Imágenes, de arriba hacia
abajo: Mosaico de las Musas; hemiestátera celta gala; denario con la figura de
Venus; y áureo de Leliano.
Cuatro referentes
arqueológicos destacables y, en consecuencia, dignos de ser comentados con un cierto
detenimiento en el detalle (aunque sin exagerar). Un mosaico y tres
espectaculares ejemplos de numerario. El primero es el Mosaico de las Musas
(Djem, Túnez), datado en el siglo III; en este caso el fragmento alusivo a
Maias (origen del nombre del mes de mayo, denominación que proviene de la diosa
Maia). Se trata de una deidad itálica de la primavera que en Roma se asoció al
nacimiento. El segundo, es una espectacular moneda celtibérica, una
hemiestátera que se ha relacionado con los Aulercos-Eburovicos que habitaban la
región del río Loira en la Galia. Destaca por su esquematismo, tanto del jinete
como de la montura, con formas volumétricas casi cubistas. Se puede apreciar en
el Museo de Palencia. La tercera forma parte también del numerario, en esta
ocasión romano: un denario de plata de Faustina la Menor (hija de Antonino Pío
y esposa del gran Marco Aurelio). Aquí la representación corresponde a la diosa
Venus (la Afrodita griega, de la cual procede, por cierto, Aphro, el origen de Aprilis, el nombre del mes), que se encuentra
de pie sosteniendo en una mano una Victoria y en la otra un escudo. Esta última
pieza, por cierto, se encuentra en el Museu Arqueológico Diego de Sousa de
Braga, Portugal.
El cuarto y último es
el célebre áureo dorado del siglo III, de gran valor por su escasez (únicamente
se conocen un par, la otra moneda es un vellón antoniniano acuñado en Maguncia
o Tréveris, como el áureo). Corresponde a un tal Ulpio Cornelio Leliano, algo
más que un efímero emperador (ni dos meses de mandato antes de su fallecimiento
por asesinato) durante el año 269. Es un ejemplar que fue descubierto durante
unas obras en una carretera inglesa. Este hombre había sido un veterano del
ejército (un oficial) que encabezó una rebelión en Maguncia, como muchas que
habría en tiempos cercanos al de su vida, y posteriores, ante Póstumo. En el
anverso, Leliano con corona de laurel y la leyenda respectiva, mientras que en
el reverso Temporum Felicitas, una
figura femenina (una personificación), reclinada que sostiene una rama y se
apoya en una liebre. ¿Liebre (o conejo), como reivindicación de Hispania,
teniendo en cuenta el posible parentesco de Leliano con Trajano y Adriano, que
pertenecieron a la familia de los Ulpios?. Imposible no parece.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, junio, 2020.
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