SADHUS NAGA EN EL KUMBH MELA A LAS ORILLAS DEL GANGES
El
término sadhu corresponde a las
ascetas que siguen un camino de penitencia y total austeridad para lograr la
iluminación. Son renunciantes que rechazan los logros mundanos y la vida de
acción para borrar los actos del pasado y liberarse en el mundo de la divina
realidad. Una buena parte de los sadhus
imitan la vida mítica de Siva, el principal de los ascetas, por eso llevan
consigo un tridente simbólico y tres rayas de ceniza, o de pasta de sándalo,
sobre su entrecejo para representar el triple aspecto del dios y su búsqueda
para la destrucción de las tres impurezas, el accionar con deseo, maya y el
egoísmo. Las marcas sobre sus entrecejos describen, asimismo, el grupo u orden
al que pertenecen[1]. Cubren sus cuerpos
con ceniza para recordarse a sí mismos el fin de las cosas, pues creen que el
mundo fue hecho por la fuerza creadora de maya o ilusión. Visten túnica de
color azafrán (que simboliza la fértil sangre de Parvati), y sobreviven de bhiksha o donativos. En respuesta a
estas dádivas se ofrecen a explicar su filosofía vital. Con la excepción de las
grandes reuniones o festividades religiosas, como el Kumbha Mela[2]
o el Pushkar Mela, raramente permanecen en un mismo lugar, dedicándose a errar
por carreteras y bosques, pues entienden que el movimiento mantiene alerta el
cuerpo-mente. Las noches las pasan es ashram,
templos o lugares de cremación[3].
Sus
primeros años de renuncia los pasan con un gurú. Cuando adquieren el control
absoluto de las artes espirituales y yógicas abandonan la protección del gurú y
comienza su vida itinerante. Entre los sadhus
más famosos se encuentran los Nagas,
quienes siempre están desnudos (como los jainistas digambaras), y solamente van cubiertos de ceniza sagrada o vibhuti. Desde el siglo VIII los sadhus se dividen en tres denominaciones
(akharas) principales, y en cuatro
centros u órdenes (maths).
Prof. Dr. Julio López Saco
Doctorado en Historia y en Ciencias Sociales, UCV
[1] Sadhus y sanyasis llevan
diferentes tilaks sobre sus
entrecejos dependiendo del grupo de pertenencia. El tilak es una marca que llevan los hombres en el entrecejo. Se pone
durante las ceremonias religiosas o con motivo de la visita a un templo. Desde
un punto de vista simbólico, tilak
implica la apertura del tercer ojo de la inteligencia interna. Debe recordarse
que el Yoga Kundalini reconoce diversos centros de energía dentro del cuerpo
humano (chakras). El primero se ubica
en la base de la espina dorsal, en tanto que el sexto en el centro del entrecejo
(ajna chakra). La tradición del tilak parece derivar de las antiguas
ceremonias de coronación, oficiadas por el Ray
Purohit o Jefe Sacerdote. En cualquier caso, hoy también se usa para dar la
bienvenida a huéspedes o familiares, o para despedirlos. Por su parte, el bindi es la marca llevada por las
mujeres, salvo aquellas que son viudas. Las mujeres casadas denotan su estatus
a través del sindoor, línea de color
rojo en la base del cabello, o con un bindi
rojo en su entrecejo. No obstante, hay muchas variedades de colores, que
las mujeres usan en combinación con el rico colorido de sus saris.
[2] Kumbha es una palabra que recuerda la vasija que contenía el néctar
de la inmortalidad que salió a la superficie cuando los dioses batieron el
océano. Dioses y demonios lucharon por ese néctar, a causa de lo cual cayeron
cuatro gotas en cuatro lugares sobre la tierra, que es donde se celebra esta
impresionante congregación. Se celebra cada doce años, y durante tres meses, en
Allahabad (Prayag), Ujjain, Nasik y Haridwar. En Prayag se encuentra sangam, esto es, la confluencia de tres
ríos sagrados y de carácter mítico: el Jamuna, el Ganges y el Saraswati.
[3] La ceremonia de
iniciación de un sadhu para entrar en
la orden monástica contiene los ritos finales sobre el momento de la muerte.
Esto simboliza su ruptura con el pasado y su entrada en una nueva vida. Por tal
razón, los sadhus no son cremados (como
tampoco los niños pequeños, de menos de diez años, considerados inmaduros, ni
las mujeres embarazadas, porque se entiende que el bebé en el útero no está aún
formado, ni los leprosos, para no molestar al fuego, o los que mueren por una
picadura de serpiente, pues las sierpes se asocian con Siva y su mordedura es
auspiciosa) al morir, sino enterrados o dejados en el agua para su descanso (jal samadhi).
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