28 de junio de 2010

Fuentes de estudio de las antiguas vías romanas

Las fuentes principales, aunque no las únicas, que nos informan sobre las calzadas romanas son el Itinerario de Antonino, al Anónimo de Rávena y la Tabula Peutingeriana, además de la Geografía de Ptolomeo. El Itinerario es una obra que data de la época de Caracalla (196-217), aunque su redacción es tardía, no anterior al gobierno de Diocleciano y Maximiano, entre 284 y 305. En él se mencionan 372 vías terrestres. En realidad, no parece un documento oficial hecho por funcionarios del Estado, ni la obra de un geógrafo, sino más bien una compilación literaria tomada de un antiguo mapa. Quizá fue obra de un particular, realizado con fines prácticos; algo así como una especie de guía de viajeros o un documento de interés militar, que permitiese planear los desplazamientos de tropas. El Anónimo de Rávena fue una compilación hecha por un monje en el siglo IX, que manejaba documentación del siglo IV o V. Su modelo habría sido la Tabula Peutingeriana. Fue escrito en cinco libros, y nos presenta una lista de más de cinco mil nombres, indicando rasgos topográficos e hidrográficos bastante precisos. Es útil para identificar ciudades antiguas. La Tabula Peutingeriana, por su parte, es una colección de doce hojas, escrita a fines del siglo XII o comienzos del siguiente, copiando un mapa de caminos antiguo, del siglo IV. En ella únicamente se señalan las distancias itinerarias.
Acerca de las infraestructuras de las calzadas contamos con varios textos de carácter literario: Vitrubio, del siglo I, Estacio, poeta de época Flavia, que testimonia con precisión los sistemas de construcción, Plinio el Viejo, en su Historia Natural, y Procopio, en una obra titulada Las guerras de los Godos. Gracias a las vías romanas se facilitaba la alimentación de las poblaciones, así como los efectos de la romanización; se propagaba el latín y la religión; se permitía la identificación y ubicación de viejas ciudades y mansiones, así como la delimitación de las rutas comerciales y la fijación de los límites de los conventos jurídicos.
Prof. Dr. Julio López Saco
28 de junio del 2010

23 de junio de 2010

La antigüedad persa III: el orden estatal y la política religiosa aqueménida

Abstract

The king bases his power, as maximum authority, that the divinity was granted. The religious sanction of the royalty turns to the Persian monarchy in a monarchy sacral. The Persian court was itinerant, due to climatic factors or of control of a vast territory, or furthermore, for utilization of the prestige of the cities that were joining to the empire. It is so Susa, Babylonia, Ecbatana, Pasargada and Persepolis were distributing the functions of capital.

Auszug

Der König stützt seine Kraft als maximale Autorität, die die Göttlichkeit bewilligt wurde. Die religiöse Sanktion des Königtums wendet sich der Monarchie von Persischen Golf in einer sakralen Monarchie zu. Das Gericht von Persischen Golf war, wegen klimatischer Faktoren oder Kontrolle eines riesengroßen Gebiets, oder ausserdem für Nutzbarmachung des Prestiges der Städte beruflich reisend, die sich zum Reich vereinigten. Das ist so Susa, Babylonia, Ecbatana, Pasargada und Persepolis teilten die Funktionen des Kapitals aus.
El rey basa su poder, como máxima autoridad, en que la divinidad se lo otorgó. Esta idea varía en relación a las creencias originales de los indoiranios, cuyo líder era elegido. La sanción religiosa de la realeza convierte a la monarquía persa en una monarquía, sin duda, sacral. La fidelidad de las aristocracias se logra integrando sus respectivos panteones, en un afán tolerante que el clero iranio no compartía. La corte persa era itinerante, debido a factores climáticos o de control de un vasto territorio, o aún más, por aprovechamiento del prestigio de las ciudades que se fueron incorporando al imperio. Es así que Susa, Babilonia, Ecbatana, Pasargada y Persépolis se repartían las funciones de capitalidad. En la administración provincial la novedad es el equilibrio entre la gran autonomía de las satrapías y el centralismo autocrático del gobierno central. Las satrapías conformaban unidades culturales y económicas, facilitándose la organización defensiva y la recaudación tributaria. El sátrapa, muchas veces miembros de la familia imperial, administraba justicia y tenía poder político y militar; sólo tenía que informar al Gran Rey y hacerle llegar la contribución provincial. El cargo acabó siendo hereditario, hecho que generó conflictos y un descenso del poder efectivo del soberano. El sistema defensivo no se basaba en desplazamiento de tropas, sino en guarniciones locales de cada satrapía, capitaneadas por persas o medos. A su lado existía un cuerpo de élite para proteger lugares estratégicos. El núcleo del estado estaba protegido por los Inmortales, diez mil soldados que conformaban una guardia personal del Gran Rey, con soldados persas, medos y del Elam.
La política religiosa aqueménida, por su parte, era muy tolerante. Este hecho contrasta con la práctica habitual y más tradicional en el Próximo y Medio Oriente, que era la de perseguir o desterrar la divinidad tutelar del pueblo vencido. La religión aqueménida se suele vincular a Zoroastro. Lo poco que sabemos de este personaje procede de los gathas del Yasna, uno de los libros del Avesta. Sin embargo, la situación político-social del mundo de Zoroastro estaba impregnada de valores guerreros, reflejando una distribución espacial fragmentaria que nada tiene que ver con la sociedad homogénea aqueménida y su régimen monárquico. Es por eso que, quizá, la presencia de Zoroastro haya que retrotraerla al tránsito entre el II y I Milenio a.n.e., lo que explicaría el escaso carácter mazdeísta de la dinastía. La religión irania parece haberse desarrollado en tres fases: un primer sistema politeísta, la religión de los nómadas indoeuropeos; una renovación, propuesta por Zoroastro, para adecuarse a las nuevas estructuras sociales y económicas, que suponen ya un monoteísmo ético dualista, abiertamente opuesto al politeísmo previo, y; una especie de parcial recuperación del politeísmo a través de procesos sincréticos, elaborados teoréticamente por el clero (los sacerdotes avésticos y los magos medos), por necesidades de política imperial. El el sistema religioso aqueménida, en definitiva, Ahura Mazda no era el dios único, sino el más grande, lo que favorecía la política de integración de territorios conquistados a través de una aparato ideológico.

Referencias bibliográficas básicas

Alvar, J., (1989), Los persas, edit. Akal, Madrid
Avdiev, V.I., (1986), Historia económica y social del Antiguo Oriente. Reinos y Estados del II Milenio, edit. Akal, Madrid
Curtis, J., (2000), Ancient Persia, edit. Routledge, Londres
________ & Tallis, N., (2005), Forgotten Empire. The World of Ancient Persia, British Museum Press, Londres
Pérez Largacha, A., (2007), Historia antigua de Egipto y del Próximo Oriente, edit. Akal, Madrid
Sarkhosh Curtis, V., (1996), Mitos persas, edit. Akal, Madrid
Prof. Dr. Julio López Saco
Escuela de Historia, UCV
Escuela de Letras, UCAB

21 de junio de 2010

Mostra: I Due Imperi




SELECCIÓN DE IMÁGENES: PINTURA CON CARRO DE VIAJE; SARCÓFAGO DECORADO CON ESCENAS NARRATIVAS; TORRE HAN

Desde hace unos meses, concretamente desde abril y hasta septiembre de 2010, se está llevando a cabo en el Palazzo Reale, Milano, la Exposición denominada Mostra I Due Imperi. L'Aquila e il dragone, que será posteriormente presentada en Roma, presumiblemente en octubre. A continuación se especifican los objetivos primordiales y se presentan algunos de los objetos allí expuestos. La recomendamos ampliamente. Imperdible.
Risultato della cooperazione pluriennale tra il Ministero per i Beni e le Attività Culturali della Repubblica Italiana e lo State Administration for Cultural Heritage della Repubblica Popolare Cinese per la prima volta in Italia e al mondo una mostra darà l’opportunità di accostare i due più importanti Imperi della storia, l’Impero Romano e le dinastie cinesi Qin e Han nel periodo che va dal II sec. a.C. al IV sec. d.C. L’obiettivo della mostra, attraverso la visione dei capolavori dei due Imperi, è quello di accostare, per la prima volta a un livello così alto, le rispettive strutture sociali, investigare i rispettivi ambiti politici ed economici, e le influenze di entrambi sulle civiltà d’Oriente e Occidente. La rassegna intende proporre ai visitatori un confronto che, seppur mai avvenuto concretamente e direttamente nella storia, risulta estremamente affascinante ed interessante pur nella sua apparente impossibilità. Si vedrà come in condizioni storiche e geografiche del tutto peculiari, due grandi culture abbiano sviluppato esiti ora del tutto diversi, ora simili, differenti nelle forme esterne, ma affini nella struttura funzionale. I guerrieri di terracotta, una veste funeraria di giada, un sarcofago laccato con preziosi intarsi di giada, il prezioso stendardo in seta dipinta e il corredo funerario di Mawangdui, con lacche e bronzi, affreschi di epoca Han, modelli di case, utensili in bronzo e oro, testimoni di un florido impero cinese, e molti dei quali mai usciti fin ora dai confini nazionali, saranno affiancati da altrettanto maestosi gruppi statuari in marmo, affreschi, mosaici, utensili in argento, altari funebri appartenenti alla tradizione dell’impero romano.
Imágenes seleccionadas. Pintura parietal de un carro de viaje, Dinastía Han Oriental. Instituto de Arqueología de Shaanxi. Modelo de torre en terracota. Dinastía Han Oriental. Tumba en Sangzhuang, Fucheng, en Hebei. Instituto de Arqueología de Hebei; sarcófago con escenas narrativas, dinastía Han Oriental, hallado en Shaping, Chongqing, Museo Nacional de las Tres Gargantas, Chongqing.
Prof. Dr. Julio López Saco

