Imagen: pintura a base de pigmentos minerales sobre algodón, que muestra un protector mundano, sometedor de demonios, propio de la religión bon. Rubin Museum Art, siglo XIX.
Se conoce con el término Bön a
un tradición chamánica y animista tibetana, que hoy en día es una de las más
relevantes escuelas espirituales en Tíbet. Uno de sus centros simbólicos
principales será el muy conocido monte Kailash, sacro también para el hinduismo.
La adaptación del Bön al Budismo
que llega de Khotan, desde las culturas
iraníes dentro del Tibet Occidental o desde India, propiciará la división entre
el Bon Blanco y el Negro. Los textos fundamentales del primero son los
Vehículos del Fruto, mientras que el Bon Negro o Arcaico rechaza el budismo y
sus enseñanzas se contienen en los Cuatro Vehículos de la Causa. Este Bön antiguo se fundamenta en diversas creencias acerca de la naturaleza y en prácticas
chamánicas de talante animista.
La tradición mítica del Bön,
señala que fue fundado por un personaje mitológico de nombre Shenrab Miwo,
quien habría habitado una suerte de tierra espiritual idealizada de nombre
Omolungring, lo que parece ser una mezcla de la idea de Shambhala, el Monte
Meru budista y el referido Kailash. Este lugar, asociado a tribus nómadas,
estaría en Persia o Arabia o bien al occidente del reino de Zhangzhung, que se
ubicaba en el Tibet Occidental. En consecuencia, es
probable que el Bön provenga
de Asia Central, tal vez de un área cultural iraní. Miwo llegaría a Zhangzhung,
siempre según la tradición, entre los siglos XI y VII a.e.c.
La influencia de Zhangzhung se
adentraría en el área de Yarlung, en Tibet Central, permaneciendo hasta la
fundación, por parte de Songsten-gampo, del primer Imperio Tibetano.
En las primeras etapas del Bön existió
un gran énfasis en el más allá, particularmente en el llamado Estado Intermedio,
de ahí la práctica de rituales funerarios muy precisos.
Muchos textos zhangzhung fueron
sepultados dentro de paredes de barro en el monasterio Samye por parte de un
gran maestro llamado Jampa-namka. Los bonpos enterraron, por tanto, lo que
puede entenderse como las enseñanzas Bön. Estos textos sepultados en
Samye, fueron descubiertos por primera vez en 913, pero luego fueron codificados
en 1017 por el gran maestro bonpo Shenchen Luga.
Hay algunos factores en común
entre el Bön y las tradiciones del budismo tibetano. Podría considerarse a los
bonpos como otra forma de budismo tibetano, si bien esto dependerá de la manera
que se tenga de definir la tradición budista. Lo cierto es que el Bön habla
sobre la iluminación, de alcanzar la iluminación y también de Budas. Además, el
Bön posee la tradición de los debates, igual que las tradiciones budistas
tibetanas, y enfatiza las ciencias tradicionales indias, como la medicina o la
astrología. El Bön, como el budismo tibetano, posee
monasterios y votos monásticos así como un sistema de tulkus, igual al de los monasterios budistas.
Algunos elementos tomados del Bön
por el budismo tibetano son determinados métodos de adivinación y el
llamado tejido de la armonía espacial, una tejido en forma de telaraña de hilos
con muchos colores que representan los cinco elementos. Proviene de la idea de
armonizar los elementos externos previamente al trabajo con los internos o
karma. En el fondo, se trata de armonizar los elementos y advertirle a los
espíritus que nos dejen tranquilos, pues el espíritu de alguna persona puede
ser robado, eventualmente, por espíritus dañinos.
El concepto de las famosas
banderas de oración proviene, asimismo del Bön. Poseen los colores de los cinco
elementos y se cuelgan para armonizar y equilibrar los elementos externos.
Muchas de tales banderas de oración portan la imagen del caballo del viento,
asociado al caballo chino de la fortuna. Del mismo modo, elementos de la
sanación Bön entraron al budismo como es el peculiar caso concreto de rociar
agua bendita con una pluma de ave.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP-UFM, julio, 2021.
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