21 de octubre de 2016

Los acadios de Sargón y Naramsin


En la imagen, una tablilla neobabilonia autobiográfica de Sargón de Acad.

La conquista efectuada por los reyes acadios supone la ruptura con el período dinástico temprano sumerio. Es la primera vez que toda Mesopotamia se une bajo el poder de un único soberano. Este paso del poder sumerio a otro semita no implicó la inexistencia de una cierta continuidad entre los soberanos acadios  y sus antecesores sumerios. En términos generales los nombres sumerios son más numerosos en el sur, mientras que los acadios lo son en el norte. No obstante siempre hay excepciones. El nombre de la reina Puabi, que fue enterrada en el Cementerio Real de Ur parece acadio, y no sumerio, mientras que los reyes originarios de Kish poseían nombres tanto sumerios como acadios. Enbi-Ishtar es acadio pero Mebagaresi es sumerio. Es probable, entonces, que hubiese un cierto bilingüismo.
El primero soberano de la dinastía de Acad (Agadé) se llamaba Sharrun-kin (Sharken), conservado en fuentes bíblicas como Sargón. Su nombre acadio significa rey legítimo o verdadero, un indicio claro de que se trataría de un usurpador. La Lista de Reyes Sumerios señalaba que su padre había sido un cultivador de dátiles, que había fundado Agadé, convirtiéndose en rey, y había gobernado durante más de cincuenta años. Una inscripción en el monumento del Templo de Enlil, en la ciudad de Nippur, no menciona sus ancestros. Se refieren a él como Rey de Agadé, Rey de la Tierra y Rey de Kish[1]. En la misma se relata cómo gracias a la ayuda de las deidades había triunfado en la batalla contra Uruk, capturando a su rey Lugalzagesi. En este sentido, Sargón habría conquistado los territorios pertenecientes a Umma, Lagash y Ur. En otra inscripción, que ha llegado hasta nosotros a través de una copia babilónica antigua, se mencionan las relaciones del rey con las semi míticas comarcas de Makkan, Dilmun y Meluhha (Omán, Bahrein y el Indo, respectivamente). Se conoce que Sargón veneraba al dios Dagan, quien le había facilitado el control de las tierras altas (Siria occidental), además de Ebla, Mari y Yarmuti, y hasta el Bosque de Cedros, en la costa mediterránea.
Conquistó Puruskhana, en la meseta de Anatolia, y también atacó y conquistó Marhashi y Elam, en las regiones montañosas de Irán, así como Dilmun. Sargón proclamó a una hija, concretamente Enheduanna, como gran sacerdotisa de Nanna, la diosa lunar de Ur. Los reyes posteriores mantuvieron esta costumbre de encomendar a sus descendientes hembras el cargo de gran sacerdotisa de Ur, costumbre que se mantuvo inalterada hasta Nabónido, ya en el siglo VI a.e.c.
Sargón fue sucedido por su hijo, de nombre Rimush. Puso fin a varias sublevaciones en Sumer y en el mismo Akkad, y vuelve a tomar Elam y Marhashi. En las inscripciones se afirma que dominaba el Mar Superior, el Inferior y las regiones de montaña. Rimush es sucedido por su hermano Manishtushu (“el que está con él”), probable alusión al carácter de hermano gemelo de Rimush. La Lista de los Reyes Sumerios, no obstante, le menciona como el hermano mayor. Fue un rey que se jactó de conquistar Serihum y Ansan. El domino acadio, probablemente, se extendía hasta Susa.
Las más de tres décadas de reinado del hijo de Manishtushu, Naramsin, marcan de manera indeleble el período cumbre del imperio acadio. Además de extender sus dominios, como los reyes previos, se empeñó en modificar la naturaleza de la monarquía en el instante en que se erige él mismo como dios, en lugar de reinar como representante de las divinidades. Decidió auto proclamarse “rey de las cuatro regiones” y “rey del universo”. En las inscripciones se afirma que destruyó la ciudad de Ebla. Cerca de Nínive, la parte inferior de una estatua de cobre llevaba una inscripción del rey en la que se afirmaba su victoria en varias batallas.
El monumento más renombrado relativo a Naramsin es su Estela de la Victoria que fue encontrada en Susa. Al igual que el Código de Hammurabi y la Estela de Sargón, esta pieza fue llevada a Susa por los elamitas como parte de un botín. En ella se documenta la victoria del soberano sobre Satuni, el rey de la tribu de los Lullubi, grupo que habitaba en el centro occidente de Irán. La estela plasma los acontecimientos históricos de un modo novedoso. En lugar de los frisos del Protodinástico y de las Estelas de Sargón y de Eannatum, ahora la composición es única y coherente. La figura central del relieve, con un arco, un hacha y tocado con astas, al modo de los dioses mesopotámicos, es Naramsin. La escena se recorta sobre una región de montaña y de bosques, estableciéndose así un paisaje de fondo.
Naramsin, al igual que su abuelo Sargón, fueron convertidos en temática habitual de relatos posteriores. Fue descrito como una figura trágica, víctima de la soberbia, que propició rebeliones, la invasión de tribus orientales y la propia destrucción de Agadé. En la etapa del sucesor de Naramsin, Sar-kali-sarri, el reino estuvo sometido a la presión de los amorritas por el occidente, y los gutis en las zonas montañosas orientales. Los últimos dos reyes de Agadé fueron Dudu y Su-durul. En su época, el reino se circunscribía esencialmente a la región que rodea Agadé y las llanuras del Diyala. Varias ciudades-estado, entre ellas la siempre proclive Lagash, habían ya obtenido su independencia.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. UGR-FEIAP.



[1] Hay que apuntar que varias tradiciones y leyendas bastante posteriores, atribuyeron a Sargón el dominio del mundo por completo (de levante a poniente). Sin embargo, algunos de tales relatos parecen glorificar, tal vez, a Sargón II de Asiria (721-705 a.e.c.), quien adoptaría el nombre del primer Sargón.

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