28 de diciembre de 2017

La política expansiva del imperio Han hacia el sur de China

El gobierno del emperador Wu Di (141-87 a.e.c.), trajo consigo estabilidad económica y política. Hacia 115 a.e.c. la amenaza del norte había sido significativamente reducida, de modo que el interés se centró en un ambicioso plan de expansión territorial hacia nuevas y distantes zonas. En 108 los Han estarían controlando buena parte de la península de Corea en el noreste, el corredor del Gansu en el noroeste, Yunnan en el suroeste, Lingnan en el sur (lo que hoy es Guangdong y Guangxi), así como el norte y centro del Vietnam actual.
La política expansionista incluía la transferencia de colonizadores, el establecimiento de colonias militares y pequeñas guarniciones que protegiesen las rutas comerciales. El poder sería ejercido, localmente, a través de comandancias, que controlarían grandes territorios bajo el liderazgo de un gobernador, en ocasiones asistido por un comandante militar, aunque responsable tanto de los asuntos militares como civiles.
Los administradores Han, así como los soldados, colonos y comerciantes que habitaban en las comandancias periféricas, solían ser sobrepasados en número por los habitantes nativos quienes, muchas veces, se alzaban en violentas revueltas en contra de la presencia Han.
Las muchas poblaciones nativas encontradas en el curso de la expansión encajaban en una visión del mundo sinocéntrica cuyas raíces se encontraban en la dinastía Zhou. La geografía cultural reconocía un núcleo político y cultural rodeado por cada vez más grupos menos civilizados  cuanto más hacia la periferia se mirase.
El proceso expansivo condujo a la incorporación en 111 a.e.c. de Lingnan en la esfera político-administrativa china, un hecho que se repitió en Yunnan un par de años después. La expansión en ambas áreas incluyó la presencia de ejércitos y oficiales Han así como la de diferentes poblaciones nativas. Hubo rasgos comunes en las dos expansiones. En ambos casos los chinos encararon serias dificultades al desplazarse por un territorio con gran diversidad étnica y geopolítica. La topografía montañosa y el clima que se encontraron las tropas, los oficiales y demás migrantes fue una dificultad de gran relevancia. En el sur y el sureste, la oficialidad Han manejó las nuevas comandancias establecidas habitualmente de modo indirecto por medicación de líderes locales nativos. En Yunnan y Lingnan el gobierno Han se mantuvo, a veces precariamente, a través de interminables ciclos de rebeliones locales, muchas de las cuales propiciaron agrios debates en la corte en relación a la conveniencia de mantener una presencia en regiones distantes.
La evidencia de asentamientos y enterramientos sugiere un proceso de sinización, iniciado en época de Han Occidental y culminado en el período Oriental.
Tras la victoria, en 221 a.e.c. de Qin sobre los últimos vestigios de reinos independientes en China, el emperador despachó varios ejércitos hacia el sur. Cuatro de ellos se dirigieron directamente a Lingnan (Guangdong y Guangxi),  una región, a la sazón, distante e insalubre, habitada por varias tribus iletradas que solían ser conocidas en ese tiempo como las Yue. Las tropas Qin avanzaron a Lingnan no sin encontrar obstáculos, en especial el ofrecido por la resistencia de la población Yue nativa que lograría acosar las tropas imperiales. Sólo en 214 a.e.c. los Qin disfrutaron de algún éxito en el sometimiento de las poblaciones nativas de Lingnan, siendo entonces capaces de establecer tres comandancias (Nanhai, Guilin y Xiang, en los actuales territorios de Guangdong, Guangxi y la porción norte de Vietnam), cada una de ellas encabezada por un gobernador y un comandante militar. 
La muerte del Primer Emperador de Qin en 210 a.e.c. fue seguida por la pérdida de control del gobierno central sobre las regiones sureñas. En consecuencia, Zhao Tuo, un general Qin en Lingnan, vio la oportunidad de establecer su autoridad sobre las tres comandancias, proclamándose él mismo como el monarca del nuevo, e independiente reino, de Nanyue.  Zhao Tuo estableció su capital en Panyu, cerca de la actual ciudad de Guangzhou.
Reinó durante unos setenta años, hasta su muerte en 137 a.e.c. Adoptó las costumbres Yue y elevó a varios nativos a la dignidad de generales y oficiales. Su relación con los monarcas Han del norte estuvo marcada por períodos en los que rehusaba reconocer la soberanía Han. Incluso empleó fuerza militar para expandirse hacia territorio Han. En 112 a.e.c. el emperador Han Wu Di despachó una operación militar contra Nanyue, aprovechando una revuelta Yue. Este movimiento le permitió anexionar el reino al imperio y subdividirlo en nueve comandancias, de las cuales cuatro estaban en Lingnan (Nanhai, Yulin, Hepu y Cangwu), dos en la isla de Hainan (Zhu’ai y Dan’er), y otras tres en el Vietnam del centro y norte (Jiaozhi, Rinan y Jiuzhen).
Es muy probable que la expansión china hacia Lingnan fuese impulsada desde el principio, al menos en buena parte, por motivos comerciales más que por expresos impulsos civilizatorios. Para los dinastas Han, los productos deseados incluían cuernos de rinoceronte, colmillos de elefantes, plumas de Martín Pescador, perlas, caparazones de tortuga, ropas, plata, cobre, frutas y esclavos, todos ellos productos propios de regiones al sur de Lingnan. La conquista de Lingnan por Wu Di en 111 supuso el traslado de oficiales chinos al lugar para supervisar el comercio marítimo.
Si bien Panyu permaneció como un puerto de primer orden, otros puntos de embarque principales parecen haber sido localizados más al sur, en Hepu, al sur de Guangxi, y en Xuwen (Guangdong meridional), así como a lo largo de la costa septentrional de Vietnam.
La política expansionista de Wu Di se asoció con la extensión de las relaciones mercantiles con tierras todavía más distantes. La región no atrajo tantas gentes chinas como se podría pensar por la mala fama de estas regiones, consideradas como remansos de aguas pantanosas que producen enfermedades como la malaria, y por ser lugares en donde se exilaban criminales.
Los textos no aclaran si los oficiales Han en Lingnan se vieron forzados a confiar en ocasiones en las tropas Yue para controlar las rebeliones locales en algunas comandancias, algunas de las cuales resultarían desafectas por culpa de oficiales inescrupulosos. Hacia el siglo II, la tarea de administrar las comandancias de Lingnan había sido dejada en manos de oficiales locales, que se encargaban de cobrar los impuestos y de supervisar el comercio, no de “civilizar” a los Yue.
Entre los siglos VI y III a.e.c. han aparecido en más de doscientas tumbas en fosa verticales diversas cerámicas utilitarias, herramientas de bronce, armas, así como algunos bronces elaborados y campanas que pudieron ser importados (o copiados) del reino de Chu. La presencia de objetos elaborados en las tumbas más ricas, combinado con artefactos de estilos locales, no sugiere la presencia de oficiales de Chu en Lingnan, sino la existencia de elites locales que emulaban los estilos septentrionales y pudieron estar en contacto con Chu. Esta posibilidad surge de la concentración de tumbas en la zona norte de Lingnan.
La evidencia de una ocupación permanente está presente en un número de sitios del período Han a lo largo de Lingnan. El más destacable sitio de habitación es el llamado Palacio Nanyue, localizado en la parte baja de Guangzhou. En lo que parece haber sido un jardín de un palacio han aparecido multitud de ladrillos y azulejos, algunos de ellos decorados con marcas de cordajes e inscritos con caracteres, que incluyen los correspondientes a varios títulos oficiales, indicando un sistema administrativo similar al de la dinastía Han. Otros artefactos incluyen herramientas, armas, monedas (algunas del reinado de Wendi, 179-157 a.e.c.) y vasijas cerámicas, algunas de las cuales presentan nombres de lugares impresos.
En Guangdong oriental se encuentran un par de sitios de relevancia. Uno de ellos, de época Han Occidental, es el lugar de Shixiongshan, en donde los arqueólogos han identificado en las laderas de una colina restos parciales de un corredor y dos pequeñas edificaciones. El otro, el sitio de Guishan, presenta materiales distribuidos entre varias terrazas excavadas en una colina, que consisten en vestigios de edificios, un gran número de azulejos, incluyendo algunos de suelo, vasos cerámicos y unos pocos objetos de hierro y bronce.
En el norte de Guangdong deben destacarse otro par de yacimientos. El primero es el sitio de Zhouzi, cerca de la ciudad de Lechang, en donde los arqueólogos han identificado los restos de una muralla (del período Han occidental); el segundo es el yacimiento de Litouzui, ubicado en el condado de Shixing, y en el que destaca una muralla con un perímetros de casi medio kilómetro que rodeaba un área de forma triangular. Ambos sitios fueron localizados en comandancias al norte de Lingnan.
A lo largo de la línea costera meridional de Guangdong, en el condado de Xuwen, los sitios en las villas de Erqiao y Shiwei conservan restos arquitectónicos. En ellos se hallaron azulejos con caracteres inscritos, así como un sello en bronce con una inscripción de cuatro caracteres.
En el norte de Guangxi es relevante el yacimiento Wangcheng, localizado al norte de la comandancia de Yulin. En él se ha revelado la presencia de una muralla, puertas, un foso defensivo y diversos otros restos arquitectónicos dentro del recinto amurallado. Las investigaciones sugieren a los arqueólogos que la función principal del sitio fue la de servir como puesto militar.
En relación a las tumbas en Lingnan en época Han puede decirse que las del período Occidental suelen ser usualmente fosos verticales que contenían ataúdes de madera, mientras que en la etapa Oriental de incrementaron notablemente las tumbas con cámaras de ladrillos. En términos generales, la tendencia de la práctica funeraria es esencialmente Han en naturaleza. Los bienes funerarios incluían espejos, objetos laqueados, incensarios, figuras humanas, modelos cerámicos de aves, animales domésticos, graneros, viviendas y algunas herramientas de hierro.
Las tumbas Han en Guangdong mantienen varios artefactos que refuerzan la relevancia de los contactos con áreas al sur de Lingnan. Incluyen modelos cerámicos de viviendas apiladas (un método constructivo que todavía es visible en el sureste de Asia), modelos de botes y de grandes barcos en cerámica y madera y lámparas cerámicas asentadas sobre cabezas humanas con torso desnudo y largas narices, rasgos que sugieren su pertenencia a algún lugar del sudeste del continente asiático. Tanto los barcos como las lámparas son hallazgos comunes en las tumbas de Guangzhou del período Han.
Entre las tumbas que datan del período Nanyue destaca la de Zhao Mo, segundo soberano del reino de Nanyue, en Guangzhou. En ella se encontraron quince sacrificios humanos entre más de mil objetos diversos, que incluían sellos de jade y de oro, placas discos y figurillas de jade, campanas de bronce, contenedores de alimentos de varios tipos, una placa de vidrio y una vasija de plata. La presencia de trípodes ding de estilo Yue, así como de calderos de bronce, ilustran el mantenimiento de las tradiciones locales y regionales, como ocurre con el uso continuado de las campanas goudiao y la práctica funeraria del sacrifico humano. La presencia de vasijas del plata y vidrio, así como de objetos de marfil y perlas de varios tipos indican el contacto con regiones distantes.
Otro par de grandes tumbas del período Nanyue fueron encontradas en Luobowan, en el sur de Guangxi. Se trata de tumbas en foso con una rampa y con ataúdes de madera. El mantenimiento de las tradiciones locales se observa en la presencia de varios tipos de vasijas cerámicas, campanas de bronce, un tambor, también en bronce, además de las prácticas de los sacrificios humanos.
La distribución de las tumbas es muy relevante. Concentraciones de enterramientos se encuentran en Guangzhou, a lo largo de las líneas costeras y los ríos mayores, una distribución acorde a las referencias históricas al comercio, a la comunicación y la defensa. Otros concentraciones se observan a lo largo de la costa en Hepu y Xuwen (dos localidades mencionadas en los textos como relevantes puertos y productores de perlas durante el periodo Han).
El proceso de sinización atestiguado en Lingnan a lo largo del período Han se evidencia en los cambios en el comportamiento funerario, la arquitectura funeraria, la tipología y estilos de los artefactos, así como en el nuevo sentido de sensibilidad estética que se expresa por medio de jardines y estanques. La presencia de objetos de comercio exóticos (piedras preciosas o vidrio), o bien útiles que derivan de las condiciones locales, como los botes y los modelos de viviendas superpuestas, no significa un rechazo a las prácticas Han.
El siglo II a.e.c. atestiguó la gradual y, a la par, ardua expansión de los Han hacia el suroeste, una región que los textos delinean como geográficamente distante, militarmente inestable y étnicamente diversa. Todas las referencias textuales a esta expansión son posteriores al establecimiento de comandancias Han en el suroeste durante la segunda mitad de ese siglo. Las razones del empuje hacia lo que en la actualidad son las provincias de Guizhou y Yunnan fueron muy variadas. Incluían ambiciones territoriales e incentivos económicos.
Hacia el final del IV y comienzos del III siglo a.e.c., se puede constatar en los textos como el general de Chu, Zhuang Qiao, conquistó la tribu conocida con el nombre de Dian, en los que hoy es el Yunnan oriental[1]. Las referencias a la comunicación entre las tribus del suroeste durante la segunda centuria a.e.c. revelan el conocimiento Han, además del interés, de las redes comerciales. El comercio privado pudo haber vinculado a varias tribus del suroeste, como los Ba o los Shu (situados en el Sichuan actual), con los Dian. En el caso de ambos pueblos mencionados, el comercio incluía caballos, siervos y yaks.
Los Dian acabaron sucumbiendo a la expedición militar Han en 109 a.e.c., que fue el momento en el que se estableció la nueva comandancia de Yizhou. En esa época de la conquista se decía que los Dian tenían ciudades y asentamientos, así como un centro político localizado en el territorio en el que se establecería la comandancia de Yizhou. Se comentaba que los Dian eran agricultores sedentarios que practicaban la cría de animales.
En cualquier caso, la heterogeneidad cultural de la comandancia de Yizhou se desprende de los textos, que mencionan numerosos grupos étnicos cuya variedad estriba en sus costumbres y actividades de subsistencia.
El gobierno indirecto de los Han a través de líderes nativos se creía que era el método más efectivo y menos costoso de expandir el territorio imperial en regiones distantes. La ausencia de referencias textuales, por otra parte, refleja una ausencia de interés Han en la vida y la sociedad nativa. Tal gobierno indirecto tuvo evidente éxito en la creación de una base administrativa cuyos objetivos incluían el establecimiento de prefecturas y la documentación del número de pobladores nativos.  
El interés en el liderazgo (y en la población nativa), dependía de la necesidad de cobrar los impuestos en grano, sal u otros productos. A pesar de todo este control siempre hubo inestabilidad y peligros en estas zonas. Así, los textos (Han Shu en concreto), mencionan, al menos, siete grandes rebeliones nativas entre 105 a.e.c. y el último cuarto del siglo II. Estos hechos reflejan la presencia de un sistema marcado por la ausencia de una suficiente presencia Han capaz de controlar el descontento de la población nativa o de mitigar los conflictos que se producían entre muchas tribus de la región.  
La necesidad de enviar campañas punitivas cada cierto tiempo crearía arduos debates entre los oficiales Han en relación a si era conveniente o no establecer un gobierno permanente en una región cuya orografía montañosa y su remota ubicación dificultaban mantener una comunicación efectiva.
Los textos de la época de los Han Orientales hablan, de hecho, de tribus que vivían más allá de los límites de la China actual, quienes deseaban ser reconocidos como estados tributarios y estaban preparados para ofrecer a los Han regalos en forma de objetos de marfil, búfalos de agua, oro y borlas de pelo de yak. Fuese por la esperanza de obtener beneficios económicos de un futuro comercio o por temor a la ocupación militar Han, los deseos de estas poblaciones no reflejaban, necesariamente, un respeto por la civilización china.
Desde un punto de vista arqueológico los dos cementerios mejor conocidos y con más ricas tumbas en el área central de los Dian son los de Shizhaishan y Lijiashan.  En la periferia de la zona de la cultura Dian los cementerios son más pequeños, destacando los de Pujuhe y Batatai. Hacia el comienzo del período Han Occidental los ricos conjuntos funerarios Dian consistían principalmente de vasijas cerámicas y objetos en bronce. Entre estos últimos se incluyen una gran variedad de herramientas y armas, además de pequeñas figurillas, ornamentos diversos, piezas de armaduras y placas, algunas de ellas decoradas con escenas de combate entre animales. También son habituales los muy decorados tambores de bronce y los contenedores hechos con conchas de moluscos.
Si bien todos esos objetos son identificados como Dian, parece claro que algunos, sobre todo armas y vasijas, muestran rasgos generalizados en otras partes de China, lo cual incluye las tradiciones centro-septentrionales chinas. No hay duda de que la conquista Han fue asociada con un incremento en el número de artefactos chinos (o de copias de los mismos) en algunas de las más suntuosas tumbas Dian. Es el caso de espejos, monedas, jades, ciertos tipos de vasijas de bronce y sellos. En el periodo Han Oriental los modos funerarios parecen testimoniar una relativamente rápida transición hacia los conjuntos funerarios que consisten principalmente de artefactos típicos de los Han Orientales en otras regiones de China. Se incluirían en este caso, monedas, espejos, vasijas cerámicas y en bronce, incensarios, lámparas, modelos cerámicos de seres humanos y objetos asociados con las actividades productivas y domésticas.
