 2021. 

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