Antigüedad coreana
Prof. Dr. Julio López Saco
El origen de Corea puede haber estado relacionado con una rama tungús de la familia lingüística uralo-altaico, que habría emigrado desde el noroeste de Asia hacia el noreste de China (Heilongjiang) y, desde allí, a Corea. El Samguk Yusa, obra del siglo XIII, menciona que la primera dinastía en Corea fue llamada Hwuanin, mientras que la segunda, etiquetada como Gojoseon, datada entre el 2300 y el siglo II a.e., fue creada por un personaje semi-mítico llamado Tangun o Dangun. Los mitos cuentan que Dangun fundó varias tribus, reunidas en un reino que adquirió la denominación Chosun (tierra de la calma de la mañana). En esta época se estableció la presencia de colonias militares chinas, a partir de una invasión ordenada por el soberano Han, Wu Di, en el año 109 a.e., en el territorio de la actual Corea. A la vez, varias tribus comenzaron a distinguirse de entre otras, fundamentalmente Koguryo (37 a.e.-668) en el norte, además de Silla (57 a.e.-668) y Paekche (18 a.e.-660), en el sur. Los tres estuvieron más o menos influenciados por China y su cultura. El nacimiento de estos Tres Reinos (que se desarrollaron entre 57 a.e. y 668) coincidió con el desarrollo y fin de la dinastía Han en China (220). Peregrinos, emisarios, refugiados políticos y monjes chinos transmitieron la escritura china, la literatura del continente, el budismo, las artes plásticas, los sistemas socio-políticos y los métodos agrícolas que, poco después, fundamentarían la cultura en Japón. Los dos últimos reinos acaban coaligados en contra de Koguryo (reino esencialmente guerrero), pero va a ser Silla el que, finalmente, gracias al apoyo de los dinastas Tang en China (618-907), se imponga, conformado un reino único en toda la península hacia el año 668.
El Reino Unificado de Silla (668-935), con capital en Kyongchu, utilizó el budismo como doctrina, ideología y religión oficial del Estado. Muchos de los templos budistas, como las grutas Sokuram, están extensamente decorados con pinturas murales con seres inmortales y diversos Budas. A partir de mediados del siglo VIII comenzó una paulatina decadencia en el reino debido a corruptelas, luchas internas entre grupos aristocráticos y una cierta fragmentación del poder central a manos de los nobles y grupos rebeldes. Uno de estos rebeldes (Wang Geon) consiguió instaurar en la ciudad de Song do (hoy Gaeseong), una nueva dinastía, llamada Goryeo (de donde deriva el actual nombre del país), y posteriormente logró rendir definitivamente el poder de Silla en 935. Este nuevo reino, que cronológicamente se dilató hasta fines del siglo XIV, fue el que tuvo que lidiar con los intentos de invasiones mongolas que, más de una vez, obligaron a los dinastas a firmar tratados de paz y entendimiento.
El Reino Unificado de Silla (668-935), con capital en Kyongchu, utilizó el budismo como doctrina, ideología y religión oficial del Estado. Muchos de los templos budistas, como las grutas Sokuram, están extensamente decorados con pinturas murales con seres inmortales y diversos Budas. A partir de mediados del siglo VIII comenzó una paulatina decadencia en el reino debido a corruptelas, luchas internas entre grupos aristocráticos y una cierta fragmentación del poder central a manos de los nobles y grupos rebeldes. Uno de estos rebeldes (Wang Geon) consiguió instaurar en la ciudad de Song do (hoy Gaeseong), una nueva dinastía, llamada Goryeo (de donde deriva el actual nombre del país), y posteriormente logró rendir definitivamente el poder de Silla en 935. Este nuevo reino, que cronológicamente se dilató hasta fines del siglo XIV, fue el que tuvo que lidiar con los intentos de invasiones mongolas que, más de una vez, obligaron a los dinastas a firmar tratados de paz y entendimiento.
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