21 de octubre de 2015

Relaciones culturales este-oeste en época prehistórica a través de las figurillas humanas neolíticas en China




Imágenes, de arriba hacia abajo: figurilla neolítica hecha en jade y hallada en la provincia de Anhui; huellas de construcciones en un yacimiento de la cultura Peiligang; y restos de un yacimiento de la cultura Yangshao.

Un conjunto diverso de figuras cerámicas antropomórficas han sido halladas en varios sitios neolíticos en el valle medio y bajo del río Amarillo. Es el caso de Jiangxicun, en Fufeng; de Liujiahe, en Ankang, en el sur de Shaanxi, que data de la fase Miaodigou del período Yangshao medio; y de Dengjiazhuang, en Lintong, también en Shaanxi, y del mismo período Yangshao. Las figurinas humanas neolíticas encontradas en la región pudieran ser reflejo de imágenes de practicantes rituales con toda su vestimenta característica. Una de ellas, muy particular, encontrada en el yacimiento de Zhouyuan, en Fufeng, porta un signo sobre la cima de su gorro que es idéntico a la inscripción oracular en hueso para wu, que significa mediador ritual (algunas veces traducido como chamán). Se ha sugerido que las figuras en cuestión pueden representar a los Sakas del Asia central, quienes fueron ejecutantes de magia, o que reflejen magos de origen iranio, quizá de la cultura Andronovo, como los que sirvieron como adivinadores en la corte real Zhou. Sin embargo, es difícil asegurar si esos individuos foráneos actuaban como simples entretenedores o como sacerdotes con gran poder en la corte Zhou.
Muchas de las figuras encontradas en Fufeng, cerca del río Wei, que se datan entre el IV y el I milenio a.e.c., tienen rasgos caucasoides. El valle de este río fue una región en la que los grupos étnicos del oeste y el este entraron en contacto. En tal sentido, los practicantes rituales con orígenes centroasiáticos representados en las figurillas, parecen poseer tanto rasgos mongoloides como caucasoides. Estilísticamente, no obstante, la mayoría de las figuras centroasiáticas son diferentes de los ejemplos Yangshao. Es el caso de una figura masculina de Kara-Depe, en Turkmenistán, que lleva barba, una anillo en la nariz y un gorro apuntado, así como el de varias figuras femeninas halladas en Geoksyur, también en Turkmenistán*, que aparecieron sin cabeza.
No se puede aclarar del todo si la civilización china antigua recibió alguna inspiración cultural desde el occidente. Los hallazgos de horquillas con cabezas caucasoides en Zhouyuan, y de diversos artefactos con características centroasiáticas en Erlitou, el primer sitio urbano de la Edad del Bronce en Henan, ha despertado un excitante interés en destacar las interacciones culturales entre la antigua China y los límites occidentales más allá de las fronteras de la China moderna. Las similitudes entre las figuras Yangshao y aquellas del Asia central parecen apoyar el argumento de que los contactos culturales entre este y oeste ocurrieron desde la prehistoria, mucho antes del establecimiento de la Ruta de la Seda.
Las más probables fuentes de la influencia cultural centroasiática pudieron haber estado en la región noroeste de la China actual, en Xinjiang. En esa zona, las tradiciones culturales han sido similares a las de la parte occidental de Asia central, reflejándose en una adaptación a un modo de vida de pastores en condiciones medioambientales semejantes, en las que se combinan desierto, estepas, montañas y oasis. Las regiones centroasiáticas se conectaban tradicionalmente con el este, con las llanuras centrales del norte de China, a través del famoso Corredor del Gansu, conocido cuando se estableció la Ruta de la Seda en los siglos III-II a.e.c.
Los descubrimientos de momias bien preservadas en la cuenca del Tarim sugieren que ciertas poblaciones caucasoides se asentaron en esta región hace bastante tiempo, al menos desde el 2000 a.e.c. La presencia de sombreros de varios estilos, de fieltro o de lana, decorados con plumas, cortos o apuntados, pudiera ser un reflejo de la costumbre regional que surge de la adaptación al medioambiente desértico de Asia central. Es probable que las gentes de la región de Xinjiang empleasen gorros de varios estilos durante los milenios V y IV a.e.c. También es probable que algunos de ellos, incluyendo practicantes rituales o magos, hubiesen viajado hacia las regiones orientales, dejando su imagen e impronta en los restos materiales que se encuentran en los sitios Yangshao.
Al margen de estos supuestos o probables contactos culturales, no se puede aseverar si la influencia centro asiática tuvo un destacado papel en los cambios socio-políticos que acontecen en el Neolítico chino. Las figurillas en arcilla se han desenterradas en todos los contextos arqueológicos en los sitios calcolíticos y de la Edad del Bronce de Asia central, desde basureros y habitáculos domésticos, hasta en el ámbito de la arquitectura monumental. Pudieron ser usadas, tal vez, en rituales, aunque no existe indicación alguna de actividades rituales centralizadas focalizadas sobre tales figuras. Además, no se puede saber si los individuos representados en la figuras se integraron formalmente en las sociedades Yangshao, o solamente fueron individuos itinerantes que iban de poblado en poblado ejecutando ceremonias locales. La antropología física no ha identificado, al menos hasta la fecha, esqueleto caucásico alguno entre las poblaciones Yangshao. Esto supondría que la dinámica de los cambios sociales derivó, con mayor probabilidad, de las propias sociedades indígenas (Yangshao) más que de las culturas distantes y foráneas.

*Ambos sitios datan de la cultura Namazga III, entre 3500 y 3000 a.e.c., contemporánea del período Yangshao tardío. Su ubicación, no obstante, es muy alejada de los “territorios” Yangshao: más de cuatro mil kilómetros.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas. FEIAP-UGR (España)

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