A. “ El curso es vacío que mana,
más su uso no alcanza plenitud.
Abismal,
diríase el antepasado de todos los seres.
Mella lo agudo, deslía lo enredado, templa lo luminoso,
se confunde con el polvo.
Profundo,
diríase perpetuo.
No sé de quien es hijo,
parece anterior al emperador.
El espíritu del valle no muere,
se dice de la hembra oscura.
La puerta de la hembra oscura
se dice de la raíz del cielo y de la tierra.
Infinitamente sutil, parece perpetua.
Se usa sin que se consuma”.
Lao zi (Dao de jing), IV y VI, edic. Anne-Héléne Suárez, edit. Siruela, 1998
B. “En el cuerpo del hombre existen unos dioses que en un momento determinado suben al cielo para informar sobre los actos buenos y malos. A partir de 120 faltas el hombre puede caer enfermo. 180 faltas es imperfección: el hombre no logrará criar animales domésticos. (...). Por encima del espacio entre las dos cejas, en el interior de la frente, están, a la derecha, el Pórtico Amarillo, y a la izquierda, la Terraza Escarlata, que se erigen para guardar el espacio de una pulgada. Entre ellos pasan los grandes dioses de los Nueve Palacios en sus entradas y salidas. Los dioses guardianes de la Terraza y del Pórtico dejan entrar y salir a los funcionarios divinos de los Nueve Palacios, así como a los que llevan las órdenes del Señor de lo Alto, los Adolescentes de Jade y los carros imperiales que van y vienen. (...). En el Cielo existe el Misterioso Uno en el Gran Yang, lo llaman Perla Moviente. Es la puerta de todo lo maravilloso. En el hombre hay Tres Unos que no viven siempre en el mismo lugar, el que sea capaz de guardarlos llegará a ser rey de los Inmortales. Uno está en el Gran Precipicio del Polo Norte; delante está la Sala de Gobierno, debajo está el Palacio Escarlata, más arriba está el Dosel Florido con su pabellón de Jade de diez mil pisos. (...). Desde su infancia sabe hacer venir la Esencia del yang para que la médula no se coagule. Usted sabe también hacer gimnasia, alimentarse de soplo, tomar los rayos del sol, tragar la Burbuja de jade. Y ya no tiene necesidad de ayudar al crecimiento del Embrión mediante el procedimiento interno del cinabrio yin. Pero como los Tres Gusanos aún no han sido destruidos, todas esas prácticas no pueden producir su efecto. Primero hay que ingerir píldoras que nos curen de los Gusanos, con el fin de matar a los Gusanos producidos por los cereales”.
Extractos de: El Libro del Sello del Jade, Libro del Bosque de Jade Rojo del Servicio de los Inmortales de la Gran Pureza y El Libro de los Tres Cadáveres del Muy Alto.
C. “La virtud más destacada de los hombres meridionales consiste en la paciencia para instruir a sus semejantes y en la comprensión para con los necios que se rebelan contra la razón. Esta es la virtud característica del hombre sabio. La virtud más destacada de los hombres del norte es su austeridad. Esta es la virtud del hombre valeroso. Con todo, mucho más sublime es la virtud del noble, que vive siempre en paz con los hombres y no se deja arrastrar por las pasiones. Muy superior es la virtud del que se mantiene con perseverancia en el camino recto, siempre igualmente alejado de los extremos. Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien, aunque el país se halle carente de leyes y sufra una deficiente administración. Quien desea para los demás lo mismo que desearía para sí, y no hace a sus semejantes lo que no quisiera que le hicieran a él, este posee la rectitud de corazón y cumple la norma de conducta moral que la propia naturaleza racional impone al hombre. Existen cinco deberes fundamentales comunes a todos los hombres, y tres facultades para practicarlos (...). Las tres facultades naturales para practicar estos deberes son: la conciencia, o luz de la inteligencia, por la que distinguimos el bien del mal; la voluntad, por la que tendemos hacia el bien; y la virtud, que es la fuerza del alma, por la que superamos los obstáculos. En este mundo sólo los hombres totalmente perfectos pueden conocer su propia naturaleza, la ley de su ser y los deberes que de ello se derivan. Gracias a su inteligencia superior, cooperan con el cielo y con la tierra al mantenimiento y mejora de todos los seres. Al cooperar con el cielo y con la tierra en el mantenimiento y mejora de todos los seres, se constituyen en un tercer poder junto al cielo y la tierra.”
Da Xue, Gran Ciencia, extraído del Lijing, Libro de los Ritos y Ceremonias
Prof. Julio López Saco