Los tubo, formados con tribus de los qiang occidental y los xianbei (descendientes de los donghu) fundidos con los pueblos di, y emigrados desde la región del río Amur, son los antepasados de los tibetanos. Establecen un proceso de integración tribal, a partir del siglo VII, en los valles del río Bramaputra o Yarlong Zamgpo, extendiéndose por Qinghai, Xinjiang y Gansu. Aunque las crónicas tibetanas mencionan una época de cuarenta reinos, probablemente durante el siglo VI, doce de ellos, entre los que se destacan los sheboye, antecedentes del linaje imperial, serán los principales en un proceso de concentración paulatina. Se destacan, por encima de todos, el Reino Zhang-zhung (confederación de tribus desarrollada entre los siglos IV y VII), en donde el chamanismo arcaico tradicional de transformaría en la religión bon, y el peculiar Reino de las Mujeres del Este, que puede estar en la base de los Mosou actuales del lago Lugu, cuya sociedad es matriarcal. El primer rey de los tubo, y creador del imperio tibetano, fue Songsan Gangpo (618-649), aunque el imperio tibetano tendría su mayor esplendor con Trisung Detsan, en la segunda mitad del siglo VIII. Este rey, así como su hijo Ralpachen, promovieron el budismo y patrocinaron la construcción de monasterios así como las traducciones de textos budistas, propiciando el acaparamiento de tierras de los recintos monásticos. Este hecho dio lugar a que los sacerdotes de la religión tradicional bon, al lado de otros príncipes tibetanos, se enfrentaran con los budistas, conflicto cuya consecuencia inmediata será la fragmentación del imperio en principados independientes, hasta su definitiva desaparición, en medio de grandes revueltas sociales, en 877. En época dinástica Song (960-1279), el Reino de Guge, una auténtica fortaleza en el oeste de Tíbet, sirve de refugio del budismo, que ha sobrevivido apoyado en la realeza local. Desde aquí se fundan nuevos monasterios, que empiezan a concentrar, otra vez, territorio y poder, aunque con la novedad de la aparición de las primeras escuelas religiosas budistas, como la Kardam, Nyungmapa, Sakyapa y la Kagyupa (escuela de la transmisión oral), a la que perteneció el monje Milarepa. El poder temporal se asocia al religioso de manera irrevocable, estableciendo los fundamentos del lamaísmo budista tibetano.
Tíbet, en tibetano Bod Zizhigu y en chino Xizang, tiene una superficie total de 1.222.000 km², siendo su ciudad capital Lhasa. Tiene frontera con Myanmar, India, Bután y Nepal, además de con el resto de China. Vemos un mapa de la región.
Prof. Dr. Julio López Saco
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