El
caos ha sido interpretado como espacio por Aristóteles (Física), como agua por los estoicos o bien, más generalmente, como
materia informe anterior a la ordenación del mundo, como ocurre con Ovidio (Metamorfosis) o Luciano (Amores). En ambos se observa con
claridad la interpretación que origina el concepto moderno de caos como
confusión.
En
Hesíodo, por su parte, chaos
significa vacío, hueco, lo que implica que no es una materia, ni el estado
anterior, en virtud de que caos seguirá existiendo con posterioridad a las
cosas y objetos producidos a partir de él. Se trata de una entidad que,
incluso, puede tener descendencia, producida como suele ser habitual en los
seres primigenios; esto es, de forma automática, no en modo de reproducción
sexual. Caos es aquí la condición de la diferenciación, ya que tiene la
capacidad de crear distintas entidades debido a que provoca una separación
entre ellas. En términos generales, es contemplado como una abertura
(probablemente entre cielo y tierra).
Caos
no fue así siempre y, por lo tanto, no es eterno. Nació, se produjo. En tal
sentido, entonces, lo eterno es lo preexistente a chaos y en lo que se produjo la abertura. En consecuencia, caos
refiere el nacimiento de una entidad divina, primigenia, que surge del interior
de un arcaico continuo primordial. Gracias a la característica de su oquedad
logra separar este “continuo”, permitiendo que emerjan (manifestándose como
diferentes), un par de nuevas realidades, la de arriba (cielo) y la de abajo
(tierra). La aparición de caos es, así, el primer acontecimiento. Su producción
es el primigenio acontecer, la primera modificación producida sobre el anterior
estado de cosas previo al inicio del proceso cosmogónico. No se trata tanto de
que chaos fuera lo primero en orden,
sino que caos fue el propio origen de los hechos ocurridos, de los
acontecimientos. Con su aparición, se pone en marcha indetenible el reloj de
los acontecimientos, iniciando con su discontinuidad la línea temporal.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, agosto, 2019.
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