Imágenes (de
arriba hacia abajo): ilustración de Qinshihuang en un álbum coreano del siglo
XIX, hoy en la British Library; rollo colgante pintado sobre papel de Zhang Lu,
de época Ming, que muestra a Laozi montado sobre un búfalo de agua. Museo del
Palacio Nacional, Taibei y; relieve de Amravati, del siglo I, que probablemente
representa al rey Asoka. Museo Guimet de París.
A
pesar de una numerosa presencia de personalidades relevantes en ambos ámbitos
geo históricos, se hará énfasis en algunos de los más conocidos, estudiados y
sobre los que hay mayor documentación histórica. Es así tanto en el ámbito de
la política como en el de la sociedad y la cultura. En el caso de China,
fijaremos la mirada en el Primer Emperador, Confucio, Laozi y el emperador Han
Wu Di, en tanto que en el de India, se tratarán prestigiosas personalidades de
la historia antigua, concretamente los referentes de las dinastías Maurya y
Gupta, Asoka, Chandragupta y Samudragupta, respectivamente.
Qin
shi Huangdi es el nombre del primer emperador de China, primer gobernante de la
dinastía Qin (221-210 a.e.c). Durante el período de los Estados Combatientes, a
fines de la dinastía Zhou Oriental, el reino de Qin fue el que alcanzó el poder
derrotando a otros seis reinos, gracias a su superior desarrollo militar y a su
organización socio-política. El rey Ying Zheng (nombre verdadero del
emperador), después de la unificación, en 221 a.e.c, se proclamó emperador (huang di, "augusto emperador”.
Considerado un déspota, estableció un estado unificado, centralizado y
burocrático. Aconsejado por un ministro de nombre Li Si e inspirado en la
filosofía legalista creada en el siglo III a.e.c. por Han Fei, organizó un
sistema centralista cuyo eje fue la aplicación de la ley mediante un código de
premios y castigos. Su intolerancia originó la persecución de los seguidores de
Confucio y la quema de libros confucianos. Unificó también los diferentes
sistemas de escritura existentes en un único estilo. Estandarizó pesos y
medidas y estableció la unidad monetaria. Dividió el imperio en treinta y seis
comandancias, gobernadas por un gobernador civil, otro militar y un inspector
imperial (delegado del gobierno). A su vez, estas comandancias se subdividían
en condados, gobernados por magistrados que dependían del delegado del
gobierno. Ningún cargo era hereditario.
Construyó
una red viaria que convergía en la capital, Xian. Mandó construir la Gran
Muralla para reforzar la frontera norte y defenderla de los ataques de
poblaciones nómadas. El historiador Sima Qian cuenta en sus Memorias históricas, la obsesión de Qin
Shi Huang Di por la inmortalidad. Se hizo rodear de alquimistas, astrónomos y
médicos con la pretensión de que le ayudasen en ese propósito. Su obsesión,
unida al gusto por lo monumental y la magnificencia imperial, dio como
resultado la construcción de una enorme tumba cerca de Xian, la que hoy se
conoce por los guerreros de terracota.
Confucio,
nombre dado por los jesuitas al llamado Kong Fu zi (maestro Kong); fue un
letrado y pesador chino nacido en el Estado de Lu, en Shandong y que vivió
entre 551 y 479 a.e.c. De familia noble, alternaría periodos en los que ejerció
de maestro de otros con etapas en las que sirvió como funcionario. Sus
preocupaciones principales fueron de orden moral, tanto en lo que respecta a la
orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno. La
moral se basaba en el altruismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la armonía
social y el cumplimiento del deber y el ritual, sobre todo la piedad filial. Su
filosofía moral contribuyó a modelar la sociedad y la política chinas sobre una
base común. Entendía que el pueblo debía someterse a las autoridades, si bien
rechazando las actitudes tiránicas. Los súbditos debían obediencia al soberano,
pues el Estado existía para buscar el bien de los gobernados; pero los
gobernantes debían gobernar también según los rectos principios éticos,
aplicando el ejemplo moral y no la fuerza bruta. Estos pensamientos conforman
la base del confucianismo (escuela de los letrados o Ru Jia), que es más una ética que una religiosidad. El
confucianismo se convertirá en la filosofía oficial del Estado con los dinastas
Han. Desde esa época el sistema para seleccionar el personal funcionarial del
Estado se haría mediante oposiciones en las que se seguía el estudio del
pensamiento de Confucio. Fue, así, un pilar de la formación del hombre culto,
al que se abrían las puertas de la burocracia y la promoción social.
Laozi
es la denominación de un pensador chino que presuntamente vivió entre los
siglos VI y IV a.e.c. Se duda, no obstante, de su existencia real, pues incluso
su nombre, Laozi, responde únicamente a un título que significa viejo maestro,
además de ser la denominación de un tratado a él atribuido. Por otra parte, se
contaba su mítico nacimiento, ya siendo mayor en el seno de su madre. Una
tradición le hace contemporáneo de Confucio, mientras que otras indican que
trabajó como bibliotecario en Luoyang, la capital de la dinastía Zhou durante
el periodo de los Reinos Combatientes (siglos V y IV a.e.c.). En cualquier
caso, su relevancia radica en haber sido el autor del Daodejing, Libro sobre el
camino y la virtud, desde el que arranca la filosofía taoísta. Aquí propone
una filosofía laica y una moral individual que se centra en seguir el camino de
la naturaleza (el Tao); en tal sentido, recomienda las virtudes de la sencillez
y la naturalidad, censurando la ambición de poder y riqueza. Por ello, advierte
a las autoridades que intervengan lo menos posible en la vida de sus
gobernados. Con posterioridad, esta filosofía laica se transformaría en una
religiosidad, a partir de otras influencias populares.
Wudi,
o emperador Wu de la dinastía Han (206 a.e.c. a 220), vivió a caballo de los
siglos II y I a.e.c. Bajo el reinado del “Emperador Guerrero” (140-87 a.e.c.)
alcanzó la dinastía su máximo esplendor. Su política exterior facilitó la
expansión de los territorios imperiales. Esta expansión territorial propició la
conquista de Corea a fines del siglo II a.e.c., de las zonas de Annam (parte de
Vietnam), de Xinjiang y de la Fergana (hoy en Uzbekistán). En 133 a.e.c., Wudi
inicia una campaña contra los nómadas xiongnu, cuyas incursiones amenazaban el
poder Han. Los derrota logrando de este modo el dominio de la denominada Ruta
de la Seda. Convirtió la filosofía política de Confucio en una suerte de
ideología social estatal dentro de la administración imperial.
Asoka,
hijo del rey Bindusara, es el nombre del tercer emperador de la dinastía
Maurya, que unificó y gobernó casi toda India, parte de Afganistán y Pakistán
entre los siglos IV y II a.e.c. Con capital en Pataliputra (hoy Patna), el
reino se fue expandiendo gracias al poderío militar, hasta que Asoka logró
unificar todo el territorio de la India por primera vez en la historia. Las
crónicas de la época recogen episodios, probablemente legendarios, sobre el
rey, al que apodaron Chanda Ashoka o
Asoka el cruel. El peregrino budista chino Fa Xian menciona la tradición de que
Asoka había hecho construir un jardín amurallado, en el que torturaba a la
gente. No obstante, el relato principal en estas crónicas es el que alude a la
conversión al budismo de Asoka después de finalizar las conquistas maurya. La
conquista militar del reino de Kalinga, en el actual estado de Orissa, hacia
262 a.e.c., que supuso la muerte de miles de personas y la deportación de una
gran cantidad de enemigos se convirtió en la causa de su conversión religiosa,
al entender que la conquista de un reino significaba muerte, destrucción y
desventura. El rey y su séquito peregrinaron a Sarnath, en las afueras de
Varanasi (Benarés), lugar en donde Buda había ofrecido su primer sermón. Desde
ese momento se le conoció como Dharma
Asoka o Asoka el piadoso.
El
rey mandó grabar sus edictos, con las doctrinas del dharma y, sobre todo, con los preceptos morales budistas, en
pilares en piedra que ubicó en los lugares santos del budismo, en los pasos de
montaña y en las regiones fronterizas. Fundó monasterios, santuarios y
hospitales propiciando que los súbditos peregrinasen a los lugares santos de
India. Incluso envió misiones proselitistas a Sri Lanka además de embajadores
hasta las cortes de Occidente, como la de Ptolomeo II Filadelfo en Alejandría.
Encarnó, por tanto, el ideal budista del monarca universal, chakravartin, aunque a su muerte se
debilitó el Estado, decayendo el imperio.
Chandragupta,
fue un monarca de India (entre 320 y 298 a.e.c.), fundador de la dinastía
Maurya y gobernante del reino de Magadha, tras destronar a la dinastía Nanda.
Conocido por los griegos como Sandrocottos creó, desde el norte de India, el
primer gran imperio indio, posteriormente extendido por su hijo Bindusara y su
nieto Asoka. Pudo haber combatido a Alejandro Magno, aunque luchó con seguridad
contra Seleuco I Nicátor (305 a.e.c.), logrando el control de Beluchistán y
Afganistán. Al margen de la victoria Chandragupta contrajo matrimonio con una
hija de Seleuco, quien enviaría a la corte de Pataliputra como embajador a
Megástenes, autor de una obra, Indika,
que nos ha permitido conocer la corte Maurya. La dinastía Maurya configuró un
imperio centralista. Estaba dividido en cinco virreinatos, y cada uno de ellos
en distritos, contando con un cuerpo de funcionarios encargados de la
administración y la justicia. Además existía un cuerpo diplomático, a través
del cual se enviaron embajadores a Occidente, al sur de India y a Sri Lanka, un
hecho que favoreció el desarrollo del arte, con influencias persas, las
tradiciones populares y el establecimiento del budismo. Según una leyenda el
rey se haría monje exiliándose en el sur de India, donde moriría.
Samudragupta,
fue el primer gobernante de la dinastía Gupta en India (entre 320 y 510),
gobernando entre 330 y 380. Hijo de Chandragupta I y de Kumaradevi, una princesa
Licchavi, fue considerado el rey ideal y el guerrero heroico que además
cultivaba las artes, como la poesía o la música. El reino, que abarcaría desde
Uttar Pradesh hasta los límites de Bengala,
fue expansionado por él en una serie de campañas militares. Tras
derrotar a los Pallava y a otros reinos meridionales, restituye sus gobernantes
aunque con la obligación de pagarle tributo. Recibiría homenaje también de
regiones como Assam, Nepal, de diversas tribus de Rajastán y de la sección
oriental del Punjab. Las inscripciones en monedas y en los pilares de Asoka en
la localidad de Allahabad nos muestran a un Samudragupta devoto del dios hindú
Visnú. Se podría decir, en tal sentido, que tanto él como sus sucesores serían
los responsables de la consolidación del brahmanismo como código de
comportamiento social y como un sistema teológico que todavía es imperante en
la India actual.
Prof. Dr. Julio López Saco
UM-FEIAP-UFM, junio, 2021.
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