Escena mitológica que evoca el concepto de regeneración, con la presencia del dios Shu, separando el cielo o Nut y la tierra, Geb. Según el mito, Shu tuvo que intervenir para separar a Geb y Nut que estaban fundidos en un abrazo amoroso, que hay que deshacer para que el orden se establezca y no reine el caos informe. A Geb se le representa habitualmente tumbado y apoyado sobre un brazo, con su piel oscurecida, de un color verde oliva, lo que simboliza el limo que nutre la tierra egipcia tras la inundación estacional. La diosa Nut se representa encorvada para simbolizar la bóveda celestial. El Libro de la Vaca Celeste señala que la diosa devora todos los días a sus hijos, las estrellas mañaneras y el sol del atardecer, para poder darlos a luz de nuevo cada día. En ese sentido, la cabeza y la vulva de la deidad señalan el este y el oeste idealizados, respectivamente. Shu está con los brazos levantados sujetando el cielo, quizá el fundamento de la codificación iconográfica del Atlas griego. Una significativa cantidad de estas escenas míticas serán empleadas, a partir del Tercer Período Intermedio, en la decoración de sarcófagos de nobles y escribas.
Prof. Dr. Julio López Saco
No hay comentarios:
Publicar un comentario