PINTURA QUE REPRESENTA AL YOGA KUNDALINI. MUSEO NACIONAL DE DELHI.
Los tantristas usan la relación
corporal como una herramienta para alcanzar la espiritualidad, en tanto que el
cuerpo físico esconde otro sutil que debemos despertar. El ser humano está
atravesado, desde los genitales hasta la cima de la cabeza, por tres canales de
energía vital verticales. El del centro (Sushmana),
sigue la columna vertebral, mientras que los laterales (Ida y Pingla,
respectivamente), uno a cada lado, rodean a este, aunque comienzan y acaban
juntos. En el central hay siete chakras o círculos, que son niveles de
conciencia que se representan a través de flores de loto de colores y formas
distintas. En la base del loto más bajo se unen los tres canales, que es donde
se halla la energía cósmica que se denomina kundalini,
imaginada como una sierpe enroscada[1].
Para empezar a progresar espiritualmente hay que despertarla y enderezarla,
provocando que suba por Sushmana en
distintas y sucesivas etapas; esto es, chakra a chakra. En cada nivel se abren
al ser humano nuevas percepciones. Uno de los métodos para lograr esto es el
sexo ritual, pues la unión de sexos es el fundamento del universo, en virtud de
que el poder que lo ha creado y lo mantiene, es una entidad bipolar, principio
femenino y masculino (en forma de pareja divina, Prakriti-Purusha,
Shatrupa-Manu, o Shakti-Shiva). No obstante, tal proceso incluye ayuno, yoga,
meditaciones y el control de la respiración. Antaño, se llevaba a cabo en
lugares solitarios, apartados, sobre todo en los crematorios, porque se
entendía que ahí se borraba la diferencia entre vida y muerte. La preparación
para la ceremonia ritual incluía consumir carne y pescado, además de bebidas
alcohólicas y, tal vez, ciertas sustancias psicotrópicas. Para intensificar la
experiencia se usaban también yantras[2]
o dibujos esotéricos, mantras[3],
es decir, la recitación de palabras o sonidos mágicos, e incienso. En todos los
casos, el rito no era una acción frívola, pues se intentaba que la pasión fuese
controlada, entendiendo el placer como un éxtasis espiritual.
Los siete chakras son los
siguientes (desde abajo hacia arriba). Muladhar,
ubicado debajo de los genitales, y simbolizado por una flor de loto de cuatro
pétalos de color rojo con un cuadrado amarillo en su centro; Swadhisthan, unos pocos centímetros
debajo del ombligo, se representa en forma de luna creciente en el centro de la
flor de loto de color rojo y de seis pétalos; Manipur se encuentra a nivel del ombligo, y se simboliza a través
de un triángulo rojo en el medio de un loto de color azul que tiene diez
pétalos; Luego, Anahat, se localiza
en la región cardíaca, siendo representado con una flor de loto roja de doce
pétalos que tiene en su interior una estrella de seis puntas; Visuddh se ubica en la zona de la
laringe, y se visiona como un círculo blanco sobre una flor de loto, también
blanca, y de dieciséis pétalos. En este quinto círculo entramos en las esferas
celestiales. El sexto se encuentra entre las cejas, y se denomina Ajna. Se representa con una flor de loto
de dos pétalos blancos. Al llegar aquí se abre el tercer ojo, el de la
sabiduría; finalmente, en el punto más elevado de la cabeza se halla Sahasrara, representado por una flor de
loto de mil pétalos. Cuando kundalini
llega aquí, la persona es ya un Buda, un iluminado.
El tantrismo combina, en esencia,
dos técnicas: la complacencia (bhoga),
que incluye el sexo ritual, pero también ciertas experiencias estéticas y
algunas drogas, y la del yoga, la meditación, el ascetismo y la disciplina.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV. Doctorado en Historia
[1] La energía que creó el mundo
fluye a través del mismo; en consecuencia, también fluye a través de los seres
humanos.
[2] Yantra significa “instrumento”. Estos diagramas simbólicos se
emplean para focalizar la mente durante el proceso meditativo. Son, por lo
tanto, instrumentos de concentración. Se usan también en las prácticas yóguicas
y pueden ser llevados como amuletos. Se conforman a partir de formas
geométricas, esencialmente cuadrados, triángulos y círculos, además de modelos
florales (sobre todo el loto), bindhus
y esvásticas. En ocasiones se cree que poseen poderes mágicos.
[3] Sonido, sílaba, palabra o secuencia
de letras colocadas de cierta manera como un mecanismo de expresión energética.
Su recitación o cántico acerca al fiel a la deidad. Ayudan a focalizar la
concentración y es un elemento purificador.
Me interesa leer sobre la cultura de diversos lugares y por eso trato de conocer mucho sobre la historia de países de todo el mundo. Por eso cuando necesito buscar una informacion de buena fuente, suelo buscar en educatina
ResponderEliminarGracias Mario por el dato. Saludos.
ResponderEliminarUn artículo interesante.
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