Imágenes: una foto de parte del yacimiento cubierto de
Çatal Hüyük; y un plano del yacimiento.
Çatal Hüyük, en Konya, en el centro de la actual
Turquía, es un yacimiento ubicado sobre un montículo rodado de una extensa
llanura. Ha sido datado en el período precerámico B, entre 7500 y 6200 a.e.c. Encontrado
en los años cincuenta del pasado siglo por el arqueólogo James Mellart, se
trata de un poblamiento de unas trece hectáreas de superficie que pudo albergar
en su seno entre seis y siete mil habitantes. El poblado presenta un
planeamiento residencial bastante sofisticado, con la presencia de barrios[1]
dedicados a la producción manufacturera, sobre todo de textiles, objetos de
hueso y obsidiana, y piezas de cobre. Sus habitantes fabricaban cerámica y
tenían una economía realmente diversificada, aunque la agricultura era, sin
duda, la base principal. Hay constatación de la presencia del cultivo de
lentejas, cebada, guisantes y trigo en las cercanías del asentamiento.
Las viviendas eran rectangulares y estaban adosadas
unas a otras, además de conectadas entre sí por medio de aberturas[2]
y con salidas en los techos[3].
Por consiguiente, no había calles interiores. Los muros se hacían de adobe y
los techos de vigas de madera, sobre los cuales se distribuía una capa de barro
apisonado. En el área central de habitación se incluía un horno, un hogar y
plataformas para el descanso.
En Çatal Hüyük se han hallado enterramientos dispuestos
bajo el suelo de las viviendas. Parece muy probable que hubiese habido
edificaciones especialmente dedicadas al culto. En ciertos casos, las paredes
de algunas viviendas estuvieron decoradas con grupos de cabezas (cráneos) de
animales diversos, como jabalíes, buitres, comadrejas y, sobre todo, toros, así
como con pinturas murales, en las que se podían observar formas de animales (ciervos,
jabalíes, lobos, asnos, leones, osos) y formas también de manos humanas. Por
otra parte, también se han encontrado estatuillas femeninas y símbolos de
fecundidad, como un pecho modelado a partir del cual se ha sugerido la factible
existencia de un culto a la diosa madre. En cualquier caso, esto no significa,
necesariamente, que las casas del asentamiento turco fueran santuarios ni que
se pueda deducir la existencia de una clase sacerdotal, pues pareciera, más
bien, el rastro de un posible culto doméstico.
El núcleo de Çatal Hüyük fue abandonado por sus habitantes en torno
al 5000 a.e.c. En su lugar surgieron poblados de pequeñas dimensiones en la
llanura circundante, abandonándose así el montículo originario.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. FEIAP-UGR.
[1] Las viviendas (de unos
veinticinco metros cuadrados), se distribuían en barrios. Cada uno poseía un
patio central que hacía las veces de basurero y de baño. Los desperdicios eran
quemados al aire libre.
[2] Estas pequeñas aberturas se
ubicaban en los aleros. Su tamaño, así como su posicionamiento, facilitaban la
conservación de calor en las épocas invernales.
[3] Al no
existir calles y como las viviendas se edificaban pegadas unas a otras, los
pobladores de Çatal
Hüyük caminaban por los techos. De manera conjunta se formaría un espacio
abierto parecido al de una plaza. Es probable que sobre estas terrazas se
hubieran construido hornos comunales.
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