Los estupas o dagabas son construcciones “funerarias”, verdaderos relicarios elevados a partir de alguna reliquia budista (un sutra, un fragmento de la vestimenta del Buda, un objeto sacro), cuya significación es claramente cósmica, rememorando el parinirvana de Sakyamuni. Son, en general, construcciones sobrias, austeras y anónimas, en función de que representan el ideal de la liberación del pensamiento y nirvana. La proliferación geométrica en sus formas, con la presencia de círculos, cilindros, semiesferas, implica la representación de los cinco elementos constitutivos de la materia. Su origen pudo estar en las construcciones megalíticas tumulares del II milenio a C. Como representativas de la organización espacial cósmica, se dividen en dos partes esenciales: el anda, cuerpo semiesférico, símbolo del cielo y lo masculino, y la planta cuadrangular, con cuatro puertas o toranas orientadas a cada oriente principal, símbolo de la tierra y lo femenino. Su proliferación se dio tras el conflicto de las reliquias, una vez muerto y cremado el Buda, si bien es con el rey Asoka cuando estas construcciones alcanzan su cenit en India. En su vagar por Asia central, el sudeste y el extremo-oriente de Asia, los estupas acaban desarrollando estilos regionales, conformándose las pagodas, en China y Japón, fundamentalmente, y soluciones como los chorten en Bhután y Tíbet.
Prof. Julio López Saco
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