Los conjuntos funerarios de los Han Orientales suelen vincularse con las tumbas de ladrillo de estilo Han, que reemplazan las tumbas en foso verticales de la cultura Dian en el Yunnan oriental[2].
En el área de Zhaotong, al noreste de Yunnan,  se han hallado un gran número de tumbas. Algunas de aquellas con cámaras en la zona, propias de Han Oriental, algunas veces han sido excavadas en las vertientes de los acantilados. 
Los procesos expansivos y sus resultados en Lingnan y en Yunnan parecen genéricamente similares, pues los aspectos clave están presentes: gobierno indirecto, incentivos económicos, levantamientos nativos, políticas civilizadoras, inestabilidad. No obstante, la arqueología sugiere ligeras diferencias en ambas trayectorias en lo tocante a la cada vez mayor homogenización y sinización a lo largo del período Han.
En contraste a Lingnan, en donde esos procesos son evidentes incluso antes de los Han, los restos de enterramientos de estilo Dian permanecen presentes al menos un siglo después de la acción conquistadora Han. A causa de que los oficiales chinos prefirieron, tal vez, un enterramiento de estilo Han, es probable que las ricas tumbas Dian fuesen aquellas de los líderes nativos que podrían haberse beneficiado de la política de gobierno indirecto Han asociándose con los oficiales Han y actuando como intermediarios de su propio pueblo.
Entre los rasgos de la expansión Han debe destacarse el tamaño del Imperio, incluso mayor que el romano y comparable con el aqueménida y el alejandrino, y cómo en el curso de la dinastía, tanto Occidental como Oriental,  los emperadores Han fueron capaces de mantener la integridad geográfica de un territorio que incluía porciones de Corea y Vietnam.
Un rasgo significativo de la presencia china en Yunnan y Lingnan durante la etapa Han parece haber sido la aparente inhabilidad de la oficialidad centralizadora para establecer relaciones estables con las poblaciones nativas. Las historias de ambas regiones hablan de regulares levantamientos y de debates cortesanos relativos a lo inadecuado o no de ocupar regiones tan distantes. El paisaje cultural, de hecho, permaneció fragmentado y poblado por varios grupos étnicos no asimilados, algunos de los cuales infligían pérdidas importantes a los chinos en épocas de batallas.
Aunque la expansión china hacia el sur y suroeste pudo haber sido inicialmente conducida por ambiciones territoriales y motivaciones económicas más que por un celo en civilizar distantes bárbaros, la necesidad de recaudar tributos y pacificar las poblaciones locales condujo, al menos en apariencia, después de algún tiempo, a llevar a cabo esfuerzos para hacer más chinas a esas poblaciones a través de la educación.
Parece claro que algunos reyes y jefes tribales, tanto en Yunnan como Lingnan, se beneficiarían de sus asociaciones con los oficiales Han. La evidencia mortuoria ayuda a ilustrar el avance Han en ambas regiones, al igual que arroja luz sobre el proceso de homogenización cultural y de sinización vinculado con el avance en tales regiones. Los datos disponibles permiten apreciar diversos escenarios, todos los cuales, se ha sugerido, soportan un modelo de dislocalización económica y cultural entre los comunes, de un lado, y los chinos y sus agentes nativos locales, del otro. La sobrevivencia de variadas identidades étnicas a lo largo de las periferias del sur y suroeste, hasta el día de hoy, sugiere que las costumbres y creencias dividían más que unían, a los muy diferentes sectores chinos e indígenas de la población que habitaba en tales territorios.
En definitiva, la imposición de un gobierno centralizado se combinó con un gran número de movimientos poblacionales de gentes Han hacia la periferia sur para proveer con ellos mayores oportunidades de integración.

Prof. Dr. Julio López Saco.
UCV-UCAB. FEIAP-UGR. Diciembre, 2017



[1] Un pasaje del Shiji, datado en 122 a.e.c., reporta la situación de los emisarios Han que intentaron cruzar el territorio Dian en busca de una ruta comercial terrestre hacia el reino indo-griego de Bactria, en el actual Afganistán, a través de India. 
[2] Las tumbas de ladrillo de los Han Orientales están habitualmente cubiertas por un elevado montículo de tierra y, en ocasiones, asociadas con estelas de piedra inscritas, un factor que podría sugerir que el propietario de la tumba era “chino”. 

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