Imágenes (de arriba hacia abajo): ánfora de estilo
Fikellura, con un hombre corriendo. Hacia 530 a.e.c. British Museum; otra ánfora,
de figuras negras, de Clazómene. Entre 540 y 525 a.e.c.; también en el Museo
Británico y; enocoe del sur de Jonia, de Estilo del Macho Cabrío Salvaje,
datado entre 630 y 620 a.e.c. Institut für klassische Archäologie.
En
el espacio de la Grecia oriental, las categorías mayores de cerámica figurada
son el Estilo del Macho Cabrío Salvaje, Fikellura y las figuras negras. De lo
poco que se conoce de la cerámica Geométrica Tardía del este de Grecia, existen
ejemplos con esquemas decorativos en metopas y con paneles centrales divididos
en frisos.
Los
meandros, pájaros, ocasionalmente el árbol de palma, así como otros motivos
geométricos, son relativamente habituales. Una escena de prothesis se
puede ver sobre un cántaro samio. Aunque las escenas figurativas no son
comunes, se ha constatado un cazador de un león sobre un fragmento de crátera
de Quíos y una hilera de danzantes masculinos sobre otra pieza hallada en
Mileto.
Las
formas más comúnmente decoradas son las cráteras, enocoes, kotylai y esquifos.
Algunas jarras para ungüentos de las islas de Cos y de Rodas son notables
porque derivan de prototipos chipriotas y fenicios y aparecen decorados con
motivos geométricos y esquemas derivados del este (aunque existe algún ejemplo
con figuras).
Desde
el primer cuarto del siglo VII a.e.c. los rasgos orientalizantes, que habían
aparecido a finales del siglo anterior, se incrementan. Las figuras,
primariamente animales e híbridos, son bastante raros. Se conoce algún ejemplar
con figuración humana.
El
Estilo del Macho Cabrío Salvaje, trazado desde los comienzos del siglo VII
a.e.c., se desarrolló en el sur de Jonia. Mileto es el centro principal de
producción, si bien Éfeso y Samos también pudieron ser referentes importantes.
La fase Antigua (corresponde a la fase Jónica Arcaica Meridional Ia), se conoce
gracias a la presencia de enocoes y ánforas, además de algunas cráteras. Las
piezas presentan animales confrontados y las figures humanas son raras. Las
vasijas muestran una zona figurada, mientras que el resto es decorado con
motivos geométricos y curvilíneos. El último cuarto del siglo VII vio el
advenimiento de la fase Media del estilo (coincidente con el Jónico Arcaico
Meridional Ib y c). Se mantiene el enocoe, pero hay también otras formas, que
incluyen la crátera, el dinos, las copas, el ánfora piriforme y lekánides
tardías. El enocoe puede llevar ahora un segundo friso con animales bajo la
zona posterior. El primero, sin embargo, sigue siendo el campo primario. A
menudo lleva elementos florales centrales a cada lado de los cuales se
localizan varios animales e híbridos heráldicos. En ocasiones, se muestra un
felino con su presa sin vida. La segunda zona figurada puede llevar perros que
acosan a varios herbívoros, o una serie de cuadrúpedos-
En
las últimas piezas del Estilo del Macho Cabrío Salvaje Medio II (y del III), en
el primer cuarto del siglo VI a.e.c. (Jónico Arcaico Meridional Id), el segundo
friso de animales puede ser reemplazado por una serie de bandas horizontales.
El fin de esta tradición estilística
acontece en la mencionada sexta centuria antes de nuestra era. Sufrió
una transformación que conllevó la creación del estilo Fikellura.
Recientes
descubrimientos han demostrado que las fases más antiguas del Estilo del Macho
Cabrío Salvaje se produjeron también en el norte de Jonia. En esta región las
vasijas combinaban los frisos con la técnica del Macho Cabrío con la de figuras
negras corintia. A pesar de su denominación como Macho Cabrío Tardío (Jónico
Arcaico Septentrional Id), el estilo es paralelo a las últimas formas del
Jónico Medio Meridional. Incluye cráteras, dinos, copas, platos y enocoes. El
estilo admite frisos con animales e híbridos, con la presencia de alguna figura
humana y divina. Algunos platos, probablemente votivos, muestran una Potnia Theron, mientras que fragmentos
de un enocoe excavado en Egina enseñan una serie de figuras femeninas, tal vez
danzando y cantando. Se trata de un motivo que luego sería muy popular en las
cerámicas de figuras negras del norte de Jonia.
