El estudio de las monedas es una
fuente histórica de primera magnitud. Su hallazgo en una excavación
arqueológica permite la datación del estrato en la que se encontró y hasta del
yacimiento completo. Además, las monedas son útiles porque proveen
informaciones sobre el comercio, el ordenamiento social, la ideología, la
mitología, o el mundo militar. Las imágenes sobre las monedas pueden contribuir
a nombrar ejemplos escultóricos no identificados, en tanto que su distribución
revela datos precisos sobre los movimientos demográficos, las redes comerciales
y las identidades cívicas.
Las monedas suelen estudiarse,
desde un punto de vista técnico, teniendo en cuenta diversos aspectos: el
anverso o frente de la moneda. En el caso romano (de época imperial),
usualmente se acuñaba el rostro perfilado del emperador o el de un pariente
cercano. No obstante, no siempre es fácil identificar el anverso por sus imágenes, sobre todo en las monedas
griegas más antiguas; el reverso, o cara opuesta, en la que pueden aparecer, en
el caso romano, motivos propagandístico-ideológicos o míticos, como la
glorificación de un ancestro; la leyenda o inscripción (sin contar los
caracteres propios de la ceca emisora), que se distribuye, habitualmente
alrededor del borde exterior de la pieza. La leyenda suele aparecer en forma de
abreviaturas, como es el caso de la moneda romana: AVG (Augusto), C/CAES
(César), COS o Cónsul, IMP PP o PERP (Imperatus, Perpetuus);
P F (Pius Felix, en relación a los dioses, al estado a la familia
propia), P M, Pontifex Maximus, P P o Pater Patriae, padre o senador de país, S C (Senatus Consulto), y
la máxima, casi emblema, SPQR, Senatus
Populusque Romanus; el campo y el exergo, siendo el primero un área lisa no
decorada, pero que puede tener alguna marca de control en forma de secuencia de
letras o símbolos que señalan quien o quienes son los fabricantes de la moneda;
y el segundo, un espacio al fondo del reverso que suele aparecer separado de
las imágenes por una línea. En ciertos casos puede aparecer aquí alguna marca o
parte de la leyenda; finalmente, el tipo, que es el diseño central sobre el
reverso, generalmente rodeado por la leyenda, encima del exergo.
Algunas abreviaturas nos indican el
metal con el que se acuñaron: AE (base de metal, aleación, cobre o bronce); AR, moneda de plata (argentum), y AU, moneda de oro (aureum).
Otros aspectos que hay que tener en cuenta son serratus, cuando la moneda presenta bordes dentados; restauración,
una moneda reproduce otra previa con algunos pocos cambios. Muchas veces se
hacía para mantener en circulación la efigie de alguna importante personalidad
pasada.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB, Caracas
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