Textos e imágenes para la comprensión de procesos histórico-ideológicos, religiosos, artísticos y culturales de la antigüedad asiática, y para un acercamiento a los períodos arcaicos en África, América y Europa. Se presentan artículos de opinión, investigaciones, imágenes y diversos ensayos. Los vínculos (Museos, Institutos, Universidades, Centros de Investigación) complementan las indagaciones que se muestran.
31 de mayo de 2010
Festividades en Japón
26 de mayo de 2010
Iconografía del Daoísmo en China I: Xiwangmu
La diosa madre de occidente (Xiwangmu 西王母), es una diosa tradicional en China. Habita en los montes Kunlun (considerados axis mundi), donde recibía habituales visitas de maestros daoístas y hasta de emperadores en busca de los secretos de las doctrinas esotéricas que conferían la inmortalidad. En una ocasión, según el mito, viajó a la corte del emperador Wu Di, de la dinastía Han con melocotones mágicos que aseguraban inmortalidad al que los comía. Estas frutas crecían en los montes Kunlun y en las islas míticas del mar oriental, donde moraban inmortales daoístas. En la pintura varios grupos celebran el cumpleaños de la diosa. Varios jóvenes y mujeres de palacio están cosechando los melocotones, siendo observados por una figura imperial y varios cortesanos. Figuras masculinas y femeninas se observan en puertas y ventanas del palacio principal, mientras que en las edificaciones distantes varias mujeres celebran con instrumentos musicales. Un grupo de mujeres, en el lado izquierdo de la composición, parece esperar la llegada de Xiwangmu desde los aires. El rollo pintado presenta la firma, falsa, de Fang Chunnian, quien sirvió en la Academia Imperial de Pintura en época de la Dinastía Song del Sur (1127-1279), quien fue muy celebrado por sus representaciones de inmortales daoístas y divinidades y monjes budistas insertos en grandes paisajes.
Prof. Dr. Julio López Saco
26 de mayo del 2010
25 de mayo de 2010
Iconografía del Budismo en China IV: los luohan y el bodhisattva Guanyin
Guanyin, diosa de la misericordia o la compasión en China (Koannon en Japón) es, en origen, un bodhisattva (Avalokiteshvara) budista indio, que en China adopta una forma femenina, quizá ya presente en la sakti del mencionado bodhisattva. Muy popular, es todavía reverenciada en diversas regiones del país. Las montañas Tiantai se encuentran en la provincia de Zhejiang. Su belleza agreste convierte a la montaña en refugio ideal para seres inmortales y deidades. El puente de roca natural es, en realidad, una metáfora, pues según la leyenda, era el modo preciso por el que se accedía al paraíso, donde los quinientos luohan o santos budistas chinos (arhats o cuidadores de la fe búdica), vivían en templos celestiales. Para el común de la gente, por el contrario, el puente era demasiado estrecho y aparecía, en su tramo final, obstruido por grandes rocas.
Prof. Dr. Julio López Saco
25 de mayo del 2010
20 de mayo de 2010
Iconografía del Budismo en China III: el Buda Sakyamuni
Sakyamuni es el nombre (sabio de la tribu de los Sakya, uno de los principados aristocráticos del norte de India y Nepal, bajo control de los reinos de Magadha y Kosala de la India septentrional), del Buda histórico, de nombre de pila Siddharta, y habitualmente denominado Gautama (nombre del clan familiar). Para el budismo mahayana, corriente metafísica, compasiva y salvífica del budismo, vendría a ser una imagen del cuerpo espiritual, verdadero o dharmakaya de la naturaleza búdica (considerada en tres cuerpos o trikaya). Este Buda sería una encarnación o emanación (Nirmanacaya) del Dharmakaya, aspecto inconcebible y no manifiesto. Sus mitos y leyendas asociadas a su infancia, juventud y período de madurez (que se pueden seguir a través del Buddhavamsa, el Lalitavistara y los Jataka), enfatizan tres momentos esenciales en su vida “humana”: la renuncia a los apegos mundanos al salir del palacio donde vivió casi treinta años, su iluminación bajo el árbol Bodhi, y su parinirvana o muerte física. Durante casi 45 años estuvo enseñando y practicando (en especial en el valle medio y bajo del río Ganges), los aspectos más relevantes de la doctrina.
Prof. Dr. Julio López Saco
18 de mayo de 2010
Iconografía del Budismo en China II: el Buda o Bodhisattva Maitreya
Esta estatua de Maitreya, con los tobillos cruzados (a la manera bizantina y románica), pero con las rodillas separadas, presenta una capa que le recubre los hombros, así como una túnica con motivos regulares. El mudra o gesto de su mano derecha indica la carencia de temor y el gesto de la izquierda, el del don. Este Buda del futuro, el Amistoso o el Benévolo, nombre derivado de los maitri y que se inspira en el dios Mitra indio védico e iranio, lleva como nombre personal Ajita, el Invencible. Se le considera el vencedor de la muerte, de las fuerzas malignas y de todos los enemigos de la Buena Ley, el Dharma. Es una entidad que muestra caridad y fortaleza protectora frente a todos los seres. Su imagen fue muy frecuente en los santuarios rupestres, en los templos-gruta chinos, entre fines del siglo V y mediados de la centuria siguiente, tal y como se atestigua en ciertas grutas de Yungang y Mogao (Dunhuang). En ocasiones, es confundido con el príncipe pensativo que representa a Sidharta meditando acerca de lo precario de la existencia humana y sobre su salida del palacio real. Se trata de una imagen purificada, liberada de deseos y pasiones, para inspirar la promesa de tiempos nuevos.
Prof. Dr. Julio López Saco
17 de mayo de 2010
Iconografía del Budismo en China I: el Buda Amitabha
13 de mayo de 2010
Paisajismo chino: particularidades y simbología
The most important landscape painting in China took place in the Period of Five Dynasties and the Song, North and South. Among the masters included Buddhist monks, as the case of Juran, hermits of Daoist religion, such as Fan Kuan, painters of the group of artists who worked in the court (Guo Xi), and aristocrats now promoted to the status of new elite of lawyers, as happened to Li Chen. All were artists who lived between the tenth and eleventh centuries.
11 de mayo de 2010
Simbología en la China tradicional: té, vino, flores, bambú, montañas y pinos
10 de mayo de 2010
Idea y función de la Historia (Parte II)
-El espacio geográfico. Los hechos se agrupan espacialmente y se relacionan, muchas veces, de modo ideal y convencional.
-El tiempo histórico, que implica la duración de los procesos y la valoración de dicha duración.
-El Proceso, es decir, los hechos o acontecimientos interrelacionados en un espacio-tiempo determinado
-La causa y el agente, la explicación de por qué tienen lugar los acontecimientos y por quién son efectuados (antropomorfización de los mismos). Las causas se refieren a la explicación dinámica de los procesos, y los agentes a los grandes personajes en acción.
-El sentido de proceso, mediatizado por las creencias del historiador
La historia no es individual, sino supraindividual y supraprivada, pues es la de los grupos, las instituciones, los pueblos. La historia es la investigación del pasado del hombre en sociedad, por lo cual tenemos tendencia a generalizar, esto es, a destacar lo general en lo único.; la historia es también relativa, puesto que la subjetividad conceptual depende de cada historiador. Casi hablamos, entonces, de una idea erudita; es, o debe ser, del mismo modo, amoral, a pesar del latente peligro de adhesión o rechazo hacia los acontecimientos, fruto de la parcialidad o la subjetividad; la historia es, finalmente, narración, especialmente de los éxitos, de lo que el hombre ha hecho, no de sus frustraciones. En este sentido, de la historia se puede, y se debe, aprender.
La metodología básica de la historia supone: determinar si un objeto es o no un documento histórico; expresar las claves para la lectura e interpretación del documento; usar la información extraída, en una selección autónoma e interesada de conocimientos, para hacer un texto historiográfico. Así pues, la crítica documental va seguida de la lectura interpretativa, el análisis de la información y, finalmente, de la síntesis de los resultados obtenidos.
La realidad histórica tendría, en definitiva, estas características:
-Es multiforme, inaprensible, en especial si se la reduce a los hechos, pues estos son absolutamente indefinidos.
-Su plasmación en fuentes se da a través de un proceso intencional: “alguien” escribe, graba una inscripción, erige un monumento. El historiador trabaja con versiones fragmentarias y, a veces, contradictorias, de la realidad, ya interpretada.
