26 de agosto de 2020

Vídeos (E): Ciudades del mundo antiguo: una historia



Amigas, amigos, colegas, estudiantes, y todo aquel que quiera. Ya está disponible el quinto vídeo de la nueva serie en YouTube que he convenido en denominar Ciudades del mundo antiguo: una historia. Se trata, como ya había comentado en relación a los anteriores, de una necesariamente resumida valoración arqueológica, histórica (e historiográfica en ciertas ocasiones), de antiguas y reconocidas ciudades, muchas ya desaparecidas pero vigentes en su halo misterioso, y otras todavía habitadas en la actualidad. Arqueología, historia y hasta diplomacia. En esta ocasión, otras cuatro urbes, que estuvieron localizadas en el continente asiático: Susa, en Irán, Mohenjo Daro en Pakistán, Varanasi-Benarés en India y Hattusa en Anatolia (Turquía actual). Espero sea de agrado, interés, utilidad para alguien. Un cordial saludo. J.L.S.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP, agosto, 2020

24 de agosto de 2020

Canal de YouTube. Arte por Arte. Vídeo 1 sobre Arte prehistórico

 

Amigos, amigas, colegas, compañeros, estudiantes, lectores todos. Canal Arte por Arte; Arte de la antigüedad en pequeños vídeos de una duración entre 5 y 6 minutos, producidos por un antiguo y apreciado ex alumno, Nicolás Flores, desde México. El primer vídeo de la serie, sobre “Arte prehistórico”, como serán los siguientes siete. Como suele ser habitual, espero y deseo que sea de alguna utilidad o interés para algunas personas. Todo tipo de comentarios, críticos o no, preguntas o sugerencias, siempre serán bienvenidas (y contestadas en la medida de lo posible). Un saludo cordial. J.L.S.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP, agosto, 2020

18 de agosto de 2020

Vídeos (D): Ciudades del mundo antiguo: una historia

 

Amigos, amigas, colegas, compañeros, estudiantes, lectores todos. Disponible el cuarto vídeo de la serie Ciudades del mundo antiguo: una historia. En esta ocasión, cuatro “nuevas” ciudades del mundo antiguo, ubicadas en el continente africano, tres de ellas pertenecientes al Egipto de la antigüedad (Buto, Menfis, Tebas-Luxor) y la otra en el ámbito del Mediterráneo, Cartago (en el Túnez actual). Como es habitual, espero y deseo que pueda ser de alguna utilidad o interés, o bien un mero divertimento para comentar. Cualquier tipo de comentarios, críticos o no, preguntas o sugerencias, siempre serán bienvenidas (y contestadas en la medida de lo posible). Un saludo cordial. J.L.S.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP, agosto, 2020.


Mitos y héroes en la pintura vascular griega (I y II): la liberación de Prometeo / Teseo y el bandido Escirón


 

El robo del fuego que protagoniza Prometeo conlleva el castigo de Zeus. Le encadenó a una roca en el Cáucaso y le envió un águila que le devoraba el hígado cada día, con el agravante de que el órgano volvía a crecer al siguiente día. Era un castigo, con el consabido sufrimiento, de por vida, para toda la eternidad. Sin embargo, Heracles mataría al ave rapaz y liberaría al encadenado titán. En la pintura vascular de este ejemplo, una crátera cáliz de Apulia, del Pintor Branca, fechada entre 350 y 325 a.e.c., se muestra la liberación de Prometeo, quien permanece en el centro en una pose frontal, con las manos atadas a la entrada de una suerte de gruta o cueva. Desde la izquierda se aproxima un joven Heracles, con su clava y piel de león, y toca la mano del prisionero. Tal gesto, acompañado de la corona que mantiene Atenea, simboliza la liberación del prisionero. La otra figura femenina a la derecha parece ser Gea, y más allá de la diosa se observa a un Apolo sentado con una larga rama de laurel en su mano. La imagen de Prometeo se muestra con suaves y curvas líneas y con su pelo y barba rizada, formando bucles.

Bajo este registro superior, un segundo rango muestra unas deidades asociadas con el inframundo. La joven figura femenina en el medio con la antorcha en forma de cruz es Perséfone, en tanto que a su izquierda se sienta su madre, Deméter, quien tiene una flor en su mano. Entre ellas el águila de Zeus que parece ir cayendo. La figura alada de la derecha es una Furia o Erinia, diosa de la venganza de sangre. Su pasiva actitud, de hecho, parece confirmar que la venganza-castigo de Zeus ha llegado a su fin. Es muy probable que esta pintura vascular se haya fundamentado en el versión dramática de Esquilo, llegando a configurarse como una metáfora de la liberación de las penas y los sufrimientos. La asociación con las diosas del mundo subterráneo sugiere que la pieza pudo usarse como una ofrenda funeraria.

