26 de octubre de 2019

Vídeos (XVIII): El Reino Suevo de Galicia (411-585). Parte II



Segunda parte del documental El Reino Suevo de Galicia (411-585), que analiza, de la mano de un nutrido grupo de especialistas, el denominado período oscuro (hasta 550) y la final anexión visigoda. Es un capítulo que reflexiona, desde las fuentes escritas principales (en esta ocasión Martín de Dumio, el obispo de Braga, de origen panonio), y las piezas arqueológicas más destacadas halladas en el ámbito suevo, acerca del proceso de cristianización llevado a cabo sobre el paganismo anterior, haciendo hincapié en el priscilianismo y, por ende en la ortodoxia y heterodoxias cristianas. De forma análoga al primer capítulo, se hace especial referencia también al valor didáctico de una historia crítica que suele construirse más que narrarse.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, octubre, 2019.

21 de octubre de 2019

Vídeos (XVII): El Reino Suevo de Galicia (411-585). Parte I



Documental El Reino Suevo de Galicia (411-585), emitido en dos partes. En este trabajo, de la mano de un grupo de reconocidos expertos, se analiza la conformación, desarrollo y caída de este reino, que dominó la zona occidental peninsular. Este primer capítulo se desarrolla desde el 406, momento de entrada de los invasores germánicos en el limes romano, pasando por la creación en 411 de un reino independiente tras un presunto acuerdo con las autoridades romanas, hasta el fin del imperio romano occidental en 476. Todo ello, siguiendo las fuentes escritas primordiales, esencialmente Idacio, el obispo de Chaves, y arqueológicas, mostrando algunos objetos que fueron parte de la magna exposición sobre los suevos que se pudo visitar y disfrutar en la ciudad de Ourense (In tempore sueborum).

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, octubre 2019.

15 de octubre de 2019

Arqueología: el mapa de Nuzi (Ga-Sur)




El mapa más antiguo que se conoce es el denominado mapa de Nuzi (en la imagen), una pequeña tablilla de arcilla que fue hallada en las ruinas de una ciudad de nombre Ga-Sur, al norte de Babilonia. Ha sido fechada hacia 2500 a.e.c., si bien algunos autores creen que posiblemente pueda ser un milenio más antigua. El documento aquí representado tiene una finalidad administrativa pero también un evidente valor cartográfico, pues incluye una serie de anotaciones en escritura cuneiforme en las que se aprecia la atribución de parcelas de una particular superficie a varios propietarios específicos. El elemento central del mapa es un río, casi con total seguridad el Éufrates, cuyo sinuoso curso aparece flanqueado por un conjunto de montañas, representadas en forma de semicírculos apiñados. El curso fluvial es dibujado con líneas rectas, que se ensanchan en una especie de delta, y acaban desembocando en una gran masa de agua. Este documento cartográfico es el primero en el que hay constancia de la orientación. En el mapa se señalan los orientes principales por medio de referencias a los vientos característicos de la región, un recurso clásico en mapas posteriores.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, octubre, 2019.

7 de octubre de 2019

Cultura Talayótica en las Islas Baleares





Imágenes, de arriba hacia abajo: la naveta des Tudons; el talaiot de Torellonet Vell, en la isla de Menorca y; taula y talaiot de Trepucó.

En las islas de Menorca y Mayorca se desarrolla en época del Bronce Inicial lo que se ha venido a denominar, desde una perspectiva arqueológica, como mundo Navetiforme. La fase formativa o Navetiforme I ocurriría en el Bronce Inicial, en tanto que el apogeo (Navetiforme II) aconteció entre 1400 y 1000 a.e.c. Este último momento supone el abandono de las antiguas necrópolis de tipo dolmen así como las del tipo hipogeo, si bien se mantiene la inhumación colectiva en cavernas[1]. Solamente en Menorca aparecen en esta fase las navetas de enterramiento.
Las navetas de enterramiento son recintos de inhumación grupal que inician su andadura en el Navetiforme II, aunque al igual que las cuevas de inhumación colectiva, perdurarán hasta la primera fase propiamente talayótica. Se puede destacar la naveta de Ses Arenes (con casi setenta cadáveres). Por su parte, en Cova des Cárritx se documentó un ritual funerario en el que se le cortaba el pelo a los fallecidos para luego guardarlo en unos pequeños recipientes de madera. Aunque se desconoce el significado de tal ritual, parece claro que algunas prácticas funerarias enfatizaban los cabellos y el cráneo. En otra cueva (des Mussol), se documentan prácticas ideológico-religiosas en las que participaban pequeñas esculturas en madera. Una de ellas presentaba un personaje de rostro humano con cuernos, iconográficamente afín a las conocidas representaciones del Cernunnos celta.
Las viviendas del Navetiforme II se originan en el Navetiforme I hacia la mitad del II milenio, y son de planta alargada terminada en uno de sus extremos en forma semicircular o absidal. En su interior son comunes los hogares, las banquetas y demás mobiliario de interior. Aparecen aisladas o, en algunos casos, en pequeños grupos colindantes de dos o tres.
La cultura talayótica propiamente dicha de Mayorca y Menorca comienza en el Bronce Final. La fase formativa se fecha entre 1000 y 900 mientras que la de pleno desarrollo entre 900 y 800 a.e.c. Se trata de una evolución autóctona que perdurará algunos siglos, aproximadamente hasta 600 a.e.c., y en la cual destaca como rasgo fundamental la arquitectura, concretamente los monumentos turriformes conocidos como talaiots (esto es, atalayas). Es una arquitectura megalítica, que presenta edificaciones públicas monumentales, no sólo los mencionados talaiots sino también taulas, santuarios y recintos amurallados.
Los talaiots están conformados por grandes bloques pétreos. Son torres de planta circular y de sección troncocónica, cuyas funciones pudieron ser variables: para organizar banquetes funerarios, como centros redistribuidores, espacios de reunión comunitaria del poblado y hasta lugares para despiezar carne[2]. Las taulas o mesas, por su parte, exclusivas de Menorca, son recintos rituales o santuarios con un muro que delimita un espacio a cielo abierto, habitualmente con una cabecera absidal, en cuyo centro se erigía una megalítica estructura de piedra  formada por una piedra hincada sobre al cual otra se sostenía en horizontal. Los santuarios presentan plantas cuadrangulares o absidales. Al igual que las taulas aparecen aislados (mientras que los talaiots pueden verse aislados o haber formado parte de poblados amurallados de plantas irregulares).
Las casas en Mayorca tienen plantas arriñonadas o cuadradas, con presencia de pilastras o columnas de sustentación; en Menorca, por el contrario, las casas circulares o radiales con un patio central son mucho más frecuentes. En el interior de las mismas destaca un mobiliario formado por banquetas, plataformas, hogares y depósitos para el agua.
La configuración y desarrollo de la cultura talayótica se acompañó de un crecimiento demográfico y de la nuclearización de la población. La estructura económica se centraba en la ganadería de cerdos, bovinos y ovicápridos, y mucho menos en la agricultura, esencialmente de cereales.
En relación, finalmente, al registro funerario talayótico, se puede decir que al principio, en las primeras centurias, pervivieron los enterramientos colectivos en cueva, propios de la tradición Navetiforme, como es el caso del yacimiento de la Cova des Pas, en Menorca, datada entre 900 y 800 a.e.c., en donde aparecieron más de setenta individuos inhumados en posición fetal envueltos en sudarios de piel de buey.
El denominado período postalayótico alcanza hasta el 123 a.e.c., momento en que Menorca es incorporada el imperio romano. El recinto de taula es ahora, en lugar del talaiot, el edificio que vertebra los poblados (Talatí de Dalt, Trepucó). Se construyen las casas adosadas mientras que las prácticas funerarias se llevan a cabo en necrópolis en grandes cuevas artificiales, como el conocido ejemplo de la necrópolis de cala Morell.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, octubre, 2019.


