5 de abril de 2021

Ciudades del mundo antiguo (IV): urbes de Pakístán-India, China y Sudamérica andina





Imágenes (de arriba hacia abajo): panorámica de los restos de Mohenjo-Daro (Pakistán); sello cerámico con el llamado protoshiva, hallado en Mohenjo-Daro, cultura del Indo; vista de la enorme fosa número 1 del mausoleo del Primer Emperador, con los famosos guerreros de terracota, Xian, China y; vista de la ciudadela de Caral, valle del Supe, Perú, la ciudad más antigua del continente americano.  

En esta heterogénea cuarta entrega se analizará el devenir histórico de Mohenjo Daro y Varanasi, en Pakistán e India, Chang’an-Xi’an y Luoyang en China, además de la notable Caral Supe en el antiguo Perú.

Mohenjo Daro, cuyo topónimo traduce “montículo de la muerte”, es una ciudad del valle del Indo, en Pakistán, una de las principales urbes, al lado de Harappa o Dholavira, de la Cultura del Indo, civilización de carácter agrícola y urbano, cuyo florecimiento se produjo en el III milenio a.e.c. Su apogeo se ubica entre 2600 y 1900 a.e.c., momento en que la ciudad pudo albergar unas treinta mil personas en más de 200 hectáreas. Su estratégica ubicación la hacía dominadora de las grandes rutas de comercio así como de las zonas más fértiles del valle del Indo.

Las excavaciones en 1922 dirigidas por el británico John Marshall, quien trabajó con el estadounidense experto en Mesopotamia, Ernest MacKay, sacarían a la luz los vestigios de la ciudad, aunque desde el siglo XIX el Servicio Arqueológico de India ya conocía algunos restos (los de Harappa) con los que se presumía la presencia de una gran cultura en la región. Los hallazgos más antiguos encontrados procedían del Calcolítico, en la transición del Neolítico a la Edad del Bronce. Más tarde sería el británico Sir Mortimer Wheeler quien seguiría con la exploración arqueológica del lugar.

La ciudad tuvo una amplia zona de influencia. En ella habitó una sociedad urbana en la que dominaba una burguesía de mercaderes y artesanos. Destacó sobremanera por su ingeniería (baños, alcantarillados, canalizaciones de aguas) y su planificación urbana, que organizaba la ciudad en dos zonas, una elevada, la de la ciudadela, centro administrativo y tal vez religioso (donde se encuentran los recintos conocidos como Grandes Baños y la Casa de los Sacerdotes) y la zona baja, con barrios artesanales (con talleres de metalurgia y alfarería), almacenes, graneros y los sectores residenciales, con casas organizadas en torno a un patio o varios, abiertos. Las calles principales van de norte a sur en paralelo. Estuvo, además, amurallada, con defensas hechas de ladrillo cocido. Los hallazgos arqueológicos de la ciudad han deparado la presencia de una serie de sellos cerámicos con motivos animales, antropomorfos y signos escritos, así como figurillas cerámicas y en metal, como la muy conocida bailarina de bronce. En torno a 1700 o 1500 a.e.c. la ciudad, como la propia Cultura del Indo, entraría en decadencia interna, lo cual, en conexión con la presumible llegada de poblaciones arias de carácter guerrero, como expresa el Rig Veda, confirmaría el final de la civilización.

Varanasi, en sánscrito, Banaras en urdu, antigua Benarés, es una antigua ciudad india ubicada en la región de Uttar Pradesh, a orillas del Ganges. Centro religioso, económico y artístico, hoy es una urbe de algo más de un millón de habitantes. Es la capital sacra y espiritual de India, sobre todo del hinduismo y el jainismo, aunque fue cuna del budismo, pues la tradición señala que fue aquí donde el Buda dio su primer sermón, presumiblemente en el siglo VI a.e.c. Se la considera, según la tradición, fundada por los dioses, de ahí que los devotos de Siva acuden a ella en peregrinación con el deseo, si fuese el caso de morir y ser incinerado en ella, en las márgenes del Ganges. Y es que el que fallezca en Kashi-Varanasi, podrá liberarse de la cadena samsárica de las reencarnaciones.

La cosmología consideraba Varanasi como un lugar central de la tierra. Los primeros asentamientos humanos en la zona se han datado en el siglo IX a.e.c. gracias a los descubrimientos cerámicos. Su primera mención textual es, por el contrario, tardía: del siglo III a.e.c. en las epopeyas Mahabharata y Ramayana. En los primeros siglos de nuestra era, algunos textos, como el Skanda purana, uno de los 18 textos religiosos y míticos hindúes, escritos, según la tradición por el sabio Vyasa, señala numerosas leyendas en las que el dios Siva funda la ciudad. La urbe sería visitada por el monje budista Xuanzang en el siglo VII, que buscaba reliquias y textos budistas en India, y quien destacó el carácter comercial de la ciudad, gracias a sus telas, perfumes y artesanía en marfil. Siglos después Varanasi caería en las manos mogolas de Aurangzeb. Antiguas fortalezas y palacios, además de innumerables templos, son los vestigios actuales que recuerdan la antigüedad y relevancia histórica de esta ciudad del norte de India.

