La imagen que se
muestra es el dibujo realizado por el profesor Antonio
Lombatti, de la Universitá Popolare de Parma, de un relevante e impactante grafito
en el que se observa una crucifixión. Fue hallado a finales de la década de los
cincuenta del pasado siglo en una de las tabernae
que se excavaron en el célebre antiguo puerto de Puteoli (hoy Pozzuoli, en
Nápoles) en esa época. La cruz tiene un tamaño de unos cuarenta centímetros de
alto, mientras que la figura, previsiblemente una mujer, unos treinta y cinco
centímetros. Ha sido datado, como otros varios existentes en las paredes, de la
época de Trajano o, tal vez, Adriano. En la parte izquierda de la imagen, sobre
la espalda, aparece inscrito el nombre griego Alkimila, sugiriendo que pueda
ser el nombre de la persona crucificada, si bien no es seguro que sea así, pues
puede ser un texto posterior y no estar asociado a la representación. Las
curiosas marcas que cruzan el cuerpo tal vez sean una manera de representar el
desollamiento de la piel o la flagelación. Al lado de la solitaria inhumación
del hombre de Gabelo y del clavo en el calcañar del hallazgo de los restos de Jehohanan
a fines de los sesenta del pasado siglo en Jerusalén, esta es una de las tres
únicas evidencias iconográficas y arqueológicas del no menos famoso castigo de
la crucifixión, que los romanos emplearon con profusión.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, agosto, 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario