Imágenes: arriba, excavación del yacimiento arqueológico en donde apareció la Venus; abajo, varias imágenes de la Venus de Renancourt.
Una nueva “Venus”
paleolítica, de cerca de treinta mil años de antigüedad, ha visto recientemente
la luz (junio del presente año, pero ahora, en diciembre, “publicada”). Diminuta como la
mayoría (4 centímetros de piedra caliza), la ya conocida como Venus de
Renancourt (Amiens), presenta esos atributos tan característicos que son muy
conocidos en otras piezas (Willendorf por ejemplo): volúmenes de senos, nalgas y muslos evidentes, aunque un
tanto hipertrofiados, además de brazos apenas dibujados, que ubican la pieza en el
marco del Gravetiense (28000-22000 a.e.c.). La cara sin líneas y el “tocado” o
“peinado” de incisiones en cuadrícula se asemeja al famoso ejemplar austríaco
de Willendorf o al de la cabecita de Brassempouy. Lo que resulta más
interesante es que esta es una de las quince figurillas recuperadas en el
yacimiento (que se excava desde 2014), lo cual puede ser un indicio, según el
criterio de los arqueólogos, de la presencia de un “taller” de producción de parte de los cazadores-recolectores. El
“Estilo Gravetiense” (Paleolítico Superior), fue bastante uniforme, pues su presencia se constata arqueológicamente desde
los Pirineos a las profundidades de Rusia. También se han hallado en el yacimiento adornos
personales, herramientas y osamentas de animales. Tenemos ante nosotros, entonces, una nueva expresión simbólica
(de lo femenino, de la fertilidad), de esas ya casi centenar de figurillas que
conforman el grupo de las Venus.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, diciembre, 2019.
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