En el interior de esta copa ática de figuras rojas, atribuida al Pintor de Douris, y fechada en torno a 480 a.e.c. se representa un momento mítico pleno de suspense. El héroe Teseo, que lleva puesto un corto chitón, toma por una pierna al barbado bandido Escirón (semidiós hijo de Posidón) y lo lanza desde una roca. Cerca del pie del bandido se observa un árbol, una serie de olas, y en el agua erizos de mar y una tortuga. La mitología griega cuenta que en la costa de Megara el bandido Escirón forzaba a los viajeros que pasaban a lavar sus pies, momento que aprovechaba para empujarles a traición y hacerles caer desde el acantilado, al fondo del cual esperaba con sus fauces abiertas y ansiosa una enorme tortuga come humanos.

La representación sobre la vasija muestra a Escirón intentando agarrarse al acantilado con su mano derecha, pero ya el cuerpo del bandido ha llegado al agua, en donde una tortuga está rompiendo la parte inferior de su brazo izquierdo. La muerte del bandido en esta costa rocosa dio lugar a las creación de la denominadas rocas escironias o acantilados escironios tal y como mencionan Diodoro y Ovidio en sus Biblioteca Histórica y Metamorfosis respectivamente. En las más antiguas versiones del mito, Escirón ni era peligroso ni un ser malvado, siendo venerado, conforme a Pausanias en su Descripción de Grecia, como un benevolente constructor de caminos.

Se puede afirmar que la representación refleja la situación política en torno al 480 a.e.c., cuando tras las victoriosas guerras contra los persas, los griegos convirtieron a la conocida figura mítica de Teseo en un héroe ático nacional que luchaba con éxito contra enemigos externos. De esta manera, Teseo llega a ser verdaderamente popular en el arte del Ática pues se transforma en una figura identificadora. A pesar del declive de las representaciones en el siglo IV a.e.c., uno de los motivos más populares del mito de Teseo seguirá siendo la victoria conseguida sobre el temible bandido Escirón.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP, agosto, 2020.


11 de agosto de 2020

Vídeos (B y C): Ciudades del mundo antiguo: una historia

 

Amigas, amigos, colegas, estudiantes, y todo aquel que quiera. Ya está disponible el segundo y el tercer vídeos de la nueva serie en YouTube que he convenido en denominar Ciudades del mundo antiguo: una historia. Se trata, como ya había comentado en relación al primero, de una necesariamente resumida valoración arqueológica, histórica (e historiográfica en ciertas ocasiones), de antiguas y reconocidas ciudades, muchas ya desaparecidas pero vigentes en su halo misterioso, y otras todavía habitadas en la actualidad. Arqueología, romanticismo, historia y hasta diplomacia. En esta ocasión, otras cuatro urbes, que estuvieron localizadas en la Siria actual: Alepo, Damasco, Ebla y Karkemish (también en Turquía), en el segundo, y cuatro más en el Próximo Oriente de Asia, en territorios de Cisjordania-Palestina, Líbano, Israel: Jericó, Biblos, Beirut (tan actual por la reciente y terrorífica explosión sufrida) y Jerusalén, en el tercero. Espero sea de agrado, interés, utilidad o una distracción. Un cordial saludo. J.L.S.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP, agosto, 2020


4 de agosto de 2020

La Utopía de Shennong: mito y poder en la antigua China



Imagen: Shennong, el divino agricultor, relieve del santuario de Wu Liang, de época Han (206 a.e.c.-220). En la leyenda se alude al hecho de que enseña la agricultura y abre la tierra (con el recurso técnico del arado), para sembrar mijo. Esta divinidad, generalmente confundida con la deidad o emperador del fuego Yandi, fue racionalizada como un sabio rey, símbolo de la “dinastía ideal” y de la feliz y estable edad dorada de la mítica historia china antigua.

