EMPERADOR QIANLONG COMO MANJUSRI, BODHISATTVA DE LA SABIDURÍA. G. CASTIGLIONE. DINASTÍA QING
Esta
pintura, de época Qing, es un reflejo de la estrategia política del emperador
Qianlong (1736-1796) y representa sus propias creencias personales. Testimonia,
por lo tanto, la naturaleza multicultural de su corte. El soberano aparece
representado en el centro de un thangka (pintura religiosa de estilo
tradicional tibetano). Su rostro fue pintado por el artista y misionero jesuita
italiano Giuseppe Castiglione. Aparece
aquí como el bodhisattva Manjusri (Señor de la Sabiduría), y como la cabeza de
la jerarquía tibetana. El paisaje a su alrededor muestra nubes auspiciosas y se
representa la montaña sagrada china Wutai shan, con sus cinco cumbres.
En la
inscripción se señala que Manjusri es el “gobernante” de la fe búdica. Al
asumir la identidad del bodhisattva, la reivindica para sí mismo. La
importancia de esta función estriba en remarcar las relaciones políticas entre
Qianlong y los residentes mongoles y tibetanos, expresadas en una retórica
cultural budista, no confuciana. El propio mandatario ordenó crear diversos
thangkas, con él mismo como deidad central, para ser ubicadas en diversas
capillas budistas tibetanas que erigió en Beijing. Uno de ellos se encuentra en
el palacio Potala en Lhasa, Tíbet, en la residencia del Lama.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. Doctorado en Historia, UCV
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