Lápida sepulcral de Pacal, Templo de las Inscripciones, Palenque
El ciclo del maíz, planta vital para las poblaciones mesoamericanas, es la base material del mito de resurrección, esto es, el milagro cósmico de la eterna renovación. El cereal muere para transformarse en alimento, se sacrifica para mantener a la humanidad. En los relieves de la lápida sepulcral del rey Pacal del Templo de las Inscripciones en Palenque, del período maya clásico, la planta está representada por un motivo cruciforme (símbolo también del axis mundi y de la vida), alzada sobre un joven Dios del Maíz en actitud de morir, ya reclinado sobre el mascarón del monstruo de la tierra (entendido como Itzamná antropomorfizado y figurado como un altar). En los laterales del sarcófago aparecen seres humanos brotando de la tierra, cada uno con una planta en su mano.
Prof. Dr. Julio López Saco
10 de enero del 2011
2 comentarios:
Curioso el símbolo cruciforme relacionado con la divinidad...
Un abrazo y feliz año.
Igualmente, prosperidad en este año recién nacido. Julio.
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