El yacimiento de Sayburç, habitado en el Neolítico, y datado en el 9000 a.e.c., se encuentra bajo un pueblo actual en la provincia turca de Şanlıurfa. Sayburç corresponde a una época en la que los grupos de cazadores y recolectores se estaban desplazando hacia el modo productivo propio de la agricultura, estableciéndose en asentamientos sedentarios. El lugar, excavado en 2021 bajo la dirección de la arqueóloga Dra. Eylem Özdoğan, de la Universidad de Estambul, destaca por varios edificios residenciales y una estructura comunal de grandes dimensiones que, probablemente, servía como lugar de reuniones. Presenta bancos alineados en las paredes. Unas imágenes narrativas se encontraron grabadas en los respaldos de algunos de estos bancos. Se trata de imágenes de animales y humanos, si bien en esta oportunidad las figuras coexisten formando una escena, el que se considera el relieve narrativo más arcaico conocido.
Tras iniciales descubrimientos de artefactos neolíticos en las estructuras modernas, la excavación encontró dos zonas de ocupación neolítica previos a la cerámica; la primera con edificios públicos, al sureste de los cuales se encuentran las ruinas de un asentamiento romano posterior; la segunda corresponde al antiguo distrito residencial.
Estos lugares de reunión grupal, para algunos una suerte se santuarios o templos, empiezan a ser recurrentes. El primer sitio de este tipo descubertos fue el célebre Gobekli Tepe, seguido de la identificación de al menos quince más, incluido el reciente de Karahan Tepe. Estos espacios ahora se conocen colectivamente como Tas Tepeler o colinas de piedra, y se caracterizan por ser lugares de reunión con representaciones estilizadas monumentales de personas y animales, así como pilares con un aspecto fálico. Por lo general, se construían en las cimas de las colinas. Sayburc también, aunque en una zona no tan alta como las cimas de las colinas de Gobekli Tepe y Karahan Tepe, desde donde los reunidos tenían una estupenda vista de la llanura que los rodeaba.
Las impresiones de la Dra. Özdoğan han sido publicadas en la revista Antiquity (número 96, 390, 2022, pp. 1599-1605). En su estudio, Özdoğan señala que la obra de arte puede considerarse un reflejo de la memoria colectiva de la comunidad, algo relativo a sus valores específicos. En este sentido, la evidencia arqueológica pudiera proporcionar una idea acerca de las tradiciones de las sociedades pretéritas.
Es probable que las figuras representadas en las escenas narrativas fuesen personajes relevantes para esta concreta primitiva comunidad agrícola. Quizá sean figuras míticas o hasta personajes históricos insertos en las presuntas tradiciones de la comunidad. La gran losa de piedra del yacimiento de Sayburç representa la historia de un par de hombres atacados por animales (son dos hombres y tres animales), quienes aparecen ubicados en posición de autodefensa contra el inminente ataque de leopardos de un lado y de toros, del otro. Esta parece ser la historia de las relaciones entre bestias y humanos. Uno de los hombres sostiene su pene, mientras el otro, en cuclillas, mantiene un cascabel o una sierpe, y se enfrenta a un toro. Se resalta el peligro en las escenas por la minuciosa talla de cuernos o dientes de los animales.
Una segunda escena involucra dos leopardos con las fauces abiertas y con sus dientes visibles, además de sus largas colas enroscadas hacia el cuerpo, frente a un hombre que parece mirar fijamente a la habitación en lugar de al costado. Sostiene con fuerza su pene con la mano derecha. Ambas escenas parecen tener un vínculo entre sí, pues los dos paneles son adyacentes en sentido horizontal, creando con ello una escena progresiva, una narración coherente, al modo de los fotogramas de un filme.
El hecho de que el hombre entre los felinos, se halle sentado o no, se agarre su pene, está relacionado con el arte del Neolítico próximo-oriental. El pene siempre se representa para indicar la identidad masculina, expresando el estado, la condición de un hombre. La mayoría de las veces está erecto. Incluso los animales a menudo se muestran con sus penes.
El panel tiene cerca de cuatro metros de largo, formando un banco de piedra. Esta pieza única, que puede tener 11000 años de antigüedad revelaría, por consiguiente, información acerca de la ideología de las antiguas comunidades de la región.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-AEEAO-UFM, enero, 2023.
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