17 de junio de 2010

La antigüedad persa II: el estado medo y la configuración de la dinastía Aqueménida

Abstract

The whole average region was filling with strengths (as they show the anal Assyrians and the reliefs). This supposes that the habitat serious the shaped one for the strength concerning which extended a village. Every unit like that shaped serious political and economically (manufacture of weapon, objects suntuary, agriculture), autonomous and controller of one geographical concrete space. The dynastic establishment Aquemenid will begin when Ciro deposes Astiages.

Auszug

Das ganze durchschnittliche Gebiet füllte sich mit Stärken (wie sie den analen Assyrern und den Entlastungen) zeigen. Das nimmt an, dass das Habitat ernst der geformte für die Stärke, bezüglich deren ein Dorf ausbreitete. Jede Einheit wie das formte sich ernst politisch und wirtschaftlich (Fertigung der Waffe, wendet suntuary, Landwirtschaft), autonom und Kontrolleur eines geographischen konkreten Raumes ein. Die dynastische Einrichtung Aquemenid wird beginnen, wenn Ciro Astiages absetzt.
La población meda más antigua es Tepe Sialk, fortaleza previamente elamita y luego ocupada por los iranios. La necrópolis del yacimiento muestra una relevante división social, lo que nos hace suponer que durante su proceso migratorio los medos ya tenían un avanzado proceso de estratificación social. Toda la región media se llenará de fortalezas (según muestran los anales asirios y los relieves). Esto supone que el hábitat sería el conformado por la fortaleza en torno a la cual se extendía una aldea. Cada unidad así conformada sería política y económicamente (fabricación de armas, objetos suntuarios, agricultura), autónoma y controladora de una espacio geográfico concreto. Ocurre un proceso de mestizaje pero también de iranización, lo que provoca que hacia fines del siglo VI a.n.e. ya no haya vestigios de población pre-irania. Sabemos por las fuentes asirias (las campañas en el corazón de Irán de Tiglat-Pileser III, 744-727 a.n.e.), que existían principados independientes, obedientes a un jefe local, instalado en un palacio en el interior de la fortaleza. Las disputas entre príncipes medos debieron ser continuas, si bien, parece que hacia fines del siglo VIII a.n.e. dispondrían de una suerte de capital, Zakruti, a pesar de que los asirios mencionan más de 45 príncipes medos. La primera confederación meda pudo ser creada por iniciativa de Deioces, promocionada por pactos internacionales, aunque será Fraortes el que la culmine. En último caso, durante el siglo VII a.n.e. las formas políticas son absorbidas en una estructura estatal, de modo que los príncipes serán la base constitutiva de la corte de Ecbatana, una especie de aristocracia, que se opondrá habitualmente a la realeza. Es muy probable que el término imperio medo sea, desde Ciaxares, inadecuado: es más factible, e históricamente correcto, hablar de reino con presencia, a su vez, de reinos vasallos del poder central en Ecbatana.
El establecimiento dinástico aqueménida se iniciará cuando Ciro deponga a Astiages. Todo comienza, no obstante, con la instalación en el territorio llamado Parsuash, lo que supone el contacto con el estado elamita. Los elamitas pudieron haber adjudicado el territorio de Anshan a los persas recién llegados, zona que entonces se empezaría a denominar Parsuash. Estaríamos en un marco cronológico situado entre 690 y 650 a.n.e. La nueva dinastía descendería de Aquemenes, un presunto jefe tribal del clan pasagarda, que habría conducido al pueblo hasta Anshan. La alianza de Ciro con Assurbanipal frente a Elam parece la maniobra de un gobernante autócrata, con miras a consolidar un estado propio, y desde aquí es que debemos seguir con detalle el devenir histórico persa, pues las fuentes difieren en el contexto cronológico de los antepasados de Ciro y Darío (sea el Cilindro de Ciro, la Inscripción de Darío o Heródoto). El sucesor de Ciro, Cambises comienza un reinado expansivo, incorporando Elam y adoptando el título de Rey de Anshan. No obstante, no será sino con Ciro el Grande (560-530 a.n.e.), cuando Persis-Parsuash y las tribus persas, hasta ese momento un reino dependiente de Media, acabe dominando el territorio medo, conformando un gran territorio que en seguida despierta el recelo de Lidia, Babilonia y hasta Egipto.
Prof. Dr. Julio López Saco
Escuela de Historia, UCV
17 de junio del 2010

14 de junio de 2010

Los Tracios. Indoeuropeos de los Balcanes




IMÁGENES: MAPA DE LA ANTIGUA TRACIA. THRACIAE VETERIS TYPUS, 1585, DE ABRAHAD ORTELIUS (1527-1598); HIEROGAMIA RITUAL, EN EL TESORO DE LETNITSA, BULGARIA, SIGLO IV A.N.E.; CUADRIGA POLICROMADA PERTENECIENTE A LAS PINTURAS DE LA BÓVEDA DE LA TUMBA DE UN NOBLE TRACIO DE KAZANLUK. QUIZÁ SE REPRESENTE LA RECEPCIÓN DEL DIFUNTO EN EL MÁS ALLÁ. SIGLO IV A.N.E.

Los tracios conformaron un conjunto de tribus guerreras organizadas en pequeños reinos independientes. Su origen se sitúa en torno al segundo milenio antes de nuestra era, en los inicios de la Edad del Bronce. Se trata de poblaciones indoeuropeas que se establecen en regiones de cultura eneolítica y calcolítica. Ocupaban el sureste de la Península de los Balcanes, entre Asia Menor y Europa Central. Este pueblo no helénico se localizaba, a partir del siglo XIV a.n.e. entre el norte del mar Egeo y las estepas situadas al septentrión del río Danubio. Sus asentamientos llegaron a alcanzar las desembocaduras del Dniéster y el Dniéper, así como la península de Crimea y ciertas regiones de Anatolia, donde habitaba la tribu de los bitinios. Se ha supuesto que los tracios eran la tribu más cercana a los micénicos a fines del II Milenio a.n.e. Las tradiciones historiográficas mostraron a los tracios como un pueblo originario de la estepa asiática, migrado hacia los Balcanes, una zona que desarrolló relevantes culturas neolíticas, como Karanovo, Varna o Durankulak[1]. Fue, en cualquier caso, en la actual Bulgaria donde los tracios desplegaron una compleja cultura, especialmente en época del reino de los Odrisios, entre los siglos V y IV a.n.e., en plena sintonía con el mundo helénico[2]. No fue hasta que el territorio se anexionó al Imperio Romano, en el año 46, durante el reinado de Claudio, tras haber sido previamente invadido por Filipo II, cuando se constituyó la provincia de Tracia, con su capital en la localidad de Perinto[3]. En un sentido puramente étnico, “tracio” se refiere a varios pueblos antiguos que hablaban una lengua de la rama de la familia de las lenguas indoeuropeas. Entre los siglos VI y III a.n.e., nuestras principales fuentes históricas pare el estudio de los tracios son las arqueológicas, en particular los tesoros (Rogozen, Letnitsa), las tumbas (Golyama Kosmatka), los templos-fortalezas (Perperek), los poblados (Kabile[4]), y la iconografía, sobre todo, las magníficas pinturas murales (Kazanluk y Alexandrovo). Los túmulos solían ser una construcción circular cubierta con falsa cúpula; poseían un corredor de acceso que, en ocasiones, estaba precedido por un vestíbulo. Las tumbas comenzaron a difundirse desde el área odrisia de los Ródope orientales, y la mayoría se remontan al siglo V a.n.e., cuando la mencionada tribu de los odrisios alcanzó la cima de su poder. La forma y la técnica en los muros de las tumbas muestran evidentes afinidades con los tholoi micénicos. Además de la presencia tracia en los mitos griegos, como el caso de Diomedes, Licurgo, Zalmoxis o Dioniso (el Sabazios nocturno)[5], lo cierto es que las primeras tribus tracias de las que tenemos noticia escrita corresponden a las mencionadas por algunos autores en relación con la famosa guerra de Troya, en la que aparecen mencionados como aliados de Ilión. No obstante, las noticias se multiplican a partir del momento en que entran en contacto con fenicios, persas y griegos; de hecho, los griegos fundarán sus primeras colonias en la “Tracia a finales del siglo VIII a.n.e. Este contacto cultural motivaría el esplendor tracio clásico de los siglos V y IV a.n.e. Será el cabecilla de la tribu de los Odrisios, Teres, quien reinó en el primer cuarto del siglo V a.n.e., el que configure una estructura política común entre los Ródopes y el Danubio, un auténtico, aunque efímero, reino.
Las tierras ocupadas por los tracios eran muy fértiles. Se distinguieron como buenos agricultores (destacándose en la producción vinícola), además de ganaderos (ovejas, caballos). La mayoría de los propietarios de las tierras eran aristócratas tribales, además de los dinastas y gobernantes, que usaban esclavos como pastores de ganado. Naturalmente, la clase gobernante la conformaba esta aristocracia, que señoreaba los pueblos, agrupada en torno al soberano local. Gozaban de diversos privilegios militares, judiciales y religiosos, y poseían esclavos, empleados como pastores y como sirvientes domésticos.