-Se construye desde las fuentes usando criterios de verosimilitud que confieran sentido a la conducta humana del pasado a través del relato o la narración.
-Deben tenerse en cuenta las ideas de la historia: no hay historia de un hecho histórico desnudo, teórico, sino la narración interpretativa, la visión de los hechos.
Referencias bibliográficas básicas (genéricas y en español)
-Bermejo Barrera, J.C., Psicoanálisis del conocimiento histórico, edit. Akal, Madrid, 1983
-__________________, El final de la historia. Ensayos de historia teórica, edit. Akal, Madrid, 1987
-__________________, Replanteamiento de la historia. Ensayos de historia teórica II, edit. Akal, Madrid, 1989
-__________________, Fundamentación lógica de la historia, edit. Akal, Madrid, 1991
-Bloch, M., Introducción a la historia, edit. F.C.E., Bogotá, 1997
-Carr, E.H., ¿Qué es la historia?, edit. Ariel, Barcelona, 1993
-Châtelet, F., El nacimiento de la historia, edit. Siglo XXI, México D.F., 1979
-Collingwood, R.G., Idea de la Historia, edit. F.C.E., México, D.F., 1996
-Fontana, J., Historia: análisis del pasado y proyecto social, edit. Crítica, Barcelona, 1999
-Hobsbawn, E., Sobre la historia, edit. Crítica, Barcelona, 1998
-Huizinga, J., El concepto de la historia, edit. F.C.E., México D.F., 1980
-Jaspers, K., Origen y meta de la historia, Revista de Occidente, Madrid, 1965
-Kahler, E., ¿Qué es la historia?, edit. F.C.E., Santiago de Chile, 1993
-Mitre, E., Historia y pensamiento histórico, edit. Cátedra, Madrid, 1997
-Schaff, A., Historia y Verdad, edit. Grijalbo, México D.F., 1974
-Veyne, P., Cómo se escribe la historia, Alianza edit., Madrid, 1984
-Whitrow, G.J., El tiempo en la historia, edit. Crítica, Barcelona, 1990
7 de mayo de 2010
Idea y función de la Historia (parte I)
Los acontecimientos históricos se comprenden mediante conceptos que emplea el historiador mediatizado (por su ideología, religiosidad, educación, contexto social), el cual extrae contenidos con el que pretende saber el pasado, explicándolo, y también comprenderlo, de modo inteligible, siendo consciente de que el hombre se integra en esos hechos. La comprensión de la causalidad de los acontecimientos trae consigo una secularización de la idea del destino y provoca que el ser humano, propiciador de la historia, entre en la temporalidad.
La historia se expresa por conceptos, en forma narrativa o en relatos, es decir, de modo descriptivo, a raíz del estudio de una serie de acontecimientos recopilados de las fuentes (documentos y testimonios). La relevancia otorgada a esos hechos, o a algunos de ellos, de modo explícito o no, nos confiere la seguridad de su carácter verdadero, real, pues fueron realizados por el hombre. Entramos, así, en el conocimiento histórico, logrado a través del análisis de vestigios que nos permiten comprender, más que explicar, las diferentes tramas. Los documentos históricos (fuentes escritas, testimonios orales, epigrafía, numismática, arqueología, iconografía-arte), refieren datos del pasado, datos que no son históricos por sí mismos (aunque para los positivistas o empiristas, tales datos son hechos verificables de carácter histórico, pues de ellos se hacen deducciones factibles). De la marea de datos posibles en los documentos, el historiador selecciona (subjetivamente) algunos, otorgándoles relevancia. Sobre ellos se produce una interpretación, no objetiva y una investigación, generalmente inductiva, que facilita la emisión de un juicio histórico de valor no moral.