[1] Los enterramientos en cuevas se pueden ver en Es Cárritx, en Ciutadella, Menorca, o en el Forat de Ses Aritges, en la misma localidad menorquina.
[2] A pesar de las diversas funciones plausibles, el talaiot es un monumento claramente comunal, desde una perspectiva tanto ideológica como económica.

1 de octubre de 2019

Sentimiento en la poesía china de los Siete Sabios del Bosque de Bambú


A diferencia de las concepciones románticas de los sentimientos internos, muchos poemas chinos tienden a presentar los sentimientos como algo vivo, manifestados  a través de los intercambios interpersonales en situaciones específicas. Un tema frecuente será el de los placeres de la buena compañía, sobre todo entre los grupúsculos sociales, como el muy conocido de los Siete Sabios del Bosque (Huerto) de Bambú. Este grupo de excéntricos literati se reunía para beber, disfrutar del paisaje, escribir poesía y, naturalmente, engranarse en aquello que se llamó la conversación pura. Con un evidente deseo de escapar de los engorrosos enredos políticos, celebraban sin pudor la simple vida rústica y los placeres más hedonistas.
El poeta más significativo del grupo fue Ruan Ji (primera mitad del siglo III), cuya obra (Cantando mis Sentimientos), privilegiaba la emoción emparejándola con la reflexión filosófica. En unos pocos de estos ochenta y dos poemas, Ruan celebra la decisión de un antiguo conde de época Qin, quien dedicó el resto de su vida a plantar y recolectar melones. Esta poesía bucólica y contemplativa sirvió, también, como mecanismo de protesta política. La tradición confuciana llegó a aplaudir la crítica contra los gobernantes como un esfuerzo real para mejorar el Estado, si bien, en la realidad, los oficiales que osaban vociferar sus críticas solían ser exiliados a lugares distantes e inhóspitos. Si la persuasión o la protesta no obtenían apoyos, el virtuoso podía “retirarse” a la naturaleza.
De este modo, un buen oficial confuciano podría llegar a ser una suerte de “recluso” (erudito escondido), retirándose de la persecución de la fama, el poder y la riqueza del ambiente mundano. Estos deseos conflictivos, entre participar en la sociedad y recluirse en la naturaleza, marcan numerosos poemas de Tao Qian (siglos IV-V, poeta más conocido por el nombre Tao Yuanming). Fue el más célebre de estos caballeros escondidos, y el que inventó eso que se denominó “poesía de los jardines y los campos” (esto es, la poesía bucólica).
La serie de tres poemas de Tao, Sustancia, Sombra, Espíritu, presenta el conflicto entre la ambición mundana y los simples placeres. Lo presenta como un debate entre las diferentes partes del yo. En primer término, (la Sustancia se dirige hacia la Sombra), la sustancia lamenta la inevitabilidad de la muerte, ante la cual propone una respuesta hedonística: nunca rechazar un vino; en segundo lugar (la Sombra respondiendo a la Sustancia), la sombra concede que el vino destila confort, pero que no debe ponerse a la altura de la realización de buenas obras (artífices, al final, de que el nombre perdure tras la muerte en la posteridad); finalmente, en la Exposición del Espíritu, éste intenta resolver el conflicto. ¿Cómo?. Argumentando del siguiente modo. El vino puede acortar la vida humana, cierto (si se consume en exceso, claro), pero al preguntarse quién recordará la muerte de uno mismo señala que no queda más que aceptar el destino sin preocupaciones, degustando un buen vino en condiciones. Diría que se destila aquí sabiduría pura.

Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP, octubre, 2019