Bibliografía inicial de referencia


-Fol, A. / Marazov, I., A la recherche des Thraces, edit. Gallimard, París, 1978
-Roselló, J.M., Bulgaria. Los orígenes de Occidente: los tracios y la vieja Europa, edit. La Espiral del Conocimiento, Barcelona, 2007
-Velkov, V. / Veredikov, I. / Guergova, D. / Solar, D., Los tracios, edit. Historia 16, Madrid, 1985
-www.thracologia.org


[1] En el catálogo de las Naves, en el Canto II de la Ilíada, se mencionan entre los pueblos balcánicos a peonios, ciconios y tracios. El nombre tracio se generalizó de tal modo que sirvió para denominar a las poblaciones que vivían entre los Cárpatos y el Egeo hasta el mar Negro. La mayoría de las tribus tracias morarían al sur del Danubio, manteniéndose al norte del río los dacios o tracios nórdicos.
[2] Si bien los más numerosos de las pueblos tracios fueron los Odrisios, hubo otras tribus notables, destacándose los Besios, los Mesios, Getas y Tribalios, en el norte de Bulgaria, los Denteletios, en el sudeste, además de los Tinios y los Astios.
[3] Tras las expediciones de Filipo II y Alejandro Magno, Tracia entró en el sistema de Estados helenísticos, primero sometida por los estrategas macedonios, y luego por los Antígonos. Se crearon Estados menores independientes (el de los Medas, el de los Astios, Denteletios y Mesios, así como la dinastía de los Sapeos). En esta situación de fragmentación fue como los tracios contactaron con la República romana.
[4] Kabile surgió a partir de un centro de culto dedicado a Cibeles (cuyo nombre frigio es Kubile, en tanto que Kabile para los tracios). Gracias a varias monedas y sellos de ánforas, sabemos que existió una importante relación mercantil entre esta ciudad y las colonias griegas de la costa del mar Negro y el Egeo desde el siglo V a.n.e. Teopompo menciona Kabile como un horión o pueblo fortificado, no muy diferente a los templos-fortaleza mencionados.
[5] Los mitos griegos señalan que las tres principales tribus tracias (Bitinio, Dolongo y Triereo), eran descendientes directos del río Océano y de la sirena Parténope, cuya hija, llamada Tracia, se unió físicamente con Crono y Zeus. Los reyes tracios vinculaban su descendencia, no obstante, a Hermes, al que rendían un especial culto.

Prof. Dr. Julio López Saco
Escuela de Historia, UCV


11 de junio de 2010

La antigüedad persa I: asentamiento de medos y persas

La antigüedad persa
Prof. Dr. Julio López Saco
Abstract

Thanks to Mesopotamian sources we know that Medes were located south of Lake Zerihor and southeast of Lake Urmia, from the middle of the ninth century BC. The Medes appear in the sources in time of the Assyrian Shalmaneser III in 836-835 BC. The Persian ones would settle themselves in groups subdivided in different regions, though the established ones in Anshan re-baptized as Parsuash, would be those who would take the weight of the Persian history.

Auszug

Dank Mesopotamian Quellen wissen wir, dass Medes südwärts Sees Zerihor und alsüdosten Sees Urmia von der Mitte des neunten Jahrhunderts v. Chr. gelegt wurde, erscheint Der Medes in den Quellen rechtzeitig des assyrischen Shalmaneser III in 836-835 v. Chr. Die von Persischen Golf würden sich in in verschiedenen Gebieten unterteilten Gruppen, obwohl die bestehenden in Anshan gewiedertauft als Parsuash niederlassen, würden diejenigen sein, die das Gewicht der Geschichte von Persischen Golf nehmen würden.
A la llegada de los iranios occidentales sólo algunos oasis presentan población permanente dedicada a la agricultura. En las zonas colindantes con los montes Zagros había mayor densidad poblacional, con grupos culturalmente más avanzados. Se destacan los maneos, organizados en ciudades-estado. Gracias a fuentes mesopotámicas sabemos que los medos se ubicaban al sur del lago Zerihor y sureste del lago Urmia, a partir de mediado el siglo IX a.n.e. Los medos aparecen en las fuentes en época del asirio Salmanasar III hacia 836-835 a.n.e., y Parsua un poco antes, en torno a 843 a.n.e., lo que indica que el camino de persas no fue el mismo de los medos. En cualquier caso, ya se constatan los términos Mada (parte central del Zagros) y Parsua (Kurdistán persa). Esta última no debe confundirse con la Parsuash o Parsumash de los textos acadios, localizada en los límites de Elam. Se podría identificar con Persis, denominación griega de Parsa (Fars actual), donde surgiría la dinastía Aqueménida. Tenemos tres regiones con denominación parecida, lo que dificulta la localización de los persas: el Kurdistán persa (los textos mesopotámicos sitúan aquí Parsua entre los siglos IX y VIII a.n.e.); los Zagros, hacia el Elam, pero no en Anshan, y; Parsuash-Persis (desde el siglo VII a.n.e., momento en que los reyes elamitas ya no emplean el título de reyes de Anshan). Esto puede sugerir que la llegada de los persas a Irán occidental se produjo en grupos fragmentados, penetrando desde diversos lugares: el Cáucaso y el Turquestán. Los persas se asentarían en grupos subdivididos en regiones distintas, aunque los establecidos en Anshan, rebautizado como Parsuash, serían los que llevarían el peso de la historia persa. Otro grupo de iranios occidentales se asienta en torno a las Puertas Caspias, los partos, que serán los partícipes del resurgimiento de la cultura irania tras el fin aqueménida y el paréntesis seléucida.
Antes de instaurarse la monarquía, las tribus medas habitaban en aldeas fortificadas, independientes entre sí, si bien compartiendo vínculos étnico-culturales. Su unificación bajo un caudillo (Deioces) se produce por la presión militar asiria y de reinos como Urartu y Man. Esta monarquía era, al principio, electiva, lo que encaja con un tipo de organización confederal del estado. Se produce el paso, entonces, de un régimen tribal a otro monárquico entre los siglos VIII y VII a.n.e. El núcleo central de la confederación meda se ubicó en Ecbatana, lugar del palacio real. La presencia cimeria y escita, que llegaron a controlar el reino, frenó la estatalización de Media, luego recuperada por Fraortes. Fraortes debió ser, en realidad, el verdadero artífice del estado medo, logrando la anexión de todos los medos, incorporando a los persas y dominando a Urartu. A su muerte, los escitas invaden el territorio y controlan la zona por casi treinta años. Será con Ciaxares, a fines del siglo VI a.n.e. cuando se reemprenda la expansión, ahora convertida en conquista sistemática, lo que incluirá la otrora poderosa asiria (los medos invaden Asiria en 614 a.n.e. y al lado del babilonio Nabopolasar saquean Nínive dos años después). La expansión se sigue hacia Anatolia, donde Ciaxares se topa con los lidios, que conformaban un rico reino comercial, y con los que mantuvo una serie de acuerdos. A Ciaxares lo sucede Astiages (584-550 a.n.e.) y con él termina el reino medo independiente que, desde ese instante, entra en la historia persa.

9 de junio de 2010

Orígenes y esencia de la tragedia griega

Existen varias teorías que apuntan el origen de la tragedia en la Grecia antigua. La primera, defendida por autores como Nilsson y Dieterich, refiere que el origen estuvo en las lamentaciones fúnebres (trenos) ofrecidas en honor de un héroe en torno a su tumba; la segunda, seguida por Pickard-Cambridge, argumenta que la génesis se encuentra en diversos cantos festivos y alegres de carácter campesino, a partir de los cuales se habría generado un elemento mimético-dramático; la tercera, finalmente, apoyada por Wilamowitz, Norwood y Kranz, señala que el origen de la tragedia parte de lo comentado por Aristóteles; esto es, que derivaría del ditirambo dionisíaco. El origen parece haber estado en rituales primitivos que representarían los cambios físicos que sufren las personas a lo largo de su vida, y que tienen relación directa con el proceso de muerte y resurrección. Estos rituales propiciarían mitos que describirían las acciones representadas en historias relatadas, sobre todo asociadas al dios Dionisos (que sufre un proceso de muerte y renacimiento), y que se vincularían con la tierra y su carácter fértil y nutricio, así como con el proceso agrario. Estas prácticas, de carácter comunitario, estaban concentradas, en época arcaica, en grupos reducidos, lo que propiciará su conversión en rituales secretos que dan lugar a los cultos mistéricos. La política de los tiranos, que potencia la vida urbana, provocará una urbanización de las festividades agrarias, a las que se unirán los ditirambos o himnos cantados en honor a Dionisos contando su drama particular. Es en la época de los pisistrátidas atenienses cuando se harán efectivas las Grandes Dionisas o Dionisas Urbanas. El ritual de las dionisias, en donde la acción es centrada a través del kommós o canto de lamentación en función de la llegada del mensajero que anuncia la muerte del dios, está conformado por la pompé o procesión de la imagen de la deidad, acompañada por un coro (párodos), que canta junto al altar puesto en pie (stásimon), el agón, lucha o competición ritual, y el Komos o retorno triunfal de Dionisos.
En términos generales, los contenidos de las tragedias se centran en una situación problemática que vive algún héroe, y que plantea una situación ejemplar, lo que incluye un castigo ante la desmesura o la insolencia humanas. En todo ello existe una intencionalidad didáctica, en tanto que se busca una identificación entre el espectador y el personaje o la situación planteada. La temática épica y heroica se hace trágica al convertirse la fiesta en un espectáculo urbano. La ciudad asimila como propia la acción ritual y mítica. Los elementos grotescos de los rituales agrarios se convertirán en el fundamento del drama satírico, que conformará parte de la tetralogía que, a partir de 502 a.n.e., será presentada por los autores en las competencias teatrales. En la tragedia, por consiguiente, el mito se universaliza y, a la par, actualiza los problemas planteados en la misma, hecho que solía provocar el interés de políticos y ciudadanos. Esquilo, por ejemplo, solía expresar conflictos pero con una esperanza seria de solución o salvación, planteamiento que resultaba un reflejo de la democracia entendida como confluencia de opuestos en conflicto pero que pueden, eventualmente, generar acuerdos. De este modo, los aspectos sociales, jurídicos, bélicos e ideológicos se verán reflejados en las tragedias (un buen ejemplo es la Orestíada de Esquilo). En ocasiones también se plantean contradicciones de la vida real, sobre temas como el estatus de la mujer, la esclavitud en el seno de la democracia, o las guerras fratricidas, entre los valores tradicionales y los reales referidos a las relaciones humanas, como ocurre, sin ir más lejos con Eurípides. En este sentido, la tragedia se convierte en una manifestación cívico-colectiva.
La comedia, íntimamente vinculada con la tragedia, es más utópica e idealista que ésta, en esencia más realista. También pudo estar relacionada, en origen, con cantos y procesiones fálicas de aspecto grotesco y carnavalesco. En este caso, se mantendrá el carácter agrario originario, y los campesinos serán objeto de burlas y servirán como referencia comparativa para criticar la vida ciudadana y urbana, en particular la de los políticos que rigen la comunidad. El caso más prolífico al respecto es Aristófanes: en su obra Avispas se critica el sistema judicial ateniense, mientras que en Lisístrata el poder ciudadano que está únicamente en manos de los varones.
Prof. Dr. Julio López Saco
Escuela de Historia, UCV
9 de junio del 2010

7 de junio de 2010

Iconografía del Daoísmo en China III-B: amuletos


En el reverso aparecen representados los ocho trigramas o Bagua (ocho mansiones o trigramas, un mapa energético propio del Yijing, muy empleado en el Feng Shui para ahuyentar malos espíritus o influencias nefastas), con un símbolo de taiji (rotado noventa grados en relación al del anverso), en el centro. La inscripción del anverso de esta pieza, que pudiera haber sido utilizada para ser llevada al cuello, se lee de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, como jiang fu bi xie (降福避邪), lo que significa “envía buena fortuna y mantén alejado el mal.” Observamos también un yin yang (阴阳), y un símbolo taiji (太极), en el centro.
Prof. Dr. Julio López Saco

3 de junio de 2010

Iconografía del Daoísmo en China III-A: monedas


Moneda con escritos mágicos daoístas
Los escritos mágicos daoístas (fuwen 符文) únicamente podían ser leídos e interpretados por los sacerdotes. Los métodos de escritura se transmitían de modo secreto desde el maestro a los discípulos, puesto que si los escritos fuese fáciles de entender, cualquiera podría controlar a los espíritus. El origen de esta magia escrita, según los Recuerdos de los Divinos Talismanes de las Tres Grutas (三 洞 神 符 纪), surge a partir de la observación de la condensación de las nubes en el cielo. Algunos caracteres mágicos pudieron formarse por apilamiento, enlace o combinación de caracteres hasta convertirlos en uno solo, como se puede observar en algunos amuletos y grabados. Veamos los dos ejemplos de las ilustraciones.
El texto que aparece en el anverso de la moneda es el siguiente: 雷走杀鬼降精 (lei zou sha gui jiang jing) 斩妖出邪永保 (zhan yao chu xie yong bao) 神情奉 (shen qing feng) 太上老君急汲之令 (tai shang lao jun ji ji zhi ling). La inscripción se traduce del siguiente modo: “el dios del trueno, Lei (conocido como Lei Gong 雷公 o Lei Shen 雷神), purifica y mata a los fantasmas, enviando pureza. Al decapitar a los demonios, expulsa el mal y nos mantiene eternamente a salvo. Permite que este mandato de Laozi 老子(con el título Tai Shang Lao Jun 太上老君, otorgado por mandato imperial en 1013), se ejecute con celeridad”. En el reverso se representa a Liu Hai y el sapo de las tres patas, que remite a la historia de Liu Hai jugando con el sapo dorado. Liu Hai fue una deidad daoísta de la riqueza y la prosperidad, pero también un alquimista del siglo X que tuvo como mascota mágica a un sapo. El anfibio solía esconderse en un pozo y sólo salía al ofrecérsele una moneda de oro brillante.
Prof. Dr. Julio López Saco

1 de junio de 2010

Iconografía del Daoísmo en China II: Penglai

ILUSTRACIÓN: LOS PALACIOS Y LAS TORRES DE LAS PUERTAS DE PENGLAI, DE ZHU DAN, 1683

Penglai (蓬莱山) es el nombre otorgado a una montaña ubicada sobre una isla en el Mar Bohai. Se trata de una de las islas míticas de la inmortalidad, localizadas en el mar oriental de China, al lado de otras cuatro: Fangzhang (方丈), Yingzhou (瀛州), Daiyu (岱輿), and Yuanjiao (員嬌). Estaban habitadas por inmortales y diversas divinidades. Desde la dinastía Zhou algunos consideraban que tales islas podrían referirse al archipiélago japonés. Su geografía mostraba un predominio de montañas, cavernas y cascadas de agua, lo que se asociaba a la búsqueda de la inmortalidad física. En este caso, en esta mágica y mítica isla aparecen representados pabellones y palacios, además de belvederes que ascienden por las serpenteantes montañas desde el mar hasta las cimas. En la inscripción, en el ángulo superior derecho, se comenta que el autor, Zhu Dan, pasó tres meses realizando el trabajo.

Prof. Dr. Julio López Saco

1-de junio del 2010