Chang’an-Xi’an fue una de las capitales de la antigua dinastía Han en China (206 a.e.c. a 220), conocida inicialmente como Chang’an. Hay registros de presencia de población asentada ya en el neolítico. La historia de Xi'an se inicia hace unos tres milenios, cuando la dinastía Zhou Occidental fundó su capital en Haojing, la que sería la Xi'an de hoy. En 221 a.e.c. el denominado primer emperador Qin shihuang, unificó China, estableciendo su capital en Xiangyang, al norte de Xi'an. Después de la dinastía Qin (221-206 a.e.c.), los dinastas Han tomaron el poder. Los gobernantes de Han también centraron su gobierno en Xi'an. Fue la capital de la dinastía hasta el primer cuarto del siglo I, cuando fue sustituida por la localidad de Luoyang.

Desde ese momento, como capital occidental, pasó a llamarse Xijing. Después de unos siglos de poca relevancia, a finales del siglo VI, la dinastía Sui reunifica China y restablece la capitalidad aquí. Llega a ser una de las ciudades más extensas e influyentes del mundo, un hecho que se ve favorecido al convertirse la ciudad en el extremo más oriental de la Ruta de la Seda. Después de ser destruida en el siglo X, bajo el reinado de la dinastía de Ming la ciudad recibe el nombre actual de Xian, cuyo significado vendría a ser Paz Occidental. Además de la fastuosa Pagoda del Ganso Salvaje, Xi’an destaca por un descubrimiento histórico memorable, pues en 1974 salieron a la luz los Guerreros de Terracota, pertenecientes a la tumba del primer emperador chino, Qin Shi Huangdi, y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Luoyang fue una antigua ciudad capital china, fue descubierta por la arqueología en la década de 1950 gracias a las excavaciones para reconstruir la ciudad, así como a los trabajos de regadío y formación de terrazas agrícolas en los campos de la región. La ciudad arrojó más de sesenta yacimientos y casi mil tumbas. Existe evidencia de que hacia el V milenio la zona estaba muy poblada. Destaca en ella el yacimiento neolítico (descubierto en 1921) al oeste de Luoyang, de nombre Yangshao, ubicado en la llanura del río Amarillo.

Los restos arqueológicos de Luoyang están emplazados en un lugar estratégico, rodeados por colinas en tres de sus lados y se encuentran limitados por cuatro ríos. Se han hallado restos de la dinastía Shang, de la Edad del Bronce (1700-1080 a.e.c.), si bien el principal hallazgo fue la ciudad amurallada de la época dinástica Zhou de hacia el 900 a.e.c. Luoyang fue capital a partir de 771 a.e.c.

La tradición afirma que Confucio estudió en ella y que LaoZi estuvo encargado de sus archivos. Bajo el emperador Qin y los primeros Han, la capital volvería a Xi’an, aunque no mucho tiempo después (entre el 25 y 220), la misma dinastía Han se vería obligada a retirarse a Luoyang, construyendo su ciudad al este del denominado Templo del Caballo Blanco. La ciudad sería sede de una gran biblioteca y de la Universidad Imperial. Tras la caída de los Han, Luoyang se mantuvo como capital de varias dinastías, y como centro de la vida cultural china. Con los invasores del norte, los Toba Wei, Luoyang fue escogida como capital, porque se la tomaba por el centro del mundo.

A mediados del siglo VI, bajo el mando de un emperador Wei, Luoyang fue abandonada y sus gentes obligadas a trasladarse a Yeh. Luoyang permaneció en ruinas hasta que, bajo la dinastía Sui, fue reconstruida siguiendo un trazado cuadriculado a ambos lados del río Luo. La nueva ciudad se convirtió en el centro comercial más destacado de China, con una población de casi un millón de habitantes. Bajo los Tang, Luoyang pasó a ser la segunda capital del imperio, pero con el declive de la dinastía perdió definitivamente su importancia; la capital se trasladó a Kaifeng y el poder se fue concentrando en el sur.

Caral fue la ciudad capital de una civilización desarrollada en territorio peruano, en el valle del Supe, cuyos restos apenas empezaron a aflorar a mediados de los años 90 del pasado siglo (gracias a Ruth Shady), aunque se conocía el sitio desde fines de los cuarenta gracias al aventurero Paul Kosok y el arqueólogo Richard Schaedel. El yacimiento, con una arquitectura monumental, cuenta con casi setenta hectáreas de extensión  y es el referente de la considerada civilización más antigua de América.

Los primeros asentamientos, de agricultores y pescadores, se documentan entre 3000 y 2700 a.e.c., aunque la ciudad de Caral comenzó a construirse entre 2650 y 2550 a.e.c. En el yacimiento han sido descubiertas plazas circulares semi hundidas, plataformas escalonadas, varias pirámides con escalera y altares con hogares centrales y puertas de jambas dobles, hechas en madera y piedra, en un recinto no amurallado. El recinto pudo tener una función ceremonial y administrativa, aunque también pudo ser la cabeza económica de una región más amplia, al intercambiar productos agrícolas con la pesca efectuada en los núcleos costeros.

Un fuerte cambio climático parece estar detrás de su declive, pues dilatadas sequías y lluvias torrenciales habrían sido las causantes del abandono de los núcleos urbanos como el de Caral, ya hacia 1800 a.e.c., momento en que se entierran sus edificaciones. La ciudad estuvo en contacto con la ciudad de Áspero, probablemente su subordinada ciudad pesquera. La ciudad estuvo dividida en una zona nuclear, con más de una treintena de estructuras públicas y conjuntos residenciales (viviendas con talleres), y otra zona periférica, con presencia de grupos de viviendas formando pequeños islotes. La ciudad puedo llegar a albergar entre 1500 y 3000 personas en sus siete u ocho siglos de existencia.

Prof. Dr. Julio López Saco

UM-FEIAP-UFM, abril, 2021.

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