La historia, en consecuencia, vendría a ser una suma de hechos más la labor del historiador, si bien éste condicionado por su ambiente social, histórico-político, ideológico, religioso y educativo, además de por ideas preconcebidas. La primera manifestación de lo histórico surge a partir de la necesidad y la utilidad de la misma en el seno de la polis griega clásica, unido a la percepción de tal utilidad por el ciudadano, lo que supone una nueva visión del mundo que, teóricamente, sustituye al mito. Así pues, el hecho/acontecimiento, esto es, lo que fue u ocurrió, es interpretado por el historiador, y éste emite un juicio de valor que supone lo que debió haber sido u ocurrido. Este es el fundamento de la verdad histórica. En consecuencia, la historia se conforma como un saber que interroga pero no responde con seguridad ni certezas absolutas, y que no se puede considerar un conocimiento empírico.
5 de mayo de 2010
La historia y la cosmografía en la antigüedad china III: Shanhai Jing
Shanhai jing 山海經, cuyo corpus textual de geografía mítica fue reunido en el período Zhou tardío y en época Han a partir de una variedad de fuentes de distinta época y origen, es un trabajo anónimo de transcripción mixta donde se reconocen las manos de, al menos, dos copistas. La función de este documento como texto mítico, cuya datación puede oscilar entre el siglo III a. C. y el I de nuestra era, es doble: presentar y explorar el mundo conocido, montañas y lagos, con sus respectivas flora, fauna y elementos religiosos, y aquel imaginado por los chinos del período clásico, y mostrarlo en su alcance mítico-geográfico, etnográfico y de historia natural, reuniendo y preservando, en última instancia, un gran repertorio de narraciones míticas de diversos lugares, sin esconder las variedades, contradicciones y enigmas propios de los relatos mitológicos, especialmente de aquellos de la periferia, allende el centro civilizado. En esta descriptio mundi, sus compiladores partieron de la idea de concebir la tierra dividida en tres rectángulos concéntricos: un territorio central, los cuatro mares, y un territorio salvaje que se extiende desde la orilla de los mares hasta límites indeterminados. La presencia en el texto de informaciones médicas populares y prácticas adivinatorias pudo motivar que en época Han fuese concebido como un manual de prodigios, aunque sin dejar de ser también admirado como un texto geográfico serio. Modernamente, sin embargo, haya sido catalogado como un recuerdo de exploraciones, un texto chamánico y hasta un conjunto de normas secretas de los fangshi Qin y Han. Si bien ilustra cómo se imaginaba el chino antiguo de la llanura central el mundo exterior, la obra pudo conformarse, del mismo modo, como una descripción e interpretación de un antiguo sistema calendárico y sus ritos inherentes. Su carácter de compendio mítico-geográfico libera, excepcionalmente, a esta obra, de la tendencia de todas aquellas que emplean el mito con el propósito de justificar ideales filosóficos, ceremonias rituales, ideales teórico-políticos o intereses historiográficos. El texto describe casi 450 montañas relacionadas con viajes o progresiones, empleando, de este modo, un método semejante al usado en las cosmografías del Renacimiento y las insulares, que organizaban listas de prodigios, maravillas y curiosidades en relación al lugar en el que se encontraban. Este hecho implica que el clásico es una prescripción o modelo de las representaciones de acciones que organizan el espacio, modelo cuyo propósito es imponer la autoridad sobre el territorio, tal y como hará Yu domeñando la inundación. El relato geográfico del Hai jing o Clásico de los Mares, está repleto de trazas físicas de batallas en las que antiguos gobernantes, de porte divino, habían establecido un mundo ordenado al derrotar en combate a rebeldes y monstruos. El mundo de las secciones externas de la obra retrata cadáveres mutilados que son el reverso sangriento de las tumbas de los sabios y de sus grandes y admiradas obras. El origen del texto y de sus reseñas mitológicas y folclóricas, pudo haber estado, según algunos críticos, en la proliferación de notas que explicaban las ilustraciones, mapas y pinturas de los lugares que son listados. El conjunto de ilustraciones más relevantes es el confeccionado por Zhang Sengyou en el siglo VI, que incluye casi 250 representaciones en diez zhuan. En concreto, se ha mencionado que el texto derivaría de las representaciones de seres espirituales que usaban los chamanes del reino sureño de Chu. Los primeros cinco capítulos conforman la parte más antigua, mientras que los capítulos del seis al trece pertenecen, casi con total seguridad, a la época Han, después del año 6 a.C. Los capítulos catorce al dieciocho son añadidos posteriores, del siglo IV.
Prof. Dr. Julio López Saco
5-mayo-2010