El
vocablo, indo-ario se emplea para describir la evolución de la cultura india
que sigue al declive de la Cultura de Harappa. Grupos de poblaciones tribales
nómadas del este y sur de Afganistán empezaron a migrar hacia el subcontinente,
desde 1700 a.e.c., llegando hacia 1400 a.e.c. a la región un particular grupo
que se autodenominó Arya o noble. Otro grupo tribal del período fue el de los
arios rigvédicos. La cultura indo-aria que eventualmente emergería, conocida
como cultura védica, se conformó a partir
de la mezcla de elementos culturales arios y otros pre arios.
La
familia indio-irania comprendía dos sub-grupos principales, el indo-ario y el
iranio, con dos lenguas vinculadas, el romaní de los gitanos y el nuristaní de
la región del Hindu Kush de Afganistán y Pakistán. Un número de indiferenciados
grupos de hablantes indo-iranios, eminentemente pastores que cuidan de su
ganado, habrían migrado hacia el sur desde las tierras esteparias euroasiáticas
hacia 2000 a.e.c. y expandido en Asia central, Afganistán e Irán. Una rama, que
hablaría un tipo de lenguaje ario, probablemente la forma más antigua del
sánscrito, habría alcanzado el río Indo hacia 1700 a.e.c. En Irán y Afganistán,
entre 1700 y 1400 habrían coexistido dos poblaciones, la avéstica y la rigvédica,
quienes representarían las dos más relevantes ramas de la tradición indo-irania
contemplada como un conjunto. Rasgos comunes, como el lenguaje, la cultura, la
mitología o los rituales se desenvolverían entre ellos antes de la separación.
En sus prácticas y creencias religiosas adoraban un determinado número de
dioses. Ambos grupos poseían la común práctica de beber el zumo de una planta
de la fertilidad (soma en el Rig-Veda
y haoma en el Avesta).
Hoy esta planta se ha identificado como una de las especies de la ephedra,
cuyo hábitat principal se encuentra en el área del Irán oriental y del
Afganistán meridional. Asimismo, también es relevante la importancia simbólica
del fuego en los rituales para ambos grupos.
La
palabra arya debería aplicarse solamente
a las poblaciones avésticas y rigvédicas, porque únicamente ellas reclamaron un
especial estatus de nobleza entre todos los demás y entre las tribus vecinas
del pueblo original asentado en los territorios que habitaban. Hacia 1400
a.e.c., trescientos años después de que sus compatriotas hubiesen alcanzado el
Indo, el pueblo rigvédico abandonó Afganistán y se movilizó en el interior del
subcontinente. Con ellos llevaban los himnos sacros y encantamientos que habían
compuesto durante siglos en sus territorios iranio y afgano en los que moraban.
Culturalmente hablando, la población rigvédica fue la más influyente de los
arios, pues fue su gran obra literaria y espiritual (el RigVeda), la que proveyó los conocimientos más útiles de la cultura
védica de India. Mientras tanto, la población avéstica continuó siguiendo la
antigua religiosidad indo-irania.
Aunque parece claro que los arios fueron en origen
migrantes a India, ha habido una fuerte
campaña historiográfica de revisionismo, que establece que la cultura del valle
del Indo y la de los arios védicos es la misma. Una primera crítica ha señalado
que la zona central a la cultura del Indo fue el río Saraswati, y no el Indo.
En consecuencia, la cultura del Indo sería en realidad la Cultura Saraswati. Ambas no podrían ser la misma pues de otro
modo habría sido recordada en la extensa literatura indo-aria y en la tradición
oral. Además, Saraswati, tal y como
aparece en las glosas descritas en los textos védicos podría haber sido el río Harahvaiti,
en Afganistán.
Una segunda crítica afirma que en los textos védicos
no se alude a las tierras foráneas al occidente, en la región afgana, desde
donde los arios, supuestamente, habrían venido. En este sentido, la mayoría de
los expertos lingüistas afirman que el RigVeda fue primeramente compuesto en la zona afgana. De hecho, las partes más
arcaicas del texto incluyen referencias, aunque de modo oblicuo, a lugares,
animales, ríos de ese territorio. Por otra parte, el RigVeda fue
compuesto durante un muy largo período de tiempo, de manera que la integración
en la sociedad india estaba ya bastante establecida y los compositores no
tenían necesidad de recordar el pasado lejano de los más remotos orígenes.
En relación vinculante con lo antedicho, la tercera
crítica señala que todo lo que está compuesto en los textos védicos es
únicamente indio. Tres de los documentos escritos más antiguos que contienen
alguna referencia a nombres arios no proceden de Irán ni India, sino de
Mesopotamia. En los documentos de los gobernantes casitas de Babilonia, entre
1750 y 1170 a.e.c., se encuentran nombres de dioses, Suriya, el dios del sol, y
Marutta, de la guerra, así como de reyes, como el de Abirattas o Abhi-ratha. Al
noroeste de Babilonia permaneció el reino de Mitanni (1500-1300 a.e.c.) en
donde varios documentos cuneiformes en lengua acadia listan varios príncipes y
nobles cuyos nombres son sorprendentemente arios, como Sauksatra, Purusa,
Sutarana, Indrota o Subandhu. En algunas tablillas de Boghazkoy se registran
los detalles de un tratado firmado hacia 1350 a.e.c. entre Mitanni y los
hititas. En ellas se mencionan los dioses, entre los de Mitanni se citan
aquellos que son distintivamente rigvédicos, como Nasatya, Indra, Mitra y
Varuna. En el propio RigVeda a esos
dioses se le encomienda la tarea de supervisar los tratados entre los estados
en conflicto. Al margen de algunos de las imágenes sobre sellos del valle del
Indo ningún otro documento sobre los dioses arios es más antiguo en India que
esos registros mesopotámicos. Ello sugiere que algunos de los más antiguos
conceptos rigvédicos fueron desarrollados en un área central, desde donde
habrían viajado hacia el occidente y hacia oriente.
La cuarta crítica se sostiene en la teoría de que la
migración invasora aria fue un constructo de los eruditos europeos para
justificar el control británico sobre India de un modo oblicuo recordando a su
público lector cómo una gloriosa civilización había llegado a India desde algún
lugar próximo a Europa.
Existieron dos regiones principales en Afganistán en
donde los arios habrían estado asentados desde 2000 a.e.c. Una de ellas,
alrededor de Kabul y hacia el este, en las proximidades de Peshawar. Este
enclave Kabul-Peshawar, debió haber sido el área inicial desde donde comenzó la
migración hacia el valle del Swat alrededor de1700 a.e.c. Otra zona igualmente
importante fue el área alrededor de Kandahar, que se vincula con Quetta a
través del paso de Bolan. Se ha pensado que los arios del RigVeda se habrían desplazado desde ahí hacia 1400 a.e.c., cruzando
varios ríos y llegando hasta el Punjab. Toda esta gran región, que incluye el
oriente de Afganistán, el valle del Swat, el Punjab y la llanura indogangética,
es referida en el RigVeda como Sapta
Sindhava, o tierra de los siete ríos. Estudiosos y arqueólogos han
identificado el valle del Swat del noroeste de Pakistán como la primera área,
muy posiblemente, de intrusión de los arios en el subcontinente.
Desde 1700 a.e.c. en adelante, un cambio en los
rituales de enterramiento empieza a evidenciarse. En el interior de los
cementerios los arqueólogos han hallado inhumaciones flexionadas en fosos, así
como cremaciones en urnas. Esta práctica dual no era común entre las culturas
contemporáneas en la misma región; sin embargo, la literatura védica indica que
tanto la inhumación como la cremación fueron practicadas entre los arcaicos
indoarios.
Otro indicador de cambio que ha sido considerado es el
estilo cerámico. Un nuevo tipo de cerámica gris hecha a mano y decorada con
incisiones se evidencia durante este período. Sobre la base del cambio en los
rituales de enteramiento o modos funerarios y la cerámica, los arqueólogos
denominan a esta nueva cultura en el valle de Gandhara como Cultura de las
Tumbas. Por otro lado, no se debe olvidar que los rasgos naturales y las
escenas representadas en los himnos del RigVeda
encajan con la realidad geográfica del valle.
Los arios vivieron en el Punjab por varios siglos. Del
RigVeda se sabe que se enfrentaron
con la población indígena, a la que llaman
dasas, dasyus o panis, además de otras
denominaciones peyorativas como negros, demonios o ladrones de ganado. Los
arios, ayudados por Indra, el dios de la guerra acaban desterrando a esas
gentes autóctonas. En cualquier caso, es imprescindible destacar que esas
gentes derrotadas no fueron los harappenses.
La organización de los arios era en tribus o clanes.
Se ha pensado que el término cinco razas de personas se refiere a cinco clanes,
concretamente Turvasa, Anu, Yadu, Puru y Druhyu. Por mediación de luchas
intertribales y diversas alianzas los Puru llegaron a ocupar un lugar central
en uno de los siete ríos del Sapta Sidhava. Con el debido paso del
tiempo una de las ramas del clan, el Bharata, los sometieron y eventualmente
llegaron a ser el grupo dominante en el Punjab. Esta hegemonía fue alcanzada
después de la batalla de los Diez Reyes (probablemente hacia 900 a.e.c.), en la
cual Sudas, el rey de los Bharata, derrotó a una confederación de diez tribus
arias.
Después de siglos de vida nómada en terrenos no muy
fértiles, los arios encontraron una tierra
(el Punjab), bendecida con grandes ríos. Desde el 900 en adelante el
centro de gravedad del mundo ario cambió hacia lo que se denominó Madhyadesha,
el País Central. Esta tierra se extendía desde el este del río Saraswati a las
llanuras del Ganges. Los eventos que acontecieron en esta tierra formarán parte
de los hechos narrados en el Mahabharata.
En este tiempo tuvieron lugar nuevas amalgamas y formaciones clánicas,
emergiendo dos linajes dominantes, los kuru y los Panchala. El centro del poder kuru estaba en
Kurukshetra, en tanto que el de los Panchala más al este. Los kuru se vieron
obligados a mover su base desde Kurukshetra a Hastinapura. De tal manera, un
nuevo centro fue creado, llamado Indraprashtha (la futura Delhi).
Ello significó, además, una cierta tensión y conflicto
con los Panchala. Gracias a textos post védicos y a la épica se sabe que hubo
dos tipos de conflictos, el de arios contra arios, y el de arios frente a no
arios. A pesar de las constantes pugnas, los Kuru y los Panchala estuvieron
juntos en los períodos más cruciales, manteniendo el poder en Madhyadesha, algo que posteriormente inspiró a muchos
gobernantes de India a poseer esta zona y hacerla su centro de influencia
primordial.
Desde 900 en adelante, una completa expansión aria
hacia el este y el sur continuó inexorablemente. Las regiones de Bengala y
Bihar fueron colonizadas. Del Ramayana
se sabe que la expansión hacia el sur fue indetenible, hacia las actuales
Madhya Pradesh, Gujarat, Maharashtra y Orissa. Un clan en concreto, denominado
Yadu, debió haber sido forzado por el binomio Kuru-Panchala a emigrar hacia el
sur desde su base en Mathura, mientras que otro grupo ario penetraba en el
Decán desde Kosala, estableciendo un reino en torno al río Godavari.
Los arios habrían llegado con carruajes tirados por
caballos y bueyes, y cargados con armas hechas de hierro y bronce, Estas
fortalezas conducirían a los guerreros indo arios hacia nuevos horizontes. Las armas de hierro,
de hecho, debieron haber tenido un efecto importante en aquellos que pensasen
en rebeldías. La arianización de toda la cuenca del Ganges fue completa entre
900 y 600 a.e.c., y los asentamientos de clanes guerreros se establecieron por
doquier a través del área. Una vez aclaradas las zonas boscosas surgieron las
granjas agrícolas y ya los núcleos dejaron de ser lugares de habitación de bandas de guerreros
itinerantes y viajeros con sus carretas, para convertirse en granjas con
agricultores y artesanos viviendo en chozas y casas simples.
Los migrantes arios fueron en esencia un pueblo pastoral. En el período
védico más antiguo las vacas debieron haber sido una propiedad colectiva. El RigVeda
contiene más referencias al pastoreo que a la
agricultura. La presencia de importantes cantidades de huesos de vacuno y de
otros animales en varios sitios arqueológicos testifica el rol preeminente de
la economía pastoril en la vida diaria de los antiguos arios.
Aunque en sus tierras originales de Irán y Afganistán
los antiguos arios estaban familiarizados con las estaciones y su papel
fundamental en la agricultura, la habilidad agrícola la aprendieron de las
poblaciones indígenas. Sería en el Punjab en donde los arios por vez primera
apreciasen las ventajas del cultivo de granos. Sería únicamente después del
desbrozamiento de los densos bosques de las llanuras del Ganges que la
agricultura tomase preeminencia sobre el pastoreo como principal actividad
diaria de la mayoría de la gente, siendo el arroz, más que el trigo el cultivo
principal. En el RigVeda
existen referencias a los arados, la trilla de grano, los canales de
irrigación y los diques, así como a alimentos como la leche, la mantequilla,
los pasteles de arroz, lentejas y los cereales. Muy probablemente existió
alguna forma de propiedad común de la tierra. En las pequeñas villas y en los
más grandes asentamientos habría personas dedicadas a una gran variedad de
artesanías y al comercio, como carpinteros, trabajadores del metal, ceramistas
o herreros.
En los niveles que contienen materiales que anteceden
el 900 a.e.c., la mayoría de los restos cerámicos corresponden a la cerámica
coloreada en ocre, un tipo cerámico que pudo haber pertenecido a los arios
rigvédicos antiguos. Desde 900, con los
arios movilizándose más allá de la región de Sapta Sindhava hacia la cuenca del Ganges, se encuentra
otro tipo cerámico, la cerámica gris pintada, hecha en torno, y con
diseños lineales con puntos en negro. Sin embargo esta cerámica puedo haber
sido producida por los indígenas locales pre arios, que acabarían ocupando el
fondo de la estructura social indo-aria. En los sitios con este tipo cerámico
que se fechan entre 900 y 600 se han desenterrado materiales que incluyen
esqueletos de animales, diversos granos de cereales, ladrillos, fragmentos de
vidrio, piedras semipreciosas y objetos de hierro. De peor calidad que la
cerámica gris pintada fue la conocida como cerámica roja y negra. Hacia 600 a.e.c. se observa la
emergencia de una excelente variedad de cerámica denominada pulida negra del
norte.
Los más antiguos yacimientos de la Edad del Hierro en
India se localizan en tres regiones principales, las planicies del Ganges, las
regiones centrales de los valles del Tapti y Malwa, y los yacimientos
megalíticos en el sur de India. Muchos de los que se encuentran en la llanura
del Ganges se conectan con la cerámica gris pintada y con la expansión aria.
Hay que señalar que la Edad el Hierro no sucedió al Calcolítico de forma
uniforme a lo largo de India en una época concreta. La progresión y al
transición entre las dos edades ha sido disímil en distintas partes. Es
relevante remarcar que la tecnología aplicada al hierro no vino con los arios.
Se desarrolló gradualmente hacia 1000 a.e.c. Las primeras herramientas de
hierro no fueron hachas o rejas de arado, sino armas.
La familia védica kula,
fue patriarcal, en tanto que la familia extendida de tres o más generaciones,
fue la norma básica. El varón mayor, el padre o el abuelo era el cabeza de la
casa. Los hijos ayudaban a sus padres en las tareas diarias, agrarias o
comerciales, incrementando de este modo, la prosperidad de la familia.
Disfrutaban de un valioso rol en lo relativo a la representación de varias
ceremonias. Las mujeres, por el contrario, veían limitada su libertad de acción
y movimientos. En cualquier caso, debieron de disfrutar de una mayor libertad
entre los clanes del período védico más arcaico, aunque con la rigidez de las
castas del período védico posterior su posición empeoró notablemente. En último
caso, las ritualidad y las ceremonias, tanto públicas como aquellas privadas en
las casas, mantenían firmes los lazos familiares.
La dieta promedio incluía mantequilla clarificada,
leche, frutas, vegetales, arroz, trigo y, en especiales ocasiones, algo de
carne. Una gran cantidad de diversiones se mencionan en el RigVeda, como
las carreras de caballos o carros, la música y las danzas. El juego, por
contra, es condenado como una actividad que pude conducir a la ruina.
La unidad básica del poder se encontraba en el seno de
la familia patriarcal. Un determinado número de tales familias vivía en villas
(grama), que estaban controladas por un jefe (gramani). Un grupo
de esas pequeñas villas pertenecían a un clan (vis), en tanto que varios clanes conformaban una comunidad o jana. En el período védico más antiguo
no existió una estructura de estado real. No hubo reyes en su sentido estricto,
sino jefes de clanes. Solamente en el vedismo tardío los grupos de comunidades
llegaron a establecer una región o estado (janapada).
La idea del reinado, sin embargo, evolucionó
gradualmente desde la jefatura de clan, si bien al principio hubo un control
ejercido sobre el rey-raja por las
asambleas (vidatha, parishad, Samiti, sabha). Hacia el
final del vedismo ya la autoridad del rey comenzó a depender menos de las
asambleas que de sus éxitos en las luchas por el poder entre sus guerreros
nobles. El poder hereditario acabaría irrumpiendo en favor de la consolidación
del poder de los rajas.
Los principales cargos oficiales dentro del palacio de
un raja del período védico tardío
eran los del sacerdote jefe (purohita),
el comandante en jefe (senani), el recolector de tasas (bhagadugha)
y el tesorero (samagrahitri), además del supervisor de la casa del rey o
kshatra.
La legitimación del poderío del rey se confirmaba a
través de una serie de largos y elaborados rituales de sacrificio (yajna),
que eran conducidos por sacerdotes. La estrecha alianza entre el rey y el
sacerdote se convertirá en un factor fundamental de la política india con la
finalidad de mantener el balance jerárquico en el sistema de castas.
Los arios iranios, estrechamente vinculados con los
arios rigvédicos, practicaban una triple división de la sociedad (sacerdotes,
productores y gobernantes). Durante todo el vedismo sacerdotes y gobernantes
consolidarían sus posiciones de privilegio. Mientras, los productores estarían
diferenciados en dos grupos, campesinos libres y mercaderes (vaisya), en tanto que trabajadores
dependientes, artesanos y esclavos quedarían relegados, y degradados, al cuarto
grupo, el de los sudras. Los grupos
acabarían rígidamente compartimentados sobre la base de un sistema
religiosamente inculcado.
La religiosidad que trajeron consigo los arios fue de
carácter indoeuropeo, lo que implica la adoración de poderosas deidades de la
naturaleza. Se contentaba a los grandes dioses a través del sacrificio dentro
del hogar, realizado en altares circulares o cuadrados. El recitado de himnos,
los dones del sacerdote, la ubicación de alimentos en el altar del fuego, el
intercambio de regalos entre los miembros de la casa y el consumo conjunto de
algunos de los alimentos consagrados, suponía atraer la prosperidad y la
felicidad al seno familiar o del clan. En el vedismo tardío, sin embargo, el
propósito del sacrificio fue alterado, y pasó de ser una ofrenda a los dioses a
la celebración del poder de los soberanos. Los reyes lo usaron para confirmar
su legitimidad. En ese momento, se hacían sacrificios cruentos (se mataban
animales, sobre todo vacas) y se realizaban enormes donaciones a los brahmanes
por parte de los reyes agradecidos.
Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB- FEIAP-UGR. Noviembre del 2016
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