2 de octubre de 2023

Los primeros seres humanos en América




IMÁGENES, DE ARRIBA HACIA ABAJO: MAPA QUE MUESTRA LOS POSIBLES CORREDORES DE PASO DE POBLACIÓN, COSTERO Y ENTRE LOS ESCUDOS LAURENTINO Y CORDILLERANO; GRUPO DE PUNTAS CLOVIS DE NORTEAMÉRICA; Y PUNTAS DE COLA DE PESCADO PARA LANZAS DE SUDAMÉRICA, CON LAS QUE PROBABLEMENTE SE PUSO FIN A LA MEGAFAUNA AMERICANA.

Si hay un aspecto que reviste cierta seguridad al respecto del poblamiento del continente americano es el hecho de que los humanos modernos entraron en América desde el sector nordeste de Siberia usando el corredor terrestre que apareció en el centro de Beringia1 entre hace 27.000 y 14.000 años. Previamente al surgimiento de este paso se constata la presencia humana adaptada a climas subárticos en el norte de Siberia hace unos 32.000 años (yacimiento Yana RHS, con hallazgos de dientes humanos, también Alekseevsk, Ust’-Kova)2. Unas cuantas poblaciones habrían quedado aisladas en el nordeste de Asia o en la misma región de Beringia hace unos 25.000 años, de forma que quedarían desconectadas de sus parientes asiáticos. Aquí, aisladas, empezaron a generar grupos genéticos específicos que serán los que originarían los indígenas americanos.

Al empezar a mejorar las condiciones climáticas, en torno a hace 18.000 años, los cazadores y recolectores de Eurasia continuarían su expansión en coincidencia con el aumento de las estepas con presencia del mamut en Beringia, mientras las poblaciones aisladas en Beringia iniciarían su desplazamiento hacia el oriente y al sur, para posteriormente alcanzar los territorios que se hallaban más allá de los glaciales de las montañas Rocosas (bloque Cordillerano) y del escudo Laurentino. Desde ese momento, es factible la expansión humana por un continente libre de hielos y que contaba con una megafauna de mamíferos considerable.

Aunque la llegada inicial de humanos a América entre 18.000 y 16.000 años antes del Presente no concuerda con una supuesta presencia previa en ciertos lugares de Norteamérica y Sudamérica, caso de Bluefish Cave, Chiquihuite o Cerutti Mastodon en el norte del continente, y de Monte Verde I y Arroyo del Vizcaíno, en el sur, los modelos de ADN confirman que los humanos americanos tienen orígenes asiáticos y se dispersaron al sur de los bloques glaciales de Norteamérica después de un aislamiento en Beringia durante el Último Máximo Glacial (18.000-16.000 años). Los restos humanos americanos más antiguos descienden de esta población. Si existió un poblamiento anterior, no dejó rastros genéticos en las ulteriores poblaciones, lo que supondría considerar una extinción general de estos seres humanos anteriores en todo el continente3.

Al llegar los humanos al este de Beringia la población siguió su camino hacia el sur al liberarse de glaciales el corredor de la costa del Pacífico, hace unos 17.000 años (anterior en casi cuatro milenios al de Alberta). Una vez atravesado el corredor, continuarían su proceso expansivo por la zona meridional y occidental de Norteamérica hasta llagar a Sudamérica. La evidencia arqueológica y genética se encuentra en yacimientos sudamericanos como Monte Verde II, Huaca Prieta (de hace unos 14.500 años), además de Arroyo Seco II (de hace unos 14.000 años). No obstante, no existe una evidencia semejante en Alaska para estas mismas épocas, pues las más claras corresponden al complejo Nenana (Dry Creek, de 13.500 años).

Hace unos 13.000 años surgen los cazadores (de bisontes y de mamuts) Clovis, originados al sur del manto de hielo cuando ya el interior de Norteamérica estaba poblada. En consecuencia, se ignora si surgieron de los cazadores de grandes mamíferos llegados por el corredor de Alberta (abierto ya hace 13.800 años), o de grupos dispersados previamente a lo largo del Pacífico y que después se habrían internado hacia las llanuras orientales.

Desde hace 13.000 años existen indicios de ocupación humana en Sudamérica, en regiones específicas, coincidentes además con el surgimiento y difusión de las puntas de cola de pescado, como es el caso de las pampas de Brasil, Uruguay y Argentina, la Patagonia, la meseta brasileña, los Andes y las tierras bajas tropicales. En toda América la abundancia de megafauna experimenta un declive repentino al producirse la expansión de las puntas Clovis y de las de cola de pescado. La acción de los seres humanos, haya sido indirecta o directa, debió tener relevancia en la extinción de la megafauna de mamíferos.

A partir de hace 10.000 años antes del Presente se produce un cambio en las estrategias económicas en ciertas zonas, lo cual dará como resultado un aumento demográfico. Comienza a evidenciarse la explotación sistemática de los recursos marinos, en especial de la costa del océano Pacífico y, posteriormente, empiezan a cultivarse plantas y a domesticarse animales, como los camélidos en la región andina. Estos procesos provocaron una significativa diversificación cultural a partir del Holoceno, lo cual será el fundamento de la enorme variedad de grupos étnicos que los conquistadores y colonizadores europeos se encontrarían a fines del siglo XV.

Bibliografía

PRATES, L. & POLITIS, G.G. & PÉREZ, S.I., Los prmeros pobladores de América. El auténtico descubrimiento del Nuevo Mundo, edit. Salvat, Barcelona, 2023.

GOEBEL, T. & HOFFECKER J.F. & POWERS, W.R., “The colonization of Beringia and the peopling of the New World”, Science, 259, 1993, pp. 46-53.

GOEBEL, T. & POWERS, W.R. & BIGELOW, N., “The Nenana complex of Alaska and Clovis origins”, Journal Clovis origins and adaptations, Center for the Study of the First Americans, Oregon State University, 1991, pp. 49-79.

MADSEN D.B. (edit.), Entering America: Northeast Asia and Beringia before the Last Glacial Maximum, University Utah Press, Salt Lake City, 2004.

1 Beringia abarcaría la plataforma continental de los mares de Bering y Chukchi, incluyendo el este de Siberia, con la península de Kamchatka y casi todo el territorio de Alaska.

2 Los restos hallados en Yana RHS son las evidencias más arcaicas de poblaciones norsiberianas, y están vinculadas a las del yacimiento de Mal’ta, en el sur de Siberia. Con una datación de hace 24.000 años, casi la mitad de la carga genérica de los indígenas americanos procede de este lugar. Por otra parte, los yacimientos Ushki 1 y Ushki 5, en la península de Kamchatka, con una antigüedad entre 13.500 y 12.000 años, poseen elementos semejantes a los contextos arqueológicos más arcaicos de Alaska central, esos del complejo Nenana.

3 Únicamente las huellas humanas encontradas en el yacimiento de White Sands, datadas en hace 22.000 años, parece una evidencia sólida a ser considerada como registro de esta posible población pionera, aunque nunca poblaría el continente ni dejaría descendencia. 

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-AEEAO-UFM, octubre, 2023.

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