6 de julio de 2021

Aspectos esenciales de la religiosidad Bön en Tíbet


Imagen: pintura a base de pigmentos minerales sobre algodón, que muestra un protector mundano, sometedor de demonios, propio de la religión bon. Rubin Museum Art, siglo XIX.

Se conoce con el término Bön a un tradición chamánica y animista tibetana, que hoy en día es una de las más relevantes escuelas espirituales en Tíbet. Uno de sus centros simbólicos principales será el muy conocido monte Kailash, sacro también para el hinduismo.

La adaptación del Bön al Budismo que llega de Khotan,  desde las culturas iraníes dentro del Tibet Occidental o desde India, propiciará la división entre el Bon Blanco y el Negro. Los textos fundamentales del primero son los Vehículos del Fruto, mientras que el Bon Negro o Arcaico rechaza el budismo y sus enseñanzas se contienen en los Cuatro Vehículos de la Causa. Este Bön antiguo se fundamenta en diversas creencias acerca de la naturaleza y en prácticas chamánicas de talante animista.

La tradición mítica del Bön, señala que fue fundado por un personaje mitológico de nombre Shenrab Miwo, quien habría habitado una suerte de tierra espiritual idealizada de nombre Omolungring, lo que parece ser una mezcla de la idea de Shambhala, el Monte Meru budista y el referido Kailash. Este lugar, asociado a tribus nómadas, estaría en Persia o Arabia o bien al occidente del reino de Zhangzhung, que se ubicaba en el Tibet Occidental. En consecuencia, es probable que el Bön provenga de Asia Central, tal vez de un área cultural iraní. Miwo llegaría a Zhangzhung, siempre según la tradición, entre los siglos XI y VII a.e.c.

La influencia de Zhangzhung se adentraría en el área de Yarlung, en Tibet Central, permaneciendo hasta la fundación, por parte de Songsten-gampo, del primer Imperio Tibetano.

En las primeras etapas del Bön existió un gran énfasis en el más allá, particularmente en el llamado Estado Intermedio, de ahí la práctica de rituales funerarios muy precisos.

Muchos textos zhangzhung fueron sepultados dentro de paredes de barro en el monasterio Samye por parte de un gran maestro llamado Jampa-namka. Los bonpos enterraron, por tanto, lo que puede entenderse como las enseñanzas Bön. Estos textos sepultados en Samye, fueron descubiertos por primera vez en 913, pero luego fueron codificados en 1017 por el gran maestro bonpo Shenchen Luga.

Hay algunos factores en común entre el Bön y las tradiciones del budismo tibetano. Podría considerarse a los bonpos como otra forma de budismo tibetano, si bien esto dependerá de la manera que se tenga de definir la tradición budista. Lo cierto es que el Bön habla sobre la iluminación, de alcanzar la iluminación y también de Budas. Además, el Bön posee la tradición de los debates, igual que las tradiciones budistas tibetanas, y enfatiza las ciencias tradicionales indias, como la medicina o la astrología. El Bön, como el budismo tibetano, posee monasterios y votos monásticos así como un sistema de tulkus, igual al de los monasterios budistas.

Algunos elementos tomados del Bön por el budismo tibetano son determinados métodos de adivinación y el llamado tejido de la armonía espacial, una tejido en forma de telaraña de hilos con muchos colores que representan los cinco elementos. Proviene de la idea de armonizar los elementos externos previamente al trabajo con los internos o karma. En el fondo, se trata de armonizar los elementos y advertirle a los espíritus que nos dejen tranquilos, pues el espíritu de alguna persona puede ser robado, eventualmente, por espíritus dañinos.

El concepto de las famosas banderas de oración proviene, asimismo del Bön. Poseen los colores de los cinco elementos y se cuelgan para armonizar y equilibrar los elementos externos. Muchas de tales banderas de oración portan la imagen del caballo del viento, asociado al caballo chino de la fortuna. Del mismo modo, elementos de la sanación Bön entraron al budismo como es el peculiar caso concreto de rociar agua bendita con una pluma de ave.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP-UFM, julio, 2021.


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