Imágenes: arriba, retratos de varios congresistas presentes en el Congreso Internacional de Geógrafos, en Berlín, 1899. El primero por la izquierda, en la fila superior, es el Dr. F. von Richthofen; abajo, Sven Hedin, fotografía del geógrafo y topógrafo sueco tomada entre 1910 y 1915.
Las más que célebres Rutas de la Seda (de forma más adecuada en plural que en singular), fueron denominadas de este modo en 1877 por el barón Ferdinand von Richthofen, geógrafo alemán (cuyo sobrino Manfred fue el famoso as de la aviación de la Primera Guerra Mundial conocido con el apodo Barón Rojo), que llevó a cabo un estudio geológico de China con el sueño de establecer en esa región colonias alemanas y proyectar diversas infraestructuras, en especial un enlace ferroviario con Europa.
La ruta que despertó más su atención fue la descrita hacia 100 a.e.c. por Marinos, un geógrafo de la localidad de Tiro, a la sazón el primer sabio que intentó la localización de lugares usando el sistema basado en la latitud y la longitud. Marinos, a su vez, obtuvo la información de dicha ruta por mediación de agentes del comerciante macedonio Maes Tiziano quienes, supuestamente, fueron los primeros viajeros comerciales en recorrer el camino desde el Éufrates hasta China allá por el siglo I. El trazado conducía desde la llamada Torre de Piedra, tal vez una estación mercantil en el Pamir, hasta Sera, el país o ciudad de los Seres; esto es, de los chinos.
Richthofen relacionó informes griegos de este tipo con otras informaciones obtenidas de fuentes chinas y con estudios geológicos para obtener información precisa para su ya mencionado proyecto ferroviario, al que el gobierno chino quiso oponerse, aunque sin éxito debido a la debilidad del país fruto de las Guerras del Opio llevadas a cabo entre 1839 y 1860. En cualquier caso, los alemanes anexionaron muy a finales del siglo XIX la base naval oriental de Qingdao, donde fundaron la cervecería que todavía hoy fabrica la extendida marca de cervezas Tsingtao.
Ya en el primer tercio del siglo XX, un alumno sueco de von Richthofen, de nombre Sven Hedin, sería el encargado de popularizar la denominación Ruta de la Seda para describir la ruta de Marinos. En tal sentido, conminó al gobierno chino a que reviviera la ruta como parte de una carretera para vehículos a motor desde Shanghái hasta Hamburgo y Boulogne que uniría dos océanos (Pacífico y Atlántico), dos “razas” (amarilla-xantoderma y blanca-leucoderma), dos culturas, la de China y la occidental y, en esencia, dos continentes.
Aunque el proyecto no llegó a fraguarse, nació la idea de la Ruta de la Seda como una suerte de sinécdoque de las relaciones, fundamentalmente comerciales y culturales entre Oriente y Occidente.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-AEEAO-AHEC-UFM, julio, 2025.
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