En la imagen el exquisito plato Euforbos (región
dórica oriental, tal vez Rodas, hacia 600 a.e.c.). Dentro de un esquema
semejante a un escudo se representa un combate de la Ilíada. Menelao, a la
izquierda, tras haber matado a Euforbos, tendido a su espalda, se enfrenta a
Héctor, a la derecha, quien intenta recuperar el cadáver. Menelao es
representado de frente y por tal motivo se aprecia el interior del escudo,
mientras que Héctor se muestra de espaldas, revelando el blasón externo de su
escudo, con la forma de un águila negra (ave de Zeus, deidad que le protege en
el poema épico). Se sugiere de este modo una cierta perspectiva y un potencial
efecto de profundidad. Según la Ilíada, Euforbos fue el primero en herir a
Patroclo, aunque será posteriormente Héctor quien lo mate. Euforbos quería
asegurarse la armadura del amigo de Aquiles, pero es rechazado por Menelao y
despojado de la misma. Entre las figuras se observa un complejo ornamento
floral, probable préstamo próximo-oriental. Arriba, en el centro, se pueden
apreciar unos ojos con cejas a cada lado de un triángulo en forma de tablero de
ajedrez (que hace las veces de nariz), configurando un “rostro”. ¿La mismísima
divinidad observando la batalla, como un eco de la visión de los dioses desde
el Olimpo tal y como se narra en la Ilíada?. Las figuras presentan colores
bastante realistas; un marrón para los
cascos y jitones que llevan los
guerreros y un rojo, algo rosado, para sus cuerpos. Los nombres aparecen
inscritos, en este caso en dórico. No deja de ser intrigante, me atrevería a
añadir finalmente, la nota de Pausanias (siglo II), que señala haber visto en
el templo de Hera en Argos, un escudo que pudo haber sido tomado por Menelao de
Euforbos.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. FEIAP-UGR. Enero, 2018.
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