Textos e imágenes para la comprensión de procesos histórico-ideológicos, religiosos, artísticos y culturales de la antigüedad asiática, y para un acercamiento a los períodos arcaicos en África, América y Europa. Se presentan artículos de opinión, investigaciones, imágenes y diversos ensayos. Los vínculos (Museos, Institutos, Universidades, Centros de Investigación) complementan las indagaciones que se muestran.
28 de febrero de 2008
Prehistoria japonesa: figuras Haniwa
Neolítico y Edad del Bronce en China (Hongshan y Liangzhu)
(De izquierda a derecha, de arriba hacia abajo). 1. El zhulong, dragon-cerdo, realizado en jade, es una criatura mágica con cuerpo de serpiente enrollado en torno a un orificio que culmina en una cabeza de cerdo. Este híbrido zoomorfo refleja la sociedad de agricultores del neolítico chino. La cultura Hongshan en el noreste de China produjo zhulong, mientras que en la región central oriental la emergencia de la cultura Liangzhu se centró más en los cong. Esta serie de objetos parece revelar la presencia de un matriarcado en la sociedad Hongshan, pues figuras de cerámica femeninas embarazadas han aparecido al lado de zhulong. Algunos de estos objetos fueron hallados en santuarios, por lo que se cree que en ellos se realizaban cultos a la diosa madre. Cultura neolítica de Hongshan, IV milenio a.C.; 2. El liding, recipiente funerario, está compuesto de tres cabezas de carnero yuxtapuestas, que cumplen la función de pies de apoyo. A fines del neolítico el cordero se consideraba un animal con un aura mágica, de ahí que fuera habitualmente sacrificado en ocasión de los funerales, en los que se enterraba su cabeza al lado del difunto. En la fase Yin de la dinastía Shang comenzaron a realizarse objetos con forma de animales que se añadieron al repertorio de formas cerámicas y de artefactos de bronce. Este recipiente tenía la función de calentar comida. Bajo los shang, el culto al ancestro real asumió un papel fundamental en la vida religiosa y política, de ahí que los bronces desempeñaran verdaderos símbolos de poder. Período dinástico Shang, (1750-1080 a.C.).
Bronces chinos rituales: época Zhou
Militarización de Japón: Bushi
El proceso de militarización japonés comienza a fines del siglo VIII, cuando las familias de los jefes de distritos empiezan a ser requeridos como fuerza militar, propiciando, de este modo, la idea del combatiente de elite, con su adiestramiento y equipo militar propio. En la siguiente centuria, los gobernadores provinciales se arman: el gobierno central les permite poderes militares en forma de títulos a través de los cuales ejercen el papel de agentes de policía, cargo que acaba siendo hereditario. También los propietarios de los shoen se arman, organizando guardias armadas con sus subordinados y convirtiendo el servicio militar en un servicio en el mismo territorio del shoen. Además, los templos budistas empiezan a adquirir hombre armados que son sacados de los shoen. La nueva aristocracia militar que se conforma es una elite que no rompe con el orden existente, que prioriza el carácter privado en la sociedad japonesa, y que se adiestra en el arco, la espada, y la equitación. En un principio campesinos-guerreros, hasta fines del siglo XVI, en que pasan a gobernar los castillos-ciudades de los daimyos y los terrenos circundantes, los bushi actúan, posteriormente, como funcionarios, pero al organizarse en bandas entran en conflicto con la corte imperial. Son bandas con intereses comunes, asociadas familiarmente, por núcleo de parentesco real o ritual. Esta unión se debía a la obediencia militar, a un vínculo militar privado. Estas bandas se organizaron en respuesta a diversas perturbaciones internas, y se agruparon en torno a la aristocracia cortesana que se traslada a las provincias. El samurai es, en consecuencia, un aristócrata provincial con oficio de armas, cuya preocupación, además de la espada, es la tierra, pues vive administrándolas, al contrario de la nobleza cortesana. Loa bushi, cuyos símbolos emblemáticos son la espada y la flor del cerezo, se caracterizan por sus valiosas cualidades humanas, que incluyen la lealtad, el honor, la audacia y la frugalidad, así como por sus habilidades, fundamentalmente la esgrima y la equitación. Llevan una vida dura en el campo, de fuerte autodisciplina y alejada de cualquier tipo de lujo, considerado una debilidad, y consideran el suicidio como un camino honorable si se ha perdido la seriedad frente a un superior. Los samuráis son obedientes, disciplinados, duros, sinceros, y desarrollan una verdadera mística en torno a un culto idealizado al jefe competente. Estas normas de disciplina y comportamiento aparecerán reflejadas en el Bushido, oficializado en el siglo XVII, fuertemente apoyado en principios morales confucianos e influenciado por la doctrina y práctica budistas.
Desde el siglo XVII, los bushi se convierten en teóricos-estudiosos, aunque mantienen su código marcial y la lealtad. En el período tempo (1830-1844), una nueva clase mercantil abastece a la nobleza, a la aristocracia militar, terrateniente pero ociosa, y muchos samuráis se empobrecen por deudas con los comerciantes, que acaban adquiriendo por dinero el rango de éstos, desdibujándose así las líneas entre clases, que habían estado, tradicionalmente, bien delimitadas. Después del Meiji, finalmente, se abole su condición jurídica pero son incluidos en la policía y el ejército.
27 de febrero de 2008
Magistraturas en la Roma republicana
Las magistraturas romanas son cargos establecidos para administrar asuntos comunes, aquellos que implican responsabilidad personal y ciertos poderes. El magistratus es el exponente del poder estatal, más que el servidor de dicho poder. Ser Magistratus populi implica dos poderes: el primero, el imperium, que es poseído por magistrados mayores, elegidos por los comicios centuriados (caso de los cónsules, pretores y censores). Se refiere al conjunto de derechos y prerrogativas que conforman el supremo poder público. Es el poder civil, militar, jurisdiccional y coercitivo, por eso se divide en imperium domi e imperium militiae; el segundo, la potestas, poder estatal otorgado al magistrado; básicamente es la competencia en su función, el poder para expresar su voluntad a través de edictos. Con la potestas los magistrados representaban a la república ante los dioses o la diplomacia extranjera. Daba derecho de intercessio, es decir, de oposición a un colega, y de inmunidad, por lo tanto, de no tener que dar cuenta de sus acciones.
Los magistrados disfrutaban de una serie de honores (ornamenta), entre los que se destacan, la sella curulis, la toga praetexta, el derecho de poedría y el acompañamiento de lictores. Todos ellos, con independencia de su cargo y funciones específicas, poseían una serie de elementos comunes: la jerarquización, la colegialidad, la elección y la gratuidad y, finalmente, la anualidad. El primero supone establecer el orden en el que se mencionan las magistraturas en las leyes o los textos jurídicos; es el cursus honorum, fundamentado en dos principios: el primero, la prohibición de que un mismo magistrado pudiera ser nombrado por segunda vez (340 a.C.); el segundo, la sucesión en el orden de nombramientos, que venía dictada por la costumbre. Esto significa que se avanzaba desde las magistraturas menores a las superiores, con intervalos de dos años entre cada una de ellas (Lex Villia Annalis, 180 a.C.); la colegialidad implica que las magistraturas formaban colegios: los cargos los ejercían varios titulares con iguales poderes. Además, se podían vetar entre sí o por mediación de un magistrado superior. La excepción la conformaba el dictador, que era empleado para restablecer, en casos de extrema gravedad, como una guerra, el mando único; la elección y gratuidad supone que las magistraturas eran, en efecto, electivas y gratuitas, pues son un honor, lo cual impide y hace innecesario cualquier tipo de remuneración; finalmente, la anualidad indica que, excepto la censura (18 meses), la dictadura (6 meses), y los tribunos militares con potestad consular, todas las demás sólo podían desempeñarse durante un máximo de 365 días. Naturalmente, todo esto era teórico. En la práctica, las cosas no fueron tan ordenadas ni se cumplieron a rajatabla las normas al respecto.
21 de febrero de 2008
Imágenes míticas de China II: Chiyou
Esta imagen muestra a Chiyou. En ciertas fuentes antiguas, donde se le señala como descendiente del dios agricultor Shennong, es considerado un ancestro de los grupos étnicos no Han, en concreto de los Miao. Su nombre significa gran padre o soberano. A comienzos del siglo XX, varios grupos nacionalistas coreanos reivindicaron su figura como un héroe étnico de connotaciones anti chinas. Chiyou, en chino 蚩尤, se considera jefe de los Jiuli y adversario de Huangdi, representante de Huaxia, la nación china, de ahí que en época Han fuese etiquetado como divinidad de la guerra. De este modo, el monstruoso Chiyou sería una suerte de vasallo rebelde, que se enfrenta al soberano Huangdi en la batalla de Zhoulu.
Prof. Julio López Saco
Imágenes míticas chinas
La ilustración muestra una teja, de las varias halladas en China, con rostro humano. Parece que dichas tejas eran colocadas en el extremo de los aleros. En varias de ellas desenterradas, las caras humanas muestran diversas expresiones. Algunas aparecieron en la colina Qingliang, correspondiente a un estrato del reino Wu del Este, y otras en el yacimiento de Yanlingxiangkou, que pertenece a los primeros tiempos del período de las Seis Dinastías. Quizá corresponda a algún personaje mitológico.
Prof. Julio López Saco
19 de febrero de 2008
Budismo en China: Bodhidharma
La imagen representa a Bodhidharma, Da Mo en chino, tercer príncipe de la localidad de Kancipura en el sur de India. Renuncia al trono para divulgar la doctrina y fe budistas en China, a donde llegó, según la tradición, en 520. Se le atribuye el honor de ser el primer patriarca budista en China.
Prof. Julio López Saco
Budismo tibetano: bandera de oración
El budismo se introdujo en Tíbet hacia comienzos del siglo IX, de la mano de un misionero de nombre Padmasambhava. Antes de la llegada del budismo se practicaba la religión Bon, de carácter chamanístico. Esta religiosidad popular tenía la tradición de colgar banderas de cinco colores, de carácter protector, que simbolizaban los cinco elementos. La bandera de oración que aquí se muestra posee en el centro la imagen de un caballo que carga en su lomo las Tres Joyas (Buda, Dharma y la Sangha) en llamas. El animal es conocido como Caballo de Viento. A su alrededor hay veinte mantras, poderosos sonidos, cada uno de ellos dedicado a una divinidad en particular. La idea subyacente es que al pasar el viento sobre la superficie de las banderas, el aire es purificado y santificado por los varios mantras. La bendición recae sobre todos los seres de los alrededores.
Prof. Julio López Saco
14 de febrero de 2008
Arqueología de la Cultura del Indo
La primera figura que aquí se muestra representa un presunto rey-sacerdote, hallado en la ciudad de Mohenjo-Daro. Se ha datado en el III milenio a.C., y hoy se encuentra en el Museo Nacional de Karachi, Pakistán. La segunda representación es una figurilla femenina del Valle del Indo, datada hacia el segundo milenio a.C. La última figura corresponde a lo que se ha creido una divinidad de la fertilidad, también del Valle del Indo, datada hacia 1500 a.n.e.
7 de febrero de 2008
Entrevista radial sobre el Horóscopo chino (Radio Francia Internacional)
Fuentes iranias antiguas: Bundahishn
Prof. Julio López Saco
Con la misma relevancia que las fuentes avésticas se encuentran los escritos en pahlavi o persa medio, redactados, en su mayor parte, durante el siglo IX: Zand o Interpretación del Avesta, y Bundahishn, el Génesis zoroastriano[1]. En este último se especifica como la génesis mazdeana tiene lugar bajo dos formas fundamentales de existencia: el estado espiritual (menok), y el estado físico (getig), del cual aquel es el embrión. Aunque el estado físico no es enteramente negativo, al estilo de los cuerpos en Platón o la materia en la tradición platónica tardía, se caracteriza por la mezcla provocada por la acción de Ahriman[2], el espíritu del mal, que mata al hombre primordial (Gayomard), de cuyo semen provienen, no obstante, los buenos animales y la primera pareja humana, denominados Mashya y Mashyanag. Según el Bundahishn, la historia del universo comprende cuatro etapas de tres mil años cada una. En la primera de ellas es cuando Ohrmazd crea el mundo en su estado espiritual y Ahriman comienza su actividad destructiva.
Los diferentes fragmentos que conforman los textos conocidos como Zand Akasih se vinculan, por consiguiente, al progresivo desarrollo de la creación, a la visión cosmológica, a la mitología y la que podemos considerar historia legendaria de Irán. Existen dos versiones del Bundahishn, una irania, de mayor amplitud, en 36 capítulos, y otra india, más resumida, en treinta y cuatro capítulos. Presentamos, conjuntamente, ambas recensiones.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
-Alvar, J., Los Persas, Madrid, 1989
-Boyce, M., A History of Zoroastrism, 2 vols., Leiden, 1975-1982
-________, Textual Sources for the Study of Zoroastrianism, Manchester, 1984
-Duchesne Guillemin, J., La religión de l’Iran ancien, París, 1962
-___________________, “Irán antiguo y Zoroastro”, en Puech, H. Ch., (edit.), Las religiones antiguas, vol. III, Madrid, 1983, pp. 406-488
-Osten, H.H., El mundo de los persas, Madrid, 1965
-Varenne, J., Zoroastro, Barcelona, 1979
[1] Otros textos serían el Denkard o colección de informaciones sobre la religión, el texto sapiencial denominado Dadistan i Menog i khrad, el texto apologético Shkand-gumanig Vizar, Destrucción sistemática de todas las dudas, y el libro Namag, de un sacerdote que logra viajar al inframundo, entre otros varios.
[2] Avéstico Angra-Mainyu, hijo del monarca divino Ahura Mazda y hermano de Spenta Mainyu o Espíritu Bueno en el mazdeímo clásico. Asimismo, es hermano de Ohrmazd en el zurvanismo de época sasánida.
1 de febrero de 2008
Separación Cielo-Tierra en mitos chinos antiguos
En la relación Cielo-Tierra, el primero expresa lo interior, lo que cubre, un simbolismo presente en algunas divinidades celestes como Urano o Varuna, y derivado de la propia etimología del término: caelere, ocultar, cubrir. Además, es la perfección activa, cuya forma dinámica es el círculo, símbolo de la totalidad. La tierra, por el contrario, es sujeción, sostiene, es el terreno-soporte externo, vinculado con la perfección pasiva (y por ello femenina), cuya forma es fundamentalmente estática, de carácter inconmensurable: el cuadrado. La unión gráfica de ambos es, en China, Tianxia, el Cosmos, “todo bajo el Cielo”, cuya representación está bien ilustrada en objetos cotidianos y rituales, como las monedas de cobre, objetos de jade bi, instrumentos de medición y presumible observación del firmamento, o los cong[ii], empleados en los enterramientos con una finalidad ritual y apotropaica. El jade, exquisito material, propicio para cubrir las necesidades estéticas y rituales en la antigüedad china, y del que suele estar hecho el cong, se usaba en las diversas ceremonias sacrificiales para adorar a los dioses de la naturaleza y conmemorar a los ancestros para que, de este modo, repartiesen bendiciones. En este sentido, el cong se utilizaba para ofrecer sacrificios al dios de la tierra, mientras que el disco bi se empleaba, originalmente, como un vaso ritual para ofrendar al dios del cielo. Es por este motivo por el que, normalmente, aparecen juntos en los enterramientos y tumbas de la cultura neolítica Liangzhu, aunque también en recintos mortuorios de otras culturas neolíticas y del bronce.
[i] Wu significa bruja, chamana, y el vocablo shi es un término que detenta el sentido de cadáver, designando al representante del muerto en el ritual funerario Zhou. Las prácticas de estas chamanas fueron significativas en la conformación y consolidación de la alquimia en China.
[ii] Sobre los objetos rituales bi y cong, Cervera, I., El arte chino, edit. Historia 16, Madrid, 1989, pp. 16-20 y ss., y Tregear, M., El arte chino, edit, Destino, Barcelona, 1991, pp. 21-49.