Imágenes,
de arriba hacia abajo: un askos
zoomórfico en terracota. Chipriota Medio III, 1700-1600 a.e.c.; bol de cerámica
deslizante blanco. Museo Británico, Londres; una cerámica de base anillada.
Chipriota Tardío; una crátera de terracota con un carro. Micénico, del Heládico
Tardío IIIB, hacia 1300-1250 a.e.c.; ídolo en cerámica roja pulida. Cultura
Philia, hacia 2100 a.e.c. y finalmente; un ídolo en terracota. Chipriota
Antiguo, hacia 2700 a.e.c.
La
tecnología propia adecuada al trabajo de los metales debió llegar a Chipre
introducida por nuevas poblaciones llegadas de ultramar, probablemente
procedentes de Anatolia, que huirían de las perturbaciones que marcaron el
final de la Edad del Bronce en la región, hacia 2300 a.e.c. Pudieron verse
atraídas por los depósitos de cobre de la isla. Se asentaron en los valles
ribereños, cerca del mar y en los confines occidentales de las montañas
Kyrenia. Además de herramientas y armas, los una vez asentados representantes
del Chipriota Antiguo, trajeron consigo nuevas costumbres funerarias y
novedosos tipos cerámicos, en concreto, una cerámica roja pulida, cuya mayoría
de ejemplares estaban sin decorar, aunque algunos muestran patrones lineales
incisos.
Las
fases del período chipriota antiguo se establecen en función de los cambios en
la cerámica. El sitio mejor conocido del Chipriota Antiguo I es el cementerio
de Vounous, más allá de las llanuras costeras fértiles de Kyrenia. Sin
embargo, es muy probable que el Chipriota Antiguo no sea el estado cultural más
arcaico. La cultura Philia (en la
región del valle del Ovgos) parece más antigua, pues produjo objetos de cobre,
así como cerámica que precede al material más antiguo encontrado en Vounous.
Las
excavaciones en Vounous han
recuperado una serie de grupos de tumbas que pertenecen no solamente al
Chipriota Antiguo, sino al conjunto del Chipriota Antiguo y Medio. Las
formas de las vasijas para contenían productos, sobre todo jarras y ánforas,
fueron variando. En el Chipriota Antiguo III el uso de ornamentos incisos se hizo
más común y los patrones más intrincados. Una cerámica pulida negra se hizo
popular en el Chipriota Antiguo III. Las vasijas son ahora más pequeñas y de
modo invariable llevan patrones incisos. Además, se hacen normales las figuras
de animales, como serpientes y pájaros, en forma de relieves sobre las vasijas;
incluso las figuras humanas también aparecen, como las halladas en las tumbas
del Chipriota Antiguo III en Lapithos.
La
distribución más o menos extensa de sitios del Chipriota Antiguo III sugiere
una cierta expansión territorial. Un yacimiento excavado en Alambra, en Chipre
central, ha revelado una casa de dos habitaciones, con un patio y cercas para
los animales domésticos.
Un
cierto conocimiento de las actividades cotidianas de los chipriotas del período
Antiguo puede adquirirse de una serie de modelos cerámicos encontrados en las
tumbas en Vounous y en otras localidades. Es el caso de modelos de género que
muestran hombres arando con bueyes, adoradores con sus ofrendas en santuarios
al aire libre, o de una completo cercado sacro en el que se pueden observar
animales en corrales listos para ser ofrecidos a los dioses, cuyas imágenes
aparecen modeladas sobre los muros. También existen ejemplos de oficiantes,
sentados o de pie, así como de adoradores. Algunas de estas escenas de género,
en relieve o en figuras exentas, decoran cuencos o jarras. Hay representaciones
de mujeres limpiando maíz, haciendo pan o libando líquidos, así como de hombres
atendiendo animales o trabajando la tierra.
Antes
del final del período Chipriota Antiguo hubo clara evidencia de un comercio
ocasional entre Chipre y la región Sirio-Palestina, Creta y Egipto. Ejemplos
notables son los hallazgos de una vasija pintada del Minoico Antiguo III en la
tumba de Lapithos, datada en el Chipriota Antiguo III, o la copa de Camares,
del Minoico Medio I, que apareció en la tumba de Karmi (Chipriota Medio I).
