El estilo artístico indio más puramente hindú, el denominado drávida, se desarrolló en el triángulo meridional del subcontinente indio. De época de los Pallava son los rathas o santuarios móviles, pequeños templos dedicados a Shiva aunque, según la tradición popular, fueron originados por los héroes del Mahabharata. Elevados sobre plataformas, poseen una sola nave o espacio interno, e imitan los pasos procesionales sobre ruedas y animales. De esta misma dinastía es significativo el templo Kailasanatha de Kanchipuram (capital de los Pallava), de comienzos del siglo VIII, erigido para conformar la planta típica de la morada del dios Shiva en el Himalaya, es decir, el monte Kailasa tibetano. Está formado por una puerta monumental, una sala dedicada al toro Nandi, montura del dios, una mandapa de oración y el santuario de la divinidad. La dinastía de los Hoysala, residente en Mysore, Karnataka, crea un estilo propio de India central, llamando a sus templos vesara, y distinguiéndolos, de este modo, de los nagara del norte y los vimana del sur. El templo de Somnathpur es el más destacado. Se encuentra dentro de un recinto rectangular amurallado, al que se adosan capillas o celdas individuales, que recuerdan las los recintos monásticos budistas y los templos jainas del Gujarat. El templo en sí se eleva sobre una plataforma estrellada que facilita la circunvalación procesional. Es una planta de cruz latina con brazos y cabecera con planta estrellada. En este templo pervive el sentido esotérico del mandala. Las ciudades-santuario del sur, cuya proliferación se debe a la pobreza circundante y a la tolerancia hindú hacia otros cultos, surgen cuando las órdenes religiosas, ante la escasez de territorio, deben compartir los lugares sacros. Tal acumulación requiere la presencia de sirvientes rituales, lo que motiva la congregación de grandes poblaciones. En el siglo XII los recintos sagrados se ordenan, regulándose su administración y urbanizándose. Los espacios cultuales se jerarquizan según las castas y se levantan murallas que delimitan el perímetro sagrado. La puerta torreada en cada lado de la muralla, o Gopuram, será el elemento artístico fundamental en estas ciudades-santuario. Estas torres, que señalan los accesos al recinto, serán profusamente decoradas con esculturas desde el siglo XIV. A partir del siglo XVI se convertirán en soportes de los repertorios de la mitología hindú en madera pintada. Una de las principales ciudades santuario será Madurai, en Tamil Nadu (siglos XII al XVII), correspondiente a las dinastías Pandya, Vijayanagar y Nayaka, cuyos templos principales están dedicados a Shiva y su consorte Minaksi.
Las imágenes que presentamos son las siguientes: la planta del templo Chenna Keshava, Somnathpur, Karnataka, del siglo XIII y unos ejemplos de Rathas de Mamalapuram.
Las imágenes que presentamos son las siguientes: la planta del templo Chenna Keshava, Somnathpur, Karnataka, del siglo XIII y unos ejemplos de Rathas de Mamalapuram.
Prof. Julio López Saco
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