Imágenes: todas las
imágenes son personales, realizadas por el autor
En
esta reseña se harán unos breves comentarios acerca del acercamiento hermenéutico
que comencé a llevar a cabo en relación a ciertas piezas del Museo Arqueológico
de Heraclion (en la isla de Creta), casi con total seguridad, mucho menos
conocidas que algunas de las más espectaculares que el museo posee (sarcófago de
Hagia Triada, frescos minoicos de Cnosos, diosa de las serpientes, conjunto de
deidades con los brazos levantados o la, casi única, estatua de
Hades-personalidad y Perséfone, entre otras muchas más). El hilo conductor es
la búsqueda de connotaciones mítico-religiosas.
En
primer término un plato cerámico con representación de lo que puede ser un par de sacerdotisas
reverenciando a una deidad, en una suerte de danza; en segundo lugar, un modelo
de santuario en forma de casa con tejado móvil con cuernos de la consagración,
que posee una figura descansando sus pies sobre un escabel, probablemente una
sacerdotisa que plausiblemente representa una escena de epifanía dramatizada,
siendo la propia sacerdotisa una parte presente en un tipo de representación divina
o mítica teatralizada; en tercer lugar, un modelo en terracota de stoa con dos columnas y muro con
ventana, en donde están cuatro figuras recibiendo ofrendas sobre altares, de
parte de otras dos más pequeñas con vasos en sus manos. Podríamos estar ante una
escena de culto a los antepasados, relacionado con los fallecidos inhumados en
la tumba en donde apareció la pieza.
En
cuarto término, se aprecia el cuello de una jarra con impresiones de sello
cilíndrico en el que parece apreciarse el asesinato de una mujer por parte de
dos figuras masculinas con espadas ante la presencia de otra mujer. Tal vez sea
la prefiguración de una escena de la Orestíada
de Esquilo, la muerte de Clitemnestra por Orestes delante de Electra; en quinto
lugar, un cuenco cerámico con animales en sus bordes y un ave en el centro,
contemplada por una figura antropomorfa con manos sobre la cabeza. Podría ser
la preconcepción de espacio paradisíaco con la presencia del alma del fallecido
en el centro en forma de ave, y el difunto (humano), en actitud de plegaria,
con manos sobre la cabeza; en sexto lugar, una placa de mármol con Leda siendo
vulnerada por un enorme cisne (Zeus metamorfoseado) en presencia de un
colaborador Eros, en plasmación aparentemente clara del conocido mito.
Por
su parte, en séptimo lugar, vemos un tambor de bronce de la cueva del monte Ida
con lo que puede ser la representación del mito de nacimiento del Zeus
cretense, cuyos lloros eran acallados por los curetes. En el centro estaría
Zeus sobre un toro y dominando un león. Aparece flanqueado por los curetes,
representados al modo de démones
alados asirios que están golpeando tambores, siguiendo influencias orientales;
en octavo término, la decoración de una urna funeraria con una figura alada
masculina, probablemente el mítico Talos, siendo flanqueado por esfinges; y en
noveno lugar, vasija funeraria compuesta de un cuerpo en forma de ave, cabeza
de toro y asa en forma de cuerpo y cabeza de una mujer en posición ecuestre.
Podría tratarse de una alusión al rapto de Europa por Zeus, esta vez en forma
de toro. Son relevantes los detalles pintados del cabello y la cara femenina
así como las alas del pájaro. No obstante, también podría ser una suerte de
sirena, aunque la cabeza de toro resulta aquí peculiar.
UM-AEEAO-UFM, septiembre, 2022.
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