Shennong, el Agricultor Divino, es un legendario inventor de la agricultura. En los calendarios regios aparecerá como un dios de los agricultores. Su presencia marcaría una etapa del proceso que se llevaría a cabo a todo lo largo de la edad clásica, la invención o la adopción de emperadores míticos, prehistóricos, que representan novedosos ideales filosóficos o políticos. Confucio introduciría a los reyes predinásticos Yao y Shun, que la primera literatura Zhou no menciona, en calidad de predecesores de Yu, el fundador de la semi-mítica dinastía Xia-Yin.
El nombre de Shennong aparece en el siglo IV a.e.c., representando un ideal político coherente y singular. Hasta bien entrado el siglo II a.e.c., en toda la literatura aparece destacado en calidad de jefe de un imperio descentralizado de diminutos feudos, que él mismo ara con sus propias manos, reinando en paz universal, sin el empleo de ministros, leyes o castigos.
Su labor como gobernante se limita a enseñar la agricultura, inspeccionar los campos y garantizar el mantenimiento de una reserva constante de cereales, almacenándolos durante los buenos años y proponiendo su distribución durante los aquellos precarios. La Utopía de Shennong (o El Camino de Shennong) remite a un ideal campesino que parece originarse fuera de la clase gobernante.
Shennong ingresó en la historiografía confuciana a través del Gran Apéndice del Yijing, aunque únicamente en calidad de inventor de la agricultura y del mercado, no en relación a sus “cuestionables” (y pintorescos) métodos de gobierno. En el Guanzi, texto legalista, se dice que los emperadores que se encuentran en los Documentos hacen un total de ocho, pero a Shennong no se le incluye entre ellos, porque en su tiempo no existían las clases sociales y, en consecuencia, un hombre no podía tener a otro como su empleado. Conviene recordar que el primer agricultor, Shennong, así como su predecesor Fuxi, el primer cazador, mantenían el orden sin necesidad de recompensas o castigos, órdenes o restricciones.
La utopía de Shennong resuena como una suerte de orden anarquista fundamentado en la confianza mutua dentro de las comunidades pequeñas. En este caso concreto, habría que preguntarse qué función le corresponde al emperador así como a los nobles que no mandan, ni legislan, dan recompensas y castigos, ni hacen la guerra. La respuesta es que sus funciones se encuentran en el seno de la agricultura. El Camino de Shennong implicaría una combinación de lo práctico con lo ingenuo. En tal sentido, sugiere la perspectiva de los campesinos, que no entienden por qué el gobernante no habría de trabajar para ganarse el sustento como ellos. De tal modo, si lo hiciera, no tendría motivo para apropiarse de parte de la cosecha de otros ni tendría tiempo para embarcarse en guerras.
El ideal de los seguidores de Shennong es el propio de un mundo de comunidades aldeanas en las que un ser humano puede confiar en la palabra de sus vecinos sin necesidad de juramentos, pactos o convenios; en donde únicamente el que está ocioso hace el mal. Las costumbres y tradiciones locales resuelven las disputas mejor que la propia ley. Esas comunidades estarían gobernadas por líderes que aran sus propios campos y a los cuales se obedece en virtud de que se entiende perfectamente el sentido de sus decisiones.
Estaríamos, por consiguiente, ante el ancestro de todo el utopismo chino. Como manual práctico de agricultura, el Shennong incidió en el movimiento de los legalistas, que proponía un despiadado autoritarismo y para el cual las principales preocupaciones del Estado eran la agricultura además de la guerra. No por casualidad, el manual de agricultura sería una de las categorías exceptuadas de la célebre quema de libros de 213 a.e.c. por mandato de Qin Shihuang y su fiel ministro Li Si.
Se decía que en la época de Shennong, la gente se alimentaba con el arado de los hombres, se vestían con los tejidos de las mujeres, y él mismo reinaba sin emplear castigos ni administración, sin recurrir a las armas yo las armaduras. Cuando Shennong murió, la fuerza fue aprovechada para conquistar al débil y oprimir a la minoría. Habría de ser el no menos famoso Emperador Amarillo (HuangDi), el que instituyera las formalidades del gobernante y ministro, así como las de superior e inferior, además de las ceremonias para padres e hijos, para ancianos y jóvenes, o la unión de parejas en forma de marido y mujer. Por supuesto, emplearía armas y armaduras, con lo cual, se impondría un cambio de era.
En la etapa de Shennong todos se alimentaban del arado, se vestían con lo que tejían, y no había maldad en sus corazones. Sin embargo, el Emperador Amarillo sería incapaz de mantener la armonía, peleando contra Chiyou en el campo de Zhuolu, y derramando sangre por doquier. Aparecieron Yao y Shun y se instituyeron ministros. Desde entonces, los hombres se aprovecharán de la fuerza para intimidar al débil, para oprimir a la minoría. Tanto es así que desde Tang y Wu, ambos fundadores de las dinastías Shang y Zhou, respectivamente, todos serán de carácter conflictivo. En definitiva, se entiende que el Emperador Amarillo es el inventor del Estado y la guerra, aunque su reino no dejará de ser el principio del declive. Por consiguiente, Shennong sería el último de los gobernantes de una edad utópica cuyos comienzos de pierden en nebulosos tiempos inmemoriales.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, agosto, 2020.

1 de agosto de 2020

Crucificado de Puteoli: ¿primera imagen de la crucifixión?



La imagen que se muestra es el dibujo realizado por el profesor Antonio Lombatti, de la Universitá Popolare de Parma, de un relevante e impactante grafito en el que se observa una crucifixión. Fue hallado a finales de la década de los cincuenta del pasado siglo en una de las tabernae que se excavaron en el célebre antiguo puerto de Puteoli (hoy Pozzuoli, en Nápoles) en esa época. La cruz tiene un tamaño de unos cuarenta centímetros de alto, mientras que la figura, previsiblemente una mujer, unos treinta y cinco centímetros. Ha sido datado, como otros varios existentes en las paredes, de la época de Trajano o, tal vez, Adriano. En la parte izquierda de la imagen, sobre la espalda, aparece inscrito el nombre griego Alkimila, sugiriendo que pueda ser el nombre de la persona crucificada, si bien no es seguro que sea así, pues puede ser un texto posterior y no estar asociado a la representación. Las curiosas marcas que cruzan el cuerpo tal vez sean una manera de representar el desollamiento de la piel o la flagelación. Al lado de la solitaria inhumación del hombre de Gabelo y del clavo en el calcañar del hallazgo de los restos de Jehohanan a fines de los sesenta del pasado siglo en Jerusalén, esta es una de las tres únicas evidencias iconográficas y arqueológicas del no menos famoso castigo de la crucifixión, que los romanos emplearon con profusión.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, agosto, 2020