DIVERSOS FRAGMENTOS ÓSEOS DE ORRORIN TUGENENSIS, HALLADOS EN TUGEN, KENIA, EN 2000.
El primero de los posibles
homininos más arcaicos conocidos es Sahelanthropus tchadensis, cuyos restos fueron
descubiertos por Michel Brunet y su equipo desde al 2001, siendo datados, a
través del método de cronología relativa denominado biocronología, entre 7 y 6
millones de años. Estos vestigios fósiles fueron hallados en Toros-Menalla, en
Chad. La evidencia geológica y paleontológica sugiere que Sahelanthropus vivía en un hábitat lacustre, de bosque bajo con
herbáceas y en zonas ribereñas bordeadas de bosques. Se cuenta con un cráneo y
dos mandíbulas. El cerebro de este espécimen era del tamaño del de un
chimpancé. El segundo de los posibles homininos más arcaicos es Orrorin tugenensis, cuyo nombre proviene
de los sedimentos de Tugen Hills, en el norte de Kenia, donde los fósiles
fueron encontrados. Según la datación de potasio/argón, Orrorin tendía una antigüedad de 6 millones de años. El primer
hallazgo se produjo en 1974, una corona molar, si bien ha sido recientemente,
desde el año 2000, cuando han salido a la luz doce especímenes más. Sus
descubridores fueron Martin Pickford y Brigitte Senut, paleo antropólogos del
Collège de France en París. El fémur de tugenensis
no es muy diferente del de los primates que se mueven entre los árboles, y la
morfología de sus dientes es semejante a la de los simios. El tercero y el
cuarto de los posibles homininos más antiguos corresponden al género Ardipithecus. El fósil más antiguo,
datado entre 5.7 y 5.2 millones de años, corresponde a Ardipithecus kadabba, de la zona del Awash medio, en Etiopía. Los
fósiles incluyen una mandíbula, algunos huesos pos craneales y dientes. Los
caninos superiores, además de muchos otros aspectos del fósil, semejan los de
los chimpancés. Los restos de Ardipithecus
ramidus proceden del Awash medio y de Gona, ambas regiones etíopes. Se han
datado entre 4.5 y 4 millones de años. La colección de fósiles consta de
dientes, diversas mandíbulas, algunos pequeños huesos de pies y manos y la
parte inferior de un cráneo. Sus caninos tienen una semejanza menor a la de los
simios que los de kadabba. Ciertos
rasgos vinculan a ramidus con los
homininos, especialmente la posición del foramen magnum; sin embargo, tanto ramidus como kadabba eran similares a un chimpancé. De estos cuatro potenciales
homininos, únicamente dos de ellos, Sahelanthropus
tchadensis y Ardipithecus ramidus,
tienen posibilidades reales de ser incluidos en la rama (clado) del árbol
filogenético hominino.
Prof. Dr. Julio López Saco
Escuela de Historia, UCV
Escuela de Letras, UCAB
No hay comentarios:
Publicar un comentario