7 de diciembre de 2006

Fuentes chinas II: Shujing

NOTA INTRODUCTORIA SHUJING
Julio López Saco
Shujing o Shangshu, traducible como Clásico de la Dinastía Shang o de los Documentos, es un armonioso compendio de distintas fuentes encuadradas entre el segundo milenio y el siglo VIII a.C. Aunque algunos de sus textos pueden deberse a la época del duque de Zhou, en el siglo IX a.C., la mayoría de los que nos han llegado son algo posteriores. Es una recopilación de presuntos discursos, sermones, consejos, alocuciones e instrucciones de gobierno que se suelen atribuir a los míticos sabios y soberanos de la antigüedad, Yao, Shun y Yu, a sus ministros y funcionarios subalternos, desde la dinastía Xia a los Chou, es decir, desde el siglo XVII al III a.C. Se trata de un auténtico manual político, libro de historia y breviario de sabiduría moral que se explicita y se organiza en seis partes[1], en forma de edictos y exhortaciones públicas de reyes y dignatarios. Este clásico de la historia que hoy conocemos es un trabajo editado y sistematizado en el período imperial Han por parte de un anónimo racionalista, un teórico político que sintetiza episodios antiguos, combinando, de este modo, historia reconstruida desde el inicio de los tiempos, que se cree el reinado de Yao, con materiales míticos moral y éticamente reinterpretados. La composición de la obra cubre 81 documentos originales, un material legendario (perteneciente al mencionado período dorado de los reinados de Yao y Shun), otro semi-histórico, de la dinastía Xia[2], treinta y un libros de época Shang y treinta y ocho de los primeros cinco siglos de la etapa Zhou[3].

[1] Las Normas o dian, los principios básicos del Estado; los Proyectos (mo), planes gubernamentales; las Exhortaciones (xun), acerca de las actitudes de los altos funcionarios; los Edictos, gao, en donde se recogen los mandatos de los emperadores; los decretos o shi, específicamente para movilizar al ejército y, finalmente, las Órdenes (ming) o prescripciones del Estado. Parte integrante del clásico es el capítulo denominado Hongfan o Gran Regla, primer ensayo filosófico sobre el poder monárquico, y tratado clave para comprender la cosmología y metafísica chinas, así como la idea del Mandato del Cielo y otra serie de conceptos políticos, morales y religiosos básicos del pensamiento sínico. En este sentido, los documentos que Shujing reúne se pueden dividir en dos grupos: el de discursos, que se retrotraen a época Chou antigua, y los discursos de propósitos, tratados de principios abstractos de gobierno y descripciones idealizadas de las hazañas de los arcaicos y míticos sabios-reyes.
[2] Esta dinastía, primordialmente mítica, y que abarcaría el último cuarto del III milenio a.C. y los primeros siglos del II, ha empezado a ser objeto de significativos estudios a partir de algunas excavaciones arqueológicas, que pretenden vincularla con la cultura neolítica de Erlitou.
[3] Véase al respecto la traducción inglesa de Legge, J., (trad.), Shu King, the Book of Historical Documents, The Sacred Books of the East, vol. 3, Londres, 1879, p. 12 y ss.

Fuentes chinas I: Shijing

NOTA INTRODUCTORIA AL SHIJING
Julio López Saco


Las fuentes chinas de mayor prestigio y repercusión, que se conforman como regla general de sabiduría y de la vida socio-personal, son las denominadas jing, es decir, clásicos o libros canónicos confucianos, entendidos como el hilo fundamental a partir del cual la cultura arcaica era tejida, y como las artes esenciales de la civilización. Tales clásicos, denominados Liujing, son cinco. Se conforman, por consiguiente, como el punto de partida de la formación de las líneas maestras del pensamiento chino a lo largo de la historia, aunque reglamentados por la ortodoxia oficial confuciana. Cada uno, por separado, se refiere a algún aspecto vital, individual o social; en el caso que nos incumbe, Shijing, se relaciona con los sentimientos.
Los clásicos son, por lo tanto, los verdaderos custodios de la autoridad que procede de los sabios-gobernantes arcaicos míticos. No obstante, con el tiempo, también adquirieron una evidente función política al imbricarse directamente con las imágenes de los sabios reyes como paradigmas supremos, pues ofrecían a los gobernantes de la época una impresión indeleble para formalizar un gobierno sabio y benevolente. Por este motivo, en época de la dinastía Han el estado estableció los clásicos como ortodoxia oficial y como un mecanismo capital para entrenar y reclutar la burocracia necesaria para la administración centralizada.
Shijing, traducible como Libro de las Canciones, Poesías o de las Odas, está conformado por una colección de poesías escritas en época Zhou, en concreto en el período de Primaveras y Otoños ( 771-484 a.C. ), divididas en varios capítulos, Daya, Xiaoya, Guofeng, Zhuosong, Lusong y Shangson, que abarca unos 305 poemas. En esta obra, escondidas bajo el reflejo de un florido lenguaje poético, se identifican algunos esquemas y motivos mitológicos presentes en una arcaica experiencia mítica. Guofeng agrupa composiciones populares de origen presumiblemente campesino, procedentes de quince antiguos principados de época Zhou; Daya y Xiaoya, son poemas cortesanos cuyos contenidos se acompañaban de música y danza, mientras que los elogios o song, Lusong, Shangson y Zhuosong, son un grupo de cuarenta panegíricos y cantos de sacrificio dedicados a difuntos egregios[1]. Esta primigenia antología de poesía china fue conocida, en principio, como Poemas y Trescientos poemas. Más tarde, Xunzi rebautizó el texto con el nombre con el que hoy se le conoce. Finalmente publicado hacia el siglo VI a.C., aunque de una antigüedad que puede remontarse al siglo IX a.C., Shijing fue el resultado del minucioso trabajo de funcionarios enviados por los reyes a recopilar canciones populares, que serían interpretadas posteriormente en palacio y conformarían, así, el núcleo de la composición de la música de corte. Si bien los poemas no son anotaciones históricas en sí mismas, reflejan hechos sociales característicos de los campesinos y soldados. Aunque los orígenes míticos chinos aparecen aquí escondidos o inhibidos, la obra es un reflejo de los ambientes sociales, profundamente religiosos, de la dinastía Zhou, y de varias características propias de la vida cotidiana. A pesar de su carácter cortesano y su tono religioso, en Shijing late el fundamento de la historiografía y la filosofía de corte confuciano, pues Confucio, sus acólitos y seguidores, trataron el texto como una obra válida para la enseñanza, en sus escuelas, de la política y la diplomacia, además de como un escrito ético, fundamental para la preparación de una persona culta y un letrado, si bien es inocultable en él la vida espiritual del pueblo chino arcaico plasmada de forma amable y profundamente emocionante.
A pesar de su no muy amplio colorido mítico ni religioso, Shijing contiene ciertos poemas narrativos respecto a las proezas de los antepasados de la dinastía real y de los héroes que se hacen renombrables en su rechazo de las agresiones externas. Las temáticas principales de las canciones populares se centran en el matrimonio, el amor, el trabajo en el campo y las injusticias sociales, mientras que los poemas de los nobles ( es decir, los Ya ), se refieren, principalmente, a banquetes, guerras y cacerías. De un modo genérico, por lo tanto, la obra retrata las costumbres y las realidades sociales de la época de predominio de las sociedades feudales.
Existe una traducción española en Elorduy, C. ( trad. ), Romancero chino, edit. Nacional, Madrid, 1984.



Prof. Julio López Saco
Caracas, Diciembre del 2006


[1] Al respecto de la estructura y temática de esta arcaica antología poética china puede revisarse Chen, G., Poesía clásica china, edit. Cátedra, Madrid, 2002, en especial, pp. 17-19. Las tres partes de la obra, Feng, Ya y Song, significan, respectivamente, canciones populares locales, canciones de la capital y cercanías e himnos y cantos de elogio.