Se han descubierto en la
isla de Creta, concretamente en el lugar de Trachilos, unas huellas humanas que
podrían poner en tela de juicio la consolidada teoría al respecto de la
evolución temprana y el origen geográfico de los homínidos. Las huellas fósiles
recién aparecidas en este territorio griego tienen cerca de 5,7 millones de
años de antigüedad. Los descubrimientos de fósiles más recientes en África, así
como la presencia en Laetoli (Tanzania) de unas ya legendarias huellas de 3,7
millones de años de antigüedad, han consolidado la idea de que los primeros
homínidos se originaron en África y, desde allí se dispersarían hacia Europa y
Asia.
El descubrimiento de
huellas humanas de tanta antigüedad en Creta cuestiona esta extendida teoría y
sugiere que la realidad pudo haber sido mucho más complicada. La investigación ha
sido llevada a cabo por un equipo internacional, con una especial participación
de la Universidad de Uppsala, Suecia. La forma de los grabados indica sin
ambigüedad que pertenecen a un homínido temprano. Estas improntas cretenses
fueron dejadas en una costa arenosa, tal vez un pequeño delta fluvial, en tanto
que las de Laetoli quedaron marcadas sobre ceniza volcánica. Sin duda, la edad
y la ubicación de las huellas es lo que desatará las principales polémicas
entre los investigadores y especialistas.
Con su datación, en
torno a 5,7 millones de años, son más recientes que el homínido fósil más
antiguo conocido, Sahelanthropus Tchadensis,
contemporáneo de Orrorin Tugenensis
de Kenia. En cualquier caso, serían más de un millón de años más antiguas que Ardipithecus ramidus, cuyos pies se
parecen mucho a los de los grandes simios. Esta constatación entra en conflicto
directo con la hipótesis de que Ardipithecus
es un antepasado directo de los homínidos posteriores. Hasta este momento,
todos los homínidos fósiles de más de 1,8 millones de años, edad de los primeros
fósiles Homo hallados en Dmanisi, Georgia, procedían de África, lo que llevaría
a la mayoría de los investigadores a concluir que era en ese continente donde
el grupo evolucionaba.
Este hallazgo se data en
el Mioceno tardío, una época geológica en la que el desierto del Sahara no
existía y la isla de Creta todavía no era un territorio insular, pues estaba
unida al continente. El descubrimiento de Trachilos coincide, finalmente, con
la reinterpretación que se ha hecho, a comienzos del presente año 2017, de unos
dientes y unas mandíbulas encontradas en Bulgaria y Grecia que corresponderían
a un primate de 7,2 millones de años de antigüedad denominado Graecopithecus.
J.L.S., septiembre del 2017
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