14 de enero de 2019

Medallón de Septimio Severo



En la imagen tenemos un medallón de cobre del emperador, de origen ítalo-púnico, Septimio Severo Pertinax (193-211), acuñado en Roma en 195, como se infiere de la mención en la leyenda del tercer poder tribunicio del emperador y de su segunda tenencia del consulado. Se combina aquí un retrato con una escena explícita de propaganda política (algo bastante común en las monedas romanas, con la presencia de un “evento” o de una construcción). En las monedas griegas más antiguas, y también en las helenísticas, aunque puede haber un mensaje político, el mismo siempre aparece en términos simbólicos. El anverso muestra un poderoso retrato de Septimio, con su espalda desnuda hacia el espectador, con un escudo sobre su hombro izquierdo y una corona de laurel sobre su cabello. Es una imagen que semeja aquella de Augusto sobre el cameo Blacas. Tal vez se buscaba algo así como un eco de las representaciones de Alejandro Magno y sus grandiosas victorias orientales. En el reverso se muestra al propio emperador dirigiéndose a un grupo de legionarios que mantienen sus estandartes. Su brazo derecho está levantado, en el gesto de adlocutio, mientras que en su izquierda mantiene una espada, lanza o un bastón de mando. Más allá de él, se observa a su hijo mayor, Caracalla. La escena parece celebrar la relación entre el ejército y el emperador. La leyenda reconoce la fidelidad de los soldados (fidei milit). Tal vez medallones de este tipo fueran usados por los oficiales.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP. Enero, 2019.

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