La
cerámica pintada de Eolia es relevante a partir del siglo VII a.e.c. Tras un
período Subgeométrico, la producción eolia (Eolio Arcaico I), puede dividirse
en dos categorías principales: la cerámica del Estilo del Macho Cabrío Salvaje
y la del Estilo Punto.
El
inicio del Estilo del Macho Cabrío Salvaje eolio se localizan en el tercer
cuarto del siglo VII, y finaliza hacia mediado el VI a.e.c. Aunque sus formas
habituales son los enocoes, dinos, platos, stamnoi, lekánides y
cráteras-esquifos, su forma más significativa es el ánfora, que presenta un
campo primordial que puede contener animales, formas humanas e híbridos en cada
uno de sus lados. Las más antiguas ánforas pueden llevar intrincados patrones
en las zonas decorativas del cuello y de la parte inferior de la vasija. En las
fases media y tardía del estilo esas áreas llevaban motivos geométricos más
simples o bandas horizontales.
En el Estilo
Punto, las escenas figuradas de animales son excepcionales, en tanto que abundan los motivos geométricos y florales,
que dependen de los prototipos del estilo del Macho Cabrío Salvaje.
Los
pintores sobre vasos eolios de los siglos VII y VI a.e.c. representaron algo
más la figura humana que sus contemporáneos jonios. Un grupo de dinos dio
nombre al Grupo A de Dinos de Londres. En este grupo, un determinado número de
fragmentos muestran figuras humanas. Incluso se ha identificado una escena como
el juicio de Paris. Los talleres eolios principales se localizaban en Cime y en
la región colindante.
La
cerámica de Quíos tuvo también una fase del Macho Cabrío Salvaje Antiguo y
Medio. Se conocen enocoes con cuello en la forma de una cabeza de bovino, y
también formas como los cántaros, fiales y platos. La decoración de figuras
negras, con ciertos rasgos corintios, en las que se ejecutan técnicas
miniaturistas y se retratan animales e híbridos en frisos, aparece en torno a
600 a.e.c. Los cálices más simples, con uno o dos animales, y con humanos ocasionalmente,
se continúan produciendo hasta más o menos 530 a.e.c. La primera mitad del
siglo VI a.e.c. conoce la producción de una serie de cálices decorados con
figuras, a menudo en escenografía mitológica, con procesiones rituales y
danzantes. Entre los rasgos característicos de este estilo se encuentra el uso
extensivo de la policromía, quizá por influencia de la pintura mural
monumental.
La
pintura vascular de Quíos incluía, primariamente, frisos simples con ornamentos
de hojas y bandas. En Cnidos y en Rodas muchos fragmentos de platos portan
representaciones en silueteado de barcos, un tema muy apreciado en los
asentamientos marítimos. De la región doria oriental, a pesar de su inscripción
en alfabeto argivo, es bien conocido el plato Euforbo, en el que se representa
el duelo entre Menelao y Héctor acerca del cadáver de Euforbo, si bien no es la
versión conocida de la Ilíada. La policromía del plato y su figuración son
reminiscentes de los desarrollo cicládicos contemporáneos. Por otra parte, el
motivo del par de ojos sugerentes entre los dos guerreros combatientes es un
rasgo destacado.
Las
sítulas se atribuyen al área doria oriental. Las formas deben sus orígenes a
Egipto, y también egipcios son los ecos que se identifican en algunas escenas
que se observan en las ellas. Las piezas más antiguas conocidas, que se fechan
entre los siglos VII y VI a.e.c., fueron excavadas en Samos y estaban decoradas
en el Estilo del Macho Cabrío Salvaje Medio. La mayoría de los ejemplos son
tardíos y están decorados en figuras negras, a menudo con temáticas
mitológicas. Los ejemplos tardíos llevan en la parte inferior zonas oscuras en
las cuales hay motivos florales incisos. Esta técnica es conocida como
Vrouliana y es observable en copas y ánforas atribuidas a Rodas.
Un
grupo de cerámicas finas con rojos y blancos como colores básicos llevan la
denominación de Vasijas Efesias. Sus ejemplares principales proceden de Éfeso y
Sardes. Lidia también produjo su propia y específica versión del Estilo del
Macho Cabrío Salvaje, adoptado entre fines del siglo VII y comienzos del VI
a.e.c., y conocido en enocoes y stamnos. Se trata de un estilo claramente
provincial.
Algunos
hallazgos carios emparejan los frisos figurados del Estilo del Macho Cabrío
Salvaje con zonas modeladas características del Estilo Fikellura (Jónico
Meridional-Milesio Arcaico II). Las piezas excavadas en Mileto muestran que
esas piezas carias reflejan desarrollos originados en los talleres milesios.
Hacia 560 a.e.c. el Estilo Fikellura es reconocible ya como independiente.
Aunque primariamente conocido a través de escenas ejecutadas en pequeña escala,
también existen vasos decorados con miniaturas en los hallazgos en Mileto. El
estilo finalizó con la destrucción aqueménida de Mileto en 494 a.e.c.
En
las vasijas más antiguas de Fikellura las escenas que representan primariamente
humanos, pero también híbridos antropomórficos como un hombre con espada con
cabeza de perro y varias figuras aladas con cabeza de falo, acompañadas de
humanos, hombres y mujeres, son bastante comunes. Las escenas de komastes danzantes, y otras en las que
se representan elegantes hombres reclinados en divanes y mesillas decoradas
mientras beben y son acompañados de músicos, aportan conocimientos clave de las
prácticas milesias. Los participantes en los banquetes y escenas de symposion pueden aparecer nombrados por
inscripciones. Los temas mitológicos son relativamente importantes, como se
evidencia por la presencia de sátiros y centauros, una Potnia Theron y, tal vez, un Heracles en
lucha con Busiris en Egipto. Hubo una marcada tendencia a retratar figuras
antropomórficas aladas volando.
Las
cerámicas de Estilo Fikellura pueden estar decoradas en un buen número de
diferentes maneras, tanto con zonas horizontales, con una o más llevando escenas
figuradas y con una o dos figuras en campo libre, como con el cuerpo
enteramente cubierto de ornamentos, tales como cadenas de volutas y palmetas,
en especial sobre enocoes, que imitan el plumaje de las aves. En ocasiones,
zonas secundarias de fondo oscuro pueden mostrar motivos discretos, del tipo de
flores de loto o rosetas de puntos. Una pareja de ojos pueden aparecer
representados en las vasijas. Con este motivo se las dota de ánimo y pone bajo
escrutinio a sus usuarios.
El
rango de las formas de Fikellura es bastante extenso: enocoes de varios
estilos, ánforas, cráteras, dinos, copas, hidrias, stamnoi y cántaros. La
mayoría de esas formas encuentran un lugar concreto en los symposia o banquetes. También se conocen los
aríbalos esféricos usados para los arreglos personales. La mayoría de las
piezas Fikellura provienen de excavaciones en Mileto, concretamente de
santuarios.
Con
posterioridad a las vasijas bilingües de Estilo del Macho Cabrío Salvaje y
Fikellura, aparecieron estilos transicionales entre los estilos de figuras
negras del Macho Cabrío Salvaje Tardío y del Jónico Septentrional Arcaico II.
La producción de figuras negras del Jónico Septentrional parece haberse
focalizado en Clazómene, aunque también en Ceos y en Esmirna.
Las
figuras negras transicionales se datan hacia 560 a.e.c., y se aplicaron sobre
dinos, enocoes, cráteras, píxides y aríbalos. Una temática común son los komastes, así como las carreras de
carros y las hileras de jóvenes doncellas danzantes. En las décadas posteriores
las filas de mujeres se convirtieron en la enseña de las figuras negras del
Jónico Septentrional. Pueden ser contempladas como el equivalente femenino de
las filas de jóvenes varones jinetes. Ambos temas pudieran representan
ceremonias, en un presumible contexto religioso, en las que el énfasis eran
puesto en la presentación de la juventud de la comunidad. En las etapas más
arcaicas los animales aparecen con regularidad en las zonas secundarias. Las
escenas míticas, por el contrario, no fueron prominentes[1].
Las
figuras negras de Clazómene, datadas en el segundo y tercer cuarto del siglo VI
a.e.c., se dividen en tres grupos estilísticos principales que son sucesivos en
el tiempo. El más antiguo es el Grupo Tübingen, datado entre 560 y 540 a.e.c.,
notablemente representado por grandes ánforas. El campo decorativo mayor es
ocupado por una cadena de jóvenes mujeres danzantes, mientras que los animales
se encuentran, normalmente, en las zonas subsidiarias. En 540, y hasta 520
a.e.c., el grupo dominante fue el Grupo Petrie, especializado en ánforas de
cuello alto. Series de jóvenes mujeres cubren comúnmente el panel principal, al
igual que lo hacen las escenas de jinetes, con jóvenes varones desnudos,
acompañados de figuras como ménades y sátiros. Todos ellos forman el tema
principal. El cuello de las vasijas y la zona bajo el panel principal puede
mostrar esfinges y cráneos. Finalmente, el Grupo Urla (540-510 a.e.c.) es
conocido en formas como cráteras, ánforas, hidrias, dinos y píxides. El grupo,
decorado con los característicos temas de la cerámica de Clazómene, como
jóvenes danzantes, sirenas y gallos, se ha destacado notablemente por un ánfora
que muestra una esfinge que confronta a un hombre barbado, a menudo
identificado con Edipo. Recientes excavaciones en Clazómene han desvelado
fragmentos de otra ánfora con una figura femenina en compañía de una o varias
esfinges. El corpus clazomenio incluye también un pequeño número de escenas
figurativas que se pueden asociar con la guerra de Troya y con el nostos de Odiseo.
Las
ánforas ovales de la clase Knipovitch, datables en el tercer cuarto del siglo
IV a.e.c., muestran paneles frontales en los que aparece un caballo alado. De
modo análogo, las ánforas de la clase Enmann suelen mostrar sátiros y otros
temas relacionados con lo dionisíaco, así como animales y composiciones con
palmetas cruciformes de loto. Ambas formas son características de los hallazgos
en la región del Mar Negro.
La
cerámica de figuras negras todavía fue producida en varios centros en el último
cuarto del siglo VI a.e.c. Ánforas y lekanis están entre las formas que fueron
decoradas con series monótonas de sirenas y animales. La posterior cerámica
figurada en la Grecia oriental parece confinada a inicios del siglo IV, en
cerámicas rojas y blancas de Esmirna, las cuales llevan primariamente un estilo
floral y retratos de monos y toros silueteados.
Los
principales recipientes de la cerámica de la Grecia oriental allende la región
se encuentran en Naucratis y en sitios del área del Mar Negro, sobre todo
Berezan, Tocra y también Cirene. Las concentraciones de cerámica griega
oriental del siglo VII a.e.c. en algunos sitios del Levante y de piezas de
figuras negras de Clazómene en Tell Defenneh, en el delta del Nilo oriental se
pueden atribuir a la presencia de mercaderes más que de comerciantes. Las
cerámicas decoradas pudieron desplazarse también hacia el este, hasta Anatolia.
Desde fines del siglo VIII y comienzos del VII a.e.c., los kotylai con pájaros
de Jonia Septentrional llegaron hasta Sicilia.
Las
vasijas con el Estilo del Macho Cabrío Medio, y también Tardío, específicamente
enocoes y platos surjónicos, se encuentran en numerosas regiones del
Mediterráneo, sobre todo en Egipto (esencialmente Naucratis), Rodas, Creta,
Chipre, el Levante (en concreto Al Mina), Tarso en Cilicia, y en asentamientos
del norte de la costa egea y de las costas del Mar Negro, en Cirenaica y
Sicilia.
Piezas
del Estilo Fikellura (particularmente ánforas y enocoes) también están
bien representadas en Naucratis y Tell
Defenneh, y, en un número menor, en sitios del Levante, en Chipre, Cirenaica,
así como en Sicilia y Anatolia.
Se
ha sostenido que hacia la mitad de la sexta centuria antes de la era común se
produjo un éxodo de artesanos de Grecia oriental y que un determinado número de
jonios del norte encontraron una base en Etruria, en donde fabricaron vasijas
del Grupo de Northampton, como los dinos campanos, la hidria Ricci y las
hidrias ceretanas. Por el contrario, las piezas finas greco-orientales,
conocidas por los restos que llevan motivos ornamentales y florales, se
documentan principalmente en la región del Mar Negro y en el Helesponto.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. Feiap, Granada. Agosto de 2016.
[1] Una única ánfora que muestra
cartuchos del faraón Apries, así como otros motivos vinculables con Egipto, se
ubica en los años formativos de las figuras negras del Jónico
Septentrional.
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