Tales hallazgos indicarían que el fin del Chirpiota Antiguo III se habría
producido en torno a 2000 a.e.c.
La
principal distinción entre el Cipriota Antiguo III y el Medio I es la aparición
de cerámica con ornamentos pintados (cerámica pintada en blanco). Sin embargo,
la cerámica pulida roja continuó presente a través del período Chipriota Medio.
El conocimiento del período chipriota medio depende casi exclusivamente de la
evidencia hallada en cementerios. En el sitio de Kalopsidha se encontró una
casa con diez habitaciones, y que incluía, además, graneros, talleres y un
patio, lo cual revela un complejo mucho más sofisticado que la casa simple de
dos habitaciones del yacimiento del Chipriota III de Alambra.
El período Chipriota Medio no parece que hubiera sido
pacífico, a juzgar por la profusión de armas encontradas en los sitios de
enterramiento y de las fortificaciones de varios lugares de ocupación. Muchos de los los sitios fortificados están
muy alejados de la costa, lo cual supone que no fueron erigidos como protección
de enemigos que procedieran desde el mar. Parece más probable que la isla
estuviese pasando por una etapa de desunión en buena parte del período
Chipriota Medio.
En esta etapa se produce un incremento de de los
contactos de la isla con sus vecinos de ultramar. Durante el período Chipriota
Medio III, en particular, los bienes chipriotas, en especial la cerámica, se desplazó
hacia el área Sirio-Palestina, en tanto que muchos objetos hechos en esa
región, así como en Anatolia, se han encontrado en Chipre. El cobre debió haber
sido un elemento relevante en este contacto mercantil. Un buen número de las
ricas ciudades del período Chipriota Tardío debieron sus fundaciones a estos
movimientos comerciales, un hecho que ilustra, de paso, el fin del aislamiento
de la isla en relación a sus vecinos, así como el primer paso hacia la pérdida
del carácter chipriota. Existen, no obstante, atisbos de regionalismo, lo cual
se observa, preferentemente, en el Chipre oriental, en particular en lo tocante
a la cerámica roja sobre blanco (vasijas cubiertas de un enlucido blanco con
varios patrones lineales simples añadidos en pintura roja).
El comienzo del período Chipriota Tardío se ubica,
cronológicamente hablando, en el siglo XVI a.e.c. Se divide en tres etapas
principales y diversas subfases, que permanecieron activas durante cinco
siglos. Se observa un incremento de la participación de la isla en el comercio
y la política internacional. Ahora, las influencias foráneas prácticamente
extinguen los elementos propios culturales distintivos. El período comienza sin
cambios dramáticos en lo referente a la cultura material.
El período Chipriota Tardío I no debió haber sido
tranquilo, pues las fortalezas permanecieron en uso y algunas de ellas
sufrieron daños y destrucción. Además, las tumbas, tanto en el este como en el
occidente de la isla, contienen masas de inhumaciones, lo que puede implicar
consecuencias de operaciones de guerra, aunque también una epidemia letal. Tal
vez por la inestabilidad hubo pocas innovaciones en la cultura material en este
período I. Hubo pocos avances técnicos en la metalurgia, mientras que mucha
cerámica siguió siendo hecha a mano, según las tradiciones anteriores.
Sin embargo, el comienzo del período Chipriota Tardío
es marcado por dos relevantes nuevas manufacturas de cerámica. Una de ellas es
la cerámica de base anillar. Es hecha a mano, producida con esmero. Las piezas
tienen unas paredes extremadamente finas. Es una cerámica cocida a muy altas
temperaturas. Se cubría con una delgada y pulida capa marrón oscura y, a
menudo, las vasijas iban decoradas en relieve. Muchas de estas piezas fueron
exportadas desde Chipre al Levante y al Egipto de la Dinastía XVIII. La otra es
la cerámica de deslizante blanco, cuya decoración es lineal, con uso de pintura
naranja, negra o marrón. Incluso en algunos ejemplos se empleó un esquema
bicolor.
Desde el período Chipriota Antiguo, algunos chipriotas
tuvieron la oportunidad de escribir y de leer.
Los contactos regulares con sus cercanos vecinos continentales les
pudieron haber enseñado las ventajas de la escritura. Se ha hablado de un
sistema chipriota propio, con semejanzas con la escritura silábica de la Creta
minoica (el chipro-minoico). Esta escritura ha sido hallada en la forma de
textos continuos sobre tablillas de arcilla, cuyos ejemplos más antiguos se
descubrieron en Enkomi y datan de 1500 a.e.c., y también en la forma de breves
inscripciones incisas, pintada sobre vasijas cerámicas, impresa en objetos de
metal o incluida en el diseño de sellos de piedra. No ha habido, hasta la fecha, un
desciframiento satisfactorio de este tipo de escritura. Lo único que parece
evidente es que pudo tener una influencia próximo-oriental.
Aunque las tablillas más antiguas conocidas se
descubrieron en Enkomi, algunos estiletes en hueso, probablemente empleados en
la escritura, fueron hallados en Kouklia (Paleo Paphos) y en Hala Sultan Tekke
(en las proximidades de Larnaka). En consecuencia, parece factible que una
literatura, aunque limitada, estuviese generalizada, al menos en las ciudades
principales.
Los sellos cerámicos, habían estado en uso desde hacía
largo tiempo en el Próximo Oriente. Servían para identificar a los dueños de
alguna mercancía o una cierta propiedad, para suscribir contratos o autorizar
acciones en las sociedades en las que solamente un pequeño grupo de administradores privilegiados
podían leer y escribir. Un buen número de sellos en forma de cilindro fueron
traídos a Chipre desde el Próximo Oriente ya desde el período Chipriota Tardío.
Incluso surgió una escuela de talladores de sellos chipriota cuyos trabajos
reflejan los estilos de los sellos cilindro de Siria. Anteriormente, los
estilos de los sellos mostraban influencias egeas. El empleo de sellos, así
como el uso de la escritura, muestran la cada vez mayor participación de la
isla en la sofisticada vida política y comercial de la isla en el Mediterráneo
Oriental en la época de desarrollo del Reino Nuevo en Egipto (entre 1560 y 1075
a.e.c.).
Desde mediado el siglo XV a.e.c. Chipre llegó a tener
una importancia mayor para la Grecia micénica. La cerámica micénica fue
importada en grandes cantidades, apareciendo continuamente en asentamientos y
en tumbas a lo largo del los siglos XIV y XIII a.e.c.[1]
Es, de hecho, muy abundante en Enkomi, en el sureste de la isla, en lugares
como Pyla, Hala Sultan y Larnaka, así como en las costas del sur, caso de los
yacimientos de Maroni, Episkopi y Kouklia.
La riqueza, fruto de estos intercambios, se incrementó
en Chipre. Los objetos de lujo, de plata y oro o en materiales exóticos como
calcita, marfil, fayenza, provenían de Egipto, Próximo Oriente, regiones de
África y el Levante. Los chipriotas empezaron a usar estos materiales, como
parece corroborarse en la banda para la frente dorada usada para cubrir los
ojos del fallecido, hallada, casi con seguridad, en Enkomi. Así, un material
egipcio y una influencia ornamental micénica, se unían en una artesanía
elaborada en Chipre.
Durante el periodo Chipriota Tardío II, los abundantes
asentamientos y necrópolis sugieren un aumento de población y un claro
contraste entre las comunidades urbanas, con un fuerte elemento “industrial” en
su economía (en específico el trabajo del cobre), y los asentamientos rurales,
que continuaron su estilo tradicional de vida.
La creciente importancia económica de Chipre debió
haber sido objeto de atención de sus vecinos europeos y asiáticos, aunque este
hecho no se observa reflejado convenientemente en los textos contemporáneos.
Esta irónica circunstancia podría tener su explicación en la asunción de que
Chipre sea lo mismo que Alashiya. En
principio, debe identificarse la isla con A/ashiya, sobre la cual existen numerosas
referencias en documentos de Siria, Anatolia y Egipto. En tales fuentes, se
señala que Alashiya envía
cobre a Egipto a cambio de ébano, plata; comerciaba con Anatolia y Siria
intercambiando cobre por bienes manufacturados. Se estaría hablando de un país con su propio rey y que, a fines del siglo
XIII a.e.c. era tan importante, que tenía una flota propia.
En el siglo XII a.e.c. Chipre estuvo inmersa en las
tribulaciones de sus poderosos vecinos. Además, entre otras vicisitudes, sufrió
catástrofes (en torno a 1200 a.e.c.), que motivaron la destrucción de Enkomi y
de otros centros mayores, lo que propició un posterior renacimiento visible en
la cultura material. Es tentador conectar esos eventos con la Grecia micénica,
en la que muchos grandes centros sufrieron destrucción, caso de Esparta, Pilos
o la propia Micenas, a lo que siguió una diáspora parcial de la población
sobreviviente. Algunos de ellos alcanzaron, sin duda, Chipre en torno a 1200.
En la isla introdujeron rasgos de su cultura material. Su presencia ha sido
claramente establecida, por ejemplo, en Enkomi, tal y como se desprende de la
extensiva excavación del sitio, pero también hay trazas en Kouklia, Pyla, Maa,
Larnaka, Sinda y Ayios Sozomenos.
La llegada de estas gentes coincidió con el desarrollo
de unos nuevos y más sofisticados esquemas arquitectónicos y de técnicas de
construcción. En la industria
metalúrgica, incluso, se produjo una suerte de revolución, que incluye la
aparición de nuevas técnicas o el empleo de un nuevo repertorio de diseños y
ornamentos, muchos de los cuales tienen sus raíces en la Grecia micénica. Los
“refugiados” micénicos jugarían un papel relevante en el renacimiento chipriota
del siglo XII a.e.c. No obstante, también Chipre se vería afectada por otros
recién llegados, tanto desde Siria como desde Palestina.
Gracias a la cerámica se infiere que otros grupos de
“refugiados” de Grecia y, tal vez, de Creta, encontraron su destino en Chipre
durante el curso de la duocécima centuria. Al final del siglo se produjo, no
obstante, un lento deterioro. Solamente sobrevivieron unos pocos antiguos
centros urbanos, entre ellos Kouklia, Episkopi, Larnaka, Lapithos y, quizá, también Dhali.
La transición entre el final de la Edad del Bronce
Tardía (Chipriota Tardío) y el inicio de la Edad del Hierro (período
Chipro-Geométrico) fue un proceso casi imperceptible, fechado en torno a 1050
a.e.c. Su principal indicador es el ligero cambio observable en el estilo de la
cerámica pintada: se remplaza la cerámica pintada proto blanca por la pintada
en blanco I, pues el hierro ya se conocía en la isla desde hacía más de un
siglo. En cualquier caso, ese cambio no estuvo marcado por violencias y
catástrofes, según se desprende del registro arqueológico del que se dispone.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. FEIAP-UGR. Septiembre de 2017.
[1] Tan grande es la cantidad de cerámica micénica en
Chipre que algunos eruditos supusieron que se establecieron colonias micénicas
en Chipre durante el siglo XIV a.e.c., y que la cerámica fue hecha
localmente. Sin embargo, en contra de
esta apreciación se encuentra el hecho de que no existe ninguna otra indicación
de la presencia de micénicos en Chipre en las centurias catorce y trece antes
de la era. Lo más verosímil parece ser aceptar que la isla fue de una
relevancia económica significativa para Micenas. Los micénicos buscarían
afanosamente el cobre en Chipre y valorarían la isla como una escala (incluso
como un intermediario) en sus otras actividades comerciales en el Próximo
Oriente. Desde los puertos micénicos llegaron a Chipre muchas vasijas (hechas en
factorías micénicas), sobre todo cráteras decoradas en el Estilo Pictórico, que
se pintaban con procesiones de carros, pájaros y toros. Los chipriotas
atesoraron estas piezas y gustaron de ser enterrados con ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario