Imagen:
vista del fastuoso y grandilocuente Mausoleo de Tangun, en Corea del Norte, en
el condado de Kangdong.
Varios
son los mitos de fundación que refieren la formación de federaciones de tribus
en la antigua Corea, si bien el más conocido es el de un ser denominado Tangun,
considerado el progenitor legendario del pueblo coreano y también el fundador
de Kochoson (a veces señalado Choson), considerado el primer y más arcaico
Estado coreano en esa península. La traición señala el 2300 a.e.c. como la
época de inicio de dicho primigenio reino, ubicado esencialmente en el norte de
Corea, porque es el territorio en donde se han encontrado la mayoría de objetos
de bronce.
El
mito cuenta que Hwan-ung, vástago del Dios Supremo del Cielo quería ofrecer la
cultura a la humanidad y, naturalmente, gobernarla. Por tal motivo, se dispuso
a descender a la tierra, apareciendo bajo un árbol en una montaña llamada
Taebaek. Cerca del lugar habitaban un tigre y un oso en una caverna, quienes de
inmediato le pidieron a Hwan-ung que les convirtiera en seres humanos. Para que
semejante metamorfosis se produjera tenían que comer unas hojas de artemisa, un
determinado número de ajos y, sobre todo, aislarse de la luz solar diurna
durante un período de cien días. Aunque el tigre no pudo aguantar estas
condiciones, el oso sí lo hizo, convirtiéndose en una mujer, quien pidió al
dios tener un hijo. De esta forma, Hwan-ung accedió a ser su marido y tener un
descendiente con ella. Este hijo es precisamente Tangun Wanggom (Soberano del
sacro árbol del sándalo), que acabaría siendo, a la postre, el fundador de la
nación Choson durante la época de gobierno del mítico emperador Yao en China.
Instaló
la capital del reino en Asadal, gobernando durante un período de mil quinientos
años, momento en que el rey Wu chino (dinastía Zhou), ubicó a su hija Kiya en
el trono coreano, en torno a 1122 a.e.c. según la cronología tradicional. En
vista de esta situación Tangun regresó a su lugar de origen, convirtiéndose en
deidad de la montaña. En ese momento tenía cerca de dos mil años de edad.
Se
trata de un mito que, a pesar de haber sido muy debatido y haber sido objeto de
varias interpretaciones, lo cierto es que parece reflejar acontecimientos y
circunstancias de la más antigua historia de la población de Corea y de sus
creencias. Se ha concebido como el origen de la cultura y la identidad coreana.
Es decir, Tangun desarrolla un rol primordial en la configuración de la
conciencia nacional, la de una población que se enorgullece de pertenecer a un
país de más de cinco milenios de antigüedad, tal vez en una emulación de sus
vecinos continentales chinos. Incluso en los albores del pasado siglo XX, este
personaje fue el motor espiritual de la resistencia y la lucha contra el
opresor japonés.
Es
muy probable que el mito sea, a fin de cuentas, una representación simbólica de
la época en la que los tres clanes primordiales de una confederación tribal se
encontraban en el proceso de configurar un arcaico Estado. Uno de tales clanes
procedía de algún lugar lejano (por tanto no era autóctono), y portaba una
cultura avanzada. Se decía que era un clan celestial. Los otros dos, por lo
contrario, eran formaciones locales, cuyos tótemes respectivos eran el tigre y
el oso. El clan de avanzada cultura se une al que tiene el tótem del oso y
destruyen al que poseía al tigre como referente. La fundación de Kochoson
representaría tanto el origen de una familia gobernante como la creación de una
primigenia entidad estatal, simbolizando la unión de Cielo y Tierra como
fuerzas cruciales del Cosmos. Ambas fuerzas se unirían armónicamente en la
persona de Tangun, primer gobernante. De hecho, el nombre del dios-héroe
implica a la vez el cargo de rey-chamán; es decir, la jefatura religiosa y
política.
La
presencia de este mito hace comprensible, a la par, el origen del culto a la
deidad de la montaña (San-shin), concebido en las creencias populares coreanas
como una divinidad colectiva de todas las cumbres montañosas y cordilleras, que
son muy veneradas en Corea, como también lo son espíritus y deidades de otros
aspectos de la naturaleza, como el agua o la tierra. Al mismo tiempo, el dios
también se comprende como una individualidad. De esta forma es una deidad de
los ancestros así como de personalidades tanto legendarias como históricas
Tanto es así, que una de las principales características del chamanismo
coreano, denominado Musok, es que todas las deidades se pueden visualizar y
hasta representar iconográficamente como si fuesen humanos corrientes. La
comunicación con ellos se llevaría a cabo en las ceremonias rituales por
mediación de los chamanes, siendo invocados utilizando ofrendas al son de
diversas danzas y cantos. Incluso logran personificarlos cuando los chamanes se
ven poseídos por ellos.
Un
aspecto considerado crucial es la presencia de Kija en el mito, pues implica
tanto una referencia histórica como una evidente legitimación
político-religiosa del cambio de liderazgo del Estado creado por Tangun. El
establecimiento de una nueva dinastía con Kiya supondrá un milenio de gobierno
de Kiya-Choson, sobre un espacio geográfico que incluiría el sur de Manchuria y
territorios del noreste de China, hecho que enfatiza, tal vez, un control chino
continental. Tales zonas, no obstante, serían perdidas mucho tiempo después,
hacia el final del siglo IV a.e.c. cuando los gobernantes chinos invadieron la
península de Liaodong.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-AEEAO-UFM, abril, 2022.
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