El estado antiguo de la dinastía
gobernante Ojin del siglo V en la corte Kawachi se identifica arqueológicamente
en la construcción monumental de tumbas en forma de ojo de cerradura en la
llanura de Osaka. Esas tumbas de principios del siglo V, del período Kofun
Medio o Kofun III, se caracterizan por su gran tamaño, múltiples fosos, grandes
depósitos de armas y herramientas agrícolas, a la par que decrece el número de
espejos de bronce. El reemplazo de objetos rituales, como brazaletes y espejos
de bronce, por armas y herramientas utilitarias, refleja un cambio de estatus y
poder de la elite del siglo V. Otro cambio que acontece es el alcance de la
organización territorial. Ahora se forma una extensa jerarquía territorial en
la región de Kinai, y las pequeñas entidades políticas del período Kofun
Antiguo (Kofun I y II) se integran en esta jerarquía territorial bajo el
gobierno de la corte Kawachi. Estaríamos ante la primera organización política
de escala regional, entidad referida como Yamato.
Se cree, de parte de algunos
autores, que el Yamato del siglo V fue colonizado por gentes constructoras de
montículos funerarios procedentes de la península de Corea. Se trata de la teoría
de los jinetes de caballos[1].
Se fundamenta en las afinidades estilísticas de muchos avíos con los de los
nómadas euroasiáticos y, particularmente, escitas. La presencia de materiales
de este tipo en las tumbas japonesas significaría un cambio en la cultura del
período Kofun, de una sociedad agrícola y pacífica, con gran simbolismo ritual,
a otra sociedad militarista con una aristocracia poderosa. Este medianamente
repentino cambio de carácter habría tenido lugar en la segunda mitad del siglo IV, hacia 375,
como resultado de la conquista de pueblos constructores de montículos desde la
península coreana. Dicha conquista de habría producido en dos fases o etapas.
La primera, una migración de clanes aristocráticos desde el sur de la península
coreana hasta el norte de Kyushu, en la segunda mitad del siglo IV; la segunda,
un avance de poblaciones de componente militar a través del Mar Interior, a
fines del siglo IV, que conquistaría la región de Kinai y establecería el
primer estado japonés allí a comienzos del siglo V. Las hazañas y hechos varios
de algunos personajes descritos en el Kojiki y en el Nihon Shoki se vincularían
a esta conquista, específicamente los emperadores Sujin, Jinmu y Ojin. El
emperador Sujin, primero de la línea de reyes que residieron en el distrito
Miwa de Nara, portaba como nombre japonés Mimaki. Si se acepta el valor
semántico del carácter chino que significa ciudad amurallada, asignado al
elemento fonético ki en Mimaki,
mientras que Mima es un nombre de ugar, el nombre de Sujin se podría traducir
como “el emperador que vive en el palacio o castillo de Mima”. Si se iguala
Mima con el nombre Mimana, en la costa del sur de Corea, se aclararía la
identidad coreana del emperador, que habría migrado desde Mimana hasta Kyushu,
punto de partida de la legendaria expedición del primer emperador Jinmu a
través del mar interior para conquistar Yamato.
Aparece registrado que los tres
primeros gobernantes de la línea de Mimaki, Sujin, Suinin y Keiko, tuvieron sus
respectivos palacios en Mizugaki, Tamaki (Tamagaki) e Hishiro, respectivamente,
lugares históricamente conocidos en el sureste de la cuenca de Nara. Mientras
el elemento Mima aparece una sola vez en conexión con la península de Corea, en
Mimana, el nombre japonés para el área que los coreanos llamaron Kaya, aparece
registrado varias veces en Japón: en el nombre del quinto emperador Kosho, en
el nombre de la hija del noveno emperador Kaika, y en el de la biznieta del
octavo emperador Koken. Otro caso se documenta en la nominación del hijo del
segundo rey de la dinastía Ojin. Además, el elemento Mima es registrado en la
crónica china Wei zhi para los
oficiales que servían en la corte de la reina Himiko en Yamatai, como mimagushi y mimasho.
Algunos arqueólogos ven
deficiencias en la teoría porque las evidencias de adornos para caballos en el
registro arqueológico acontecen tardíamente. De hecho, no comienzan a aparecer
en los ajuares funerarios hasta el final del siglo V, bastante tarde para haber
sido la causa de la construcción monumental de tumbas a comienzos de esa
centuria. Aun aceptando la posibilidad de que Mimaki haya migrado desde Mimana
a Kyushu, no significa que haya sido en modo de conquista o que representase
una sociedad militarista. La migración desde la península coreana a Kyushu y a
Yamato podría estar ubicada en la última fase de la expansión Puyo, hacia 369.
Para algunos autores, la conquista de Yamato habría venido de Kyushu, no del
continente, en virtud de que los oponentes de Yamato serían una entidad
política, Kuna (Kumaso en las crónicas japonesas) registrada en las crónicas
chinas como opuesta a Yamatai. En todo caso, esos gobernantes kuna debieron ser
de extracción sureña tungúsico-puyo. El ataque de Kuna al área Yamato, en una
expedición hacia oriente, estaría representada por el mito de Jinmu.
Los elementos peninsulares coreanos
en la sociedad Kofun Media y Tardía (Kofun III a VII), pueden fundamentarse a
partir de las interacciones culturales más que por una conquista. El desarrollo
del estado debe ser señalado en términos de un proceso cultural más que en
términos de un singular evento. La entidad política de comienzos del siglo V se
relaciona con una expansión cuantitativa y un ordenamiento jerárquico de
unidades celulares de organización que ya estaban presentes durante el siglo
anterior, siendo estimulada por un conflicto o una competencia con el área de
Kyushu, cuya hostilidad revelan las crónicas.
Tres períodos podrían ser
identificados como fundamentales en las transformaciones de la antigua sociedad
japonesa que condujeron a la formación del estado: el desarrollo de una
subcultura de elite y una sociedad estratificada en el siglo IV; la emergencia
de una gran entidad política jerárquica y territorialmente organizada a
comienzos del siglo V; y la formación de un sistema administrativo centralizado
durante el siglo VI. Cada período correspondería con líneas separadas de
gobernantes, las dinastías Sujin, Ojin y Keitai, respectivamente, las cuales
habrían mantenido una corte en un específico lugar, la región Kinai en Seto
Oriental.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas
[1] Esta teoría postula que las
tumbas monumentales del siglo V en las llanuras de Osaka son la manifestación
material de un estado de jinetes a caballo. Serían las tumbas de los
“conquistadores”. Durante esa centuria, los mandatarios de la dinastía Ojin solicitaron
a la corte china el título de “grandes generales que mantienen la paz en el
Oriente comandando todos los asuntos militares con hachas de guerra en los
países de Wa, Paekche, Silla, Chin-han, Imna y Mok-han.” Ello implicaría la
superioridad militar de esta entidad política. Sin embargo, la misma no tendría
una estructura administrativa coherente.
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