IMÁGENES. DE ARRIBA HACIA ABAJO: KOTYLE DE BUCCHERO. CERVETERI, HACIA 650 A.N.E. HOY EN EL MUSEO DE VILLA GIULIA, ROMA; ÁNFORA TIRRÉNICA HECHA EN EL ÁTICA. DECORACIÓN ZOO Y ANTROPOMORFA EN FRISOS. SIGLO VI A.N.E. MUSEO DE VILLA GIULIA, ROMA; KYLIX DE FIGURAS NEGRAS DE TARQUINIA. EN EL CENTRO, HERACLES Y TRITÓN. HOY EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE TARQUINIA; Y HIDRIA DE FIGURAS NEGRAS. ESTILO JÓNICO. ESCENA DIONISÍACA QUE TRATA EL RAPTO DEL DIOS POR PIRATAS, LUEGO TRANSFORMADOS EN DELFINES. 520 A.N.E. TOLEDO MUSEUM OF ART.
Desde inicios del siglo VI a.n.E.
se importan vasijas de figuras negras y rojas áticas[1],
además de ánforas para el vino, que se habían difundido en el mar Tirreno
gracias a los intercambios comerciales[2].
Fue en las tumbas de la localidad de Caere son de se han encontrado las obras
de los primero artistas áticos, como el Pintor de la Gorgona. Los vasos de
figuras rojas fueron muy apreciados por los etruscos de Vulci, Tarquinia y
Caere, especialmente para ser usados en los simposios, como fue el caso de los kylikes del Pintor de Pentesilea y el
Pintor de Oltos.
Además de las importaciones de
vasijas áticas también hubo un traslado de artesanos a Etruria provenientes de
la Grecia oriental, que se adaptaron a las exigencias locales. Los pintores de
la Jonia septentrional se especializaron en la fabricación de hidrias en Caere,
decoradas con temáticas mitológicas y cinegéticas, y de dinos en Vulci,
esencialmente decorados con escenas dionisíacas. Hubo, además, talleres
cerámicos en Vulci y Cerveteri que fabricaron vasos en los que se mezclaba la
iconografía de la cerámica ática y la del oriente griego[3].
El período clásico etrusco comienza
hacia 480 a.n.E., en el momento en que se inicia la producción de cerámica
etrusca de figuras rojas, que se obtenían pintándolas con un pigmento rojo,
mientras que los detalles se realizan con grafito o colores superpuestos sobre
la superficie ya barnizada. Al comienzo, la mayoría de los jefes de talleres
especializados en esta técnica eran griegos o alfareros foráneos[4].
En ciertos casos, incluso, hijos de griegos convertidos en etruscos a través
del matrimonio, como parece que fueron los Arnthe Praxias. Fue Chiusi el gran
productor de figuras rojas pintadas durante el siglo V a.n.E.
Durante el helenismo (320-27
a.n.E.), se estandarizan los procedimientos artesanales. Aparecen múltiples
talleres cerámicos en las diferentes localidades, cuya especialización es más
profunda y formal, lo que pudiera indicar un empobrecimiento morfológico y,
desde luego, temático. Los repertorios de vasos se redujeron a unas pocas
formas (platos, tazas), y se estereotipan las iconografías, ahora
desestructuradas, con presencia de figuración aislada, reducida en tamaño, y
con una manifiesta función decorativa de la pintura. En este momento también se
configura una relación entre la artesanía y los encargos de clientes de clases
medias y emergentes, asociado a un cambio en el ritual funerario, vinculado a
la cantidad de los objetos y no a sus mensajes. Los talleres de Faleria se
trasladan a Caere, en este instante federada a Roma, mientras que Volterra
sigue produciendo kelébes (vasijas
con imágenes funerarias) hasta el siglo III a.n.E.
[1] A comienzos del siglo V a.n.E.
la producción de figuras negras fue sustituida por la de figuras rojas, sobre
cuyas vasijas las posibilidades expresivas eran muchos mayores, debido al
interés por la anatomía y el espacio.
[2] La presencia de gran número de ánforas
tirrenas producidas en los talleres del Ática siguiendo la estética etrusca, es
una señal de la gran demanda de vasijas de figuras negras entre la aristocracia
local. El mercado etrusco adaptó e imitó los modelos iconográficos con
presencia de mitos griegos. Las importaciones decayeron fuertemente después de
la derrota etrusca en Cumas, en 474 a.n.E., a manos de los siracusanos.
[3] En el taller de Vulci de vasijas
pónticas laboró el Pintor de Paride a mediados del siglo VI a.n.E. En
Cerveteri, los pintores de vasos del Grupo de la Tolfa, hacían ánforas de
estilo jónico que decoraban con motivos zoomorfos y escenas de carácter
mitológico. En Vulci estuvo también muy activo, a fines del siglo IV a.n.E. el
taller del llamado Pintor de Micali.
[4] Los talleres etruscos solían
especializarse en una concreta forma de vasija.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas
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