12 de febrero de 2014

La moneda romana antigua IV: la iconografía

MONEDA ROMANA CON POMPEYO EN EL ANVERSO Y NEPTUNO EN EL REVERSO.


Las imágenes se producían golpeando la moneda en un molde previo al corte. En la etapa republicana el control de estado sobre la acuñación se llevaba a cabo a través de magistrados (primero tres, luego cuatro), llamados tresviri aere argento auro flando feriundo (a.a.a.f.f.). Estos magistrados favorecieron las imágenes clásicas como las de Iove, Roma, Marte o la Victoria. En las piezas monetales del siglo II a.n.E., aparecieron series de monedas en las que se representaban cuadrigas, aunque desde 135 a.n.E. los tresviri empiezan a favorecer la aparición de sus historias familiares, marcas locales, eventos contemporáneos y la efigie de miembros de sus lealtades personales. Se evitaba la representación de los gobernantes, probablemente porque en las monedas griegas tal imagen se reservaba a reyes y tiranos, hecho nada acorde con los principios republicanos romanos. Las leyendas se hacían en líneas verticales u horizontales, pudiendo continuar, si era necesario, en la cara opuesta de la moneda.
En las monedas romanas pueden aparecer representadas muchas alegorías de divinidades, héroes y animales míticos, como Calíope, Herakles, Lares, Eneas, Amaltea, Can Cerbero, Esfinge o Luperca. Son muy habituales las personificaciones femeninas de emociones, sentimientos o virtudes (Abundantia, Aequitas, Aeternitas, Caritas, Clementia, Concordia, Fortuna, Eirene, Felicitas o Patientia, entre otras muchas).
Las monedas romanas del período imperial suelen tener en sus anversos los rostros de los emperadores, llevando una corona radiante o de laurel. En muy raras ocasiones, se muestra un miembro destacado de la familia imperial. Son verdaderos retratos, algunos idealizados y otros muchos más realistas. La variabilidad dependerá del emperador en particular, de las situaciones de su reinado y de las convenciones artísticas cambiantes. A partir de Constantino, los retratos imperiales se hacen más estandarizados, convirtiéndose en una norma la representación uniforme del emperador, al margen de sus características físicas. Muy excepcionalmente se puede encontrar alguna moneda en la que el emperador use S C o Senatus Consulto, cuya significación en el contexto imperial debe ser la que refiere el apoyo del senado. La leyenda rodea a la moneda en el sentido de las agujas del reloj, empezando desde la parte inferior izquierda.
El reverso de las monedas imperiales podían llevar una amplia variedad de imágenes y diseños. Sobre las antiguas monedas de bronce a menudo se representaba la proa de un barco. Las monedas de mayor valor mostraban temas diversos: monumentos, como la columna trajana, templos o el coliseo, además de proyectos de ingeniería promocionados por el estado romano (acueductos, puentes, puertos, sobre todo el de Ostia). Algunas imágenes portaban un sentido simbólico, como la del cocodrilo encadenado a un árbol de palma, que representa la conquista imperial de Augusto. En otras se simbolizaba la subyugación de Egipto al poder de Roma. Las monedas provinciales, acuñadas en cecas locales, representaban héroes y dioses locales, monumentos o símbolos religiosos locales, como los vasos cánopes en los reversos de algunos ejemplares de Alejandría. Ciertas monedas, incluso, pueden también representar monumentos perdidos o arruinados.

Bibliografía

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Prof. Dr. Julio López Saco
Doctorado en Historia, UCV. Escuela de Letras, UCAB

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