1 de enero de 2024

Servio Tulio: el nuevo origen de Roma




Imágenes, de arriba hacia abajo: fresco de la Tomba François en Vulci, con la liberación de Celio Vibenna. A la izquierda, se encuentra Macstarna, el rey Servio Tulio; cuadro titulado Asesinato de Servio Tulio, de Louis Jean François Lagrenée, de 1770 y; Tabula Claudiana, en la que se recoge la trasncripción del discurso de Claudio en el Senado para la admisión de los galos en esa institución. Museo Lugdunum, Lyon.

El rey Servio Tulio (578-535 a.e.c.) quien pudo ser originario de Vulci y, en consecuencia, etrusco, había sido un cercano colaborador de Tarquinio Prisco. La tradición lo presenta como hijo de Spurio Tulio, dirigente latino de la localidad de Corniculum, y de Ocresia, esclava al servicio de Tanaquil, la esposa de Tarquinio Prisco, el anterior soberano. De este hecho procede su praenomen Servio, por haber nacido de madre esclava, mientras que su nomen Tulio, proviene de su padre. En el desarrollo histórico de Roma Servio Tulio desempeña un rol decisivo.

La tradición le consideró una suerte de segundo fundador de la ciudad, asignándole una serie de reformas. Entre dichas reformas se encuentra la división de la ciudad y del ager romanus en varias tribus, probablemente en relación directa al pago de los impuestos. Así, establece cuatro tribus urbanas, llamadas Palatina, Collina, Sucusana y Esquilina, de forma que la urbe queda parcelada en cuatro sectores, configurando la verdadera Roma quadrata, además de dieciséis rústicas, tribus denominadas, en esta oportunidad, con nombres tanto toponímicos como antropónimos: Lemonia, Fabia, Galería, Aemilia, Cornelia o Claudia, entre otras.

Asimismo, cuenta Tito Livio (I, 41-42), publicó una Constitución, la Constitutio serviana, en la cual dividía a la población de las tribus, desde una perspectiva económica, en cinco clases, y desde la óptica militar en ciento noventa y tres centurias. Esta división, de corte timocrático y crucial para el desempeño de las funciones políticas y militares de la población libre, se reflejó en las asambleas llamadas comitia centuriata, en las cuales siempre suelen triunfar en las votaciones aquellos miembros de las clases de mayor poder adquisitivo. Con la mencionada Constitución las antiguas gentes dejan de ser el fundamento del Estado, siéndolo en este momento los cives, esto es, los ciudadanos, divididos en tres grupos sociales: la classis, la infra classem y finalmente los proletarii.

Servio Tulio, además, ensanchó la urbs romana con el el Viminal y el Quirinal, protegiéndola con fosos y un notable muro, llamado serviano. Sobre el Aventino construyó un templo dedicado a Diana, en el cual ubicó el culto federal de la Liga Latina, además de organizar el Foro Boario y los múltiples cultos relacionados con ese enclave económico. Muy probablemente es el autor también de la iniciativa de erigir los templos de Fortuna y de Mater Matuta.

Al período de gobierno de Servio Tulio pertenece uno de los más arcaicos documentos epigráficos latinos, el Lapis niger, en el cual se hace una referencia, en el marco de un contexto religioso, a la figura del rex.

Servio Tulio acabaría sus días asesinado por sus propios parientes, concretamente su hija Tulia la Mayor acompañada de su yerno Tarquinio. En este magnicidio se constata la reacción de la nobleza de sangre; es decir, de las antiguas gentes que no aceptaban sus reformas censitarias, organizadas alrededor de la riqueza. El emperador Claudio, un estudioso del mundo etrusco, señala que el monarca Servio Tulio debe ser identificado con el Macstarna o Macstma etrusco, el mismo que aparece en la Tumba François de Vulci1, condottiero que había conquistado Roma con la ayuda de los príncipes de la ciudad de Vulci, de nombres Celio Vibenna y Aulo Vibenna (Caile Vipinas y Avie Vipinas en sus denominaciones etruscas), conocidos ambos en las fuentes etruscas y latinas. En principio, parece que habían acudido, sirviendo de mercenarios, a las órdenes de Tarquinio Prisco.

En su discurso al senado romano, del año 48, recogido en la denominada Tabla claudiana, Claudio señaló su orientación a otorgar el ius honorum a los nobles galos de la Galia Comata2. Según las pinturas que decoran la Tumba François, ignoradas por la historiografía oficial romana, tras la victoria sobre un Tarquinio y sus aliados etruscos, los hermanos Vibenna y Macstarna éste identificado, según la tradición, con Servio Tulio, lograron apoderarse de Roma. Los episodios que figuran en las pinturas en la tumba, no coincidentes con las fuentes históricas, han sido interpretados de formas distintas. Así, para el escritor y teólogo latino Arnobio (fin del siglo III), Servio Tulio-Macstarna habría sido un esclavo de Celio Vibenna. Tal apreciación parece acertada si se considera el análisis lingüístico efectuado a propósito del nombre Macstarna. En tal sentido, Macstarna sería un vocablo conectado con el término latino magister (en el sentido de maestro, señor o conductor), aunque en esta ocasión no se puede entender en el sentido de la relación señor a esclavo, sino en un contexto militar (al modo del magister equitum). Si, etrusquizado, se le añade el sufijo etrusco -na, se obtiene un sentido de dependencia. De esta manera, Macstarna no sería, por lo tanto, equivalente de magister, como jefe, sino que equivaldría “al que depende del magister”.

De todo lo anteriormente comentado, se puede concluir que Macstarna no fue jefe de tropa, en tanto que su nombre indica una situación de subordinación respecto a Celio Vibenna, identificado, este sí, como el magister. En otras palabras, Servio Tulio fue un sodalis, un compañero o camarada, de este último, y no un jefe, como señaló, con acierto, el emperador Claudio en el discurso conservado en Lyon. Lo que resulta especialmente complicado es determinar cómo Servio Tulio-Macstarna, ligado a los Vibenna, pudo convertirse, de un simple compañero de armas de un condotiero vulcense, en nada menos que rey de Roma.

1 La llamada Tomba François fue el hipogeo de la familia Saties, y está unicada en la necrópolis de Ponte Rotto, en Vulci. Posee una gran cámara y hasta siete salas complementarias, decoradas con pinturas al fresco, cuyos temas son diversas leyendas griegas así como testimonios históricos del mundo etrusco y romano.

2 Cf. CIL, XIII, 1668. La pieza fue descubierta en el siglo XVI en la localidad francesa de Lyon, y hoy de expone en el Museo Lugdunum de esa ciudad.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-AEEAO-UFM, enero, 2024.

No hay comentarios: