Un equipo de paleontólogos de
Atapuerca y expertos alemanes en ADN antiguo han logrado obtener ADN de un
fósil humano (en concreto un fémur), de la Sima de Los Huesos, de hace 400000
años (Pleistoceno Medio). Hasta este momento únicamente se había secuenciado
ADN tan antiguo en animales, específicamente de un caballo de hace 700000 años,
conservado en el permafrost en Canadá. Obtuvieron la secuencia casi completa de sus genes. Al
comparar el ADN con los genomas de los humanos modernos, los neandertales,
chimpancés y bonobos, se ha descubierto que los individuos de la sima de los
huesos están emparentados con los denisovanos, una población de los montes
Altai siberianos de hace unos 40000 años, y no con los neandertales, a pesar de
que comparten rasgos comunes. Esta relación genética entre poblaciones tan
distantes, los humanos de la sima y los denisovanos, un linaje hermanado con
los neandertales pero del este eurasiático, es difícil de explicar[1].
Se trata de una relación lejana en el espacio (de la Europa Occidental al sur
de Siberia) y en el tiempo (los escasos y hasta precarios, restos denisovanos
recuperados tienen solamente unos 40000 años, frente a los 400.000 de los
hallazgos de la sima de los huesos).
Una de las hipótesis plausibles es
que los hombres de la sima pudieran estar relacionados con los ancestros comunes
de denisovanos y neandertales[2].
Si esto es así, hay que explicar la semejanza del genoma mitocondrial con los
primeros y no con los segundos. Otra posibilidad que se sugiere es que el flujo
de genes de otra población llevó el ADN mitocondrial a los denisovanos y a la
Sima de los Huesos, o a sus ancestros. Si se asume esta hipótesis, entonces más
de un linaje evolutivo humano vagaría por Europa hace unos 400000 años.
Es creíble que en la época de la
Sima de los Huesos algunos individuos (entre los que se encontraría el dueño
del fémur XIII), o algunos grupos familiares, fueran portadores de un genoma
mitocondrial de linaje arcaico, no neandertal, que terminaría por desaparecer,
quedando solo el de los neandertales. El ADN mitocondrial se transmite por vía
exclusivamente materna y esto hace que no se recombine, por lo que pueden
coexistir varios linajes mitocondriales en la misma población. Pero también
puede ser, dice J.L. Arsuaga, que hubiera más de un tipo humano viviendo y
evolucionando en Europa y parte de Asia: los antepasados de los neandertales y otros
(supervivientes de una especie vieja, quizás los descendientes de la población
a la que perteneció la mandíbula de Mauer), y que se cruzaran entre ellos. De
este modo llegaría a la población de la sima y a los antepasados de los
denisovanos un genoma mitocondrial de tipo antiguo.
Comentado por Julio López Saco. Fuente: diario El País (España) 4 de diciembre del 2013
[1] Los humanos de la Sima de los
Huesos se han clasificado oficialmente como Homo heidebergensis, una especie
tal vez un tanto amplia para ser eficaz. Presentan rasgos distintivos de los
neandertales (en los dientes, las mandíbulas y en la morfología del cráneo), siendo
muy anteriores a ellos. En este sentido, se han considerado durante años como
antepasados de los neandertales, población típica europea que se extinguió hace
unos 30000 años.
[2] En tal sentido, como explica
J.L. Arsuaga, podría ser que los denisovanos y la gente de la sima de los
huesos, descendieran de una población que se extendió hace más de medio millón
de años desde Europa hasta Siberia. Desde ese tronco común evolucionarían los